Por Agroempresario.com
La estatal chilena Enap concretó oficialmente su salida del negocio de exploración y producción de hidrocarburos en Argentina. A través del cierre de la venta de su filial Sipetrol, la petrolera transfirió todos sus activos en el país a la firma Oblitus International, perteneciente al fondo de inversión Xtellus Partners, con sede en Nueva York. La operación, valuada en US$ 41,4 millones, fue confirmada por Enap este martes, marcando así el fin de una etapa de presencia operativa directa en territorio argentino.
La decisión forma parte de una estrategia corporativa que busca fortalecer la sostenibilidad financiera de Enap, optimizando su cartera y concentrando esfuerzos en negocios definidos como prioritarios. El acuerdo había sido anunciado a comienzos de 2025, cuando se firmó el contrato de compraventa (SPA), e incluyó aprobaciones regulatorias tanto en Chile como en Argentina.
Los activos transferidos abarcan áreas estratégicas en diferentes regiones del país. En la Cuenca Austral, frente a las costas de Tierra del Fuego, Enap controlaba los bloques offshore Magallanes y Octans Pegaso, ambos al 100%. También poseía el 50% del bloque Poseidón. En la provincia de Chubut, la empresa tenía la mitad del área Campamento Central-Cañadón Perdido, mientras que el otro 50% quedó en manos de Pecom, en el marco de la adquisición anterior a YPF como parte del Proyecto Andes.
Además, Enap tenía una participación histórica del 13,79% en Termap, la terminal de almacenamiento y exportación de crudo en el Golfo San Jorge. Ese porcentaje también pasó a Oblitus, que se convierte así en el segundo mayor tenedor de las Acciones A de la firma, detrás del socio mayoritario.
A pesar de retirarse como operador directo, Enap mantendrá vínculos estratégicos con Argentina. La empresa seguirá participando del Oleoducto Trasandino (OTA-OTC), operado en conjunto con firmas locales, así como en Gasoductos del Pacífico Argentina. También continuará comprando crudo de Vaca Muerta para abastecer sus refinerías en Chile, sosteniendo una relación comercial clave con el sector energético argentino.
Esta desinversión se suma a otras estrategias regionales similares, en las que distintas compañías energéticas reestructuran sus activos para enfocarse en la eficiencia y en energías más limpias. Según fuentes del sector, Pecom aún podría ejercer su derecho de compra preferente sobre algunas áreas transferidas, lo que podría generar nuevos movimientos en el tablero petrolero local.
Con esta salida, Enap marca el fin de más de dos décadas de operación directa en la exploración y producción argentina, apostando a una visión regional más acotada pero financieramente más sustentable.