Por Agroempresario.com
En una nueva apuesta por optimizar la infraestructura portuaria nacional, el Puerto Dock Sud se prepara para recibir una inversión estratégica destinada a mejorar la navegabilidad y operatividad de sus canales de acceso. El proyecto contempla la remoción de más de un millón de metros cúbicos de sedimentos, con una inversión estimada cercana a 10 millones de dólares por parte del Estado argentino.
La iniciativa tiene como objetivo principal asegurar profundidades que oscilan entre 8,5 y 10,4 metros a lo largo de distintas secciones del canal interior y exterior del puerto. Esta medida permitirá garantizar el ingreso de buques de gran porte durante todo el año, mejorar la eficiencia logística y potenciar la competitividad de las terminales que operan en este nodo estratégico del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Dock Sud, ubicado en el partido bonaerense de Avellaneda, forma parte de la red portuaria del AMBA y se destaca por su cercanía con las principales rutas viales, ferroviarias y polos industriales del país. Su conectividad directa con el Puerto de Buenos Aires y su inserción en la Vía Navegable Troncal lo posicionan como un punto neurálgico para el comercio exterior argentino.
Con esta obra, se busca no solo garantizar la operatividad portuaria actual, sino también abrir nuevas oportunidades para descentralizar el tráfico marítimo y descongestionar el Puerto Buenos Aires. En este sentido, Dock Sud se perfila como una alternativa complementaria y eficiente para los operadores logísticos que necesitan reducir costos y tiempos operativos.
El plan de dragado contempla la remoción de aproximadamente 1.060.000 m³ de sedimentos distribuidos a lo largo de sectores críticos del canal de acceso. Las obras serán ejecutadas mediante dragas mecánicas y de succión, seleccionadas en función de las características geotécnicas de los fondos y los requisitos operativos de cada sección.
Además, el proyecto incluye la disposición controlada de los sedimentos en áreas previamente evaluadas desde el punto de vista ambiental, cumpliendo con las normas nacionales e internacionales de protección del entorno. Para garantizar la sostenibilidad del dragado, se implementará un sistema de monitoreo continuo que permitirá seguir la evolución del nivel de sedimentación y ajustar las intervenciones de mantenimiento a lo largo del año.
La obra será licitada próximamente por el Consorcio de Gestión del Puerto Dock Sud, que actualmente se encuentra en la etapa de formulación de los pliegos técnicos y administrativos. Se estima que la convocatoria pública será lanzada en los próximos meses, en el marco de una política de inversión pública orientada a reforzar la competitividad del comercio exterior argentino.
Desde el Consorcio remarcan que el mantenimiento del calado operativo es un requisito indispensable para asegurar la continuidad de las operaciones portuarias y atraer nuevas inversiones privadas. En ese marco, se proyectan futuras obras complementarias como la mejora del acceso terrestre, la digitalización de trámites y la incorporación de servicios logísticos de valor agregado, consolidando a Dock Sud como un puerto moderno y competitivo.
El dragado representa una inversión estratégica en un contexto de transformación del sistema logístico nacional. La eficiencia en el transporte y la reducción de los costos logísticos se han vuelto ejes clave para mejorar la posición argentina en los mercados internacionales. En ese sentido, el fortalecimiento de puertos alternativos como Dock Sud puede marcar la diferencia.
La obra impactará directamente en la reducción de demoras por condiciones de calado, disminuirá los riesgos operativos asociados a maniobras en sectores poco profundos y agilizará el flujo de cargas contenerizadas y a granel. Esto beneficiará especialmente a exportadores del Gran Buenos Aires y la zona núcleo, que verán reducidos los tiempos de tránsito y la dependencia de otras terminales más saturadas.
La iniciativa se alinea con la visión estratégica del Estado nacional de descentralizar la infraestructura portuaria y ampliar las capacidades de operación más allá del Puerto de Buenos Aires. Esta diversificación, además de reducir la presión sobre los grandes nodos logísticos, permite desarrollar economías regionales y generar empleo en nuevas zonas del sistema.
Según fuentes del sector, Dock Sud cuenta con potencial para absorber una parte importante del tráfico de carga, especialmente si se acompaña de una estrategia integral que contemple no solo el dragado, sino también inversiones en infraestructura terrestre, digitalización y articulación con el sector privado.
Uno de los puntos destacados del proyecto es su enfoque en la sostenibilidad. Las obras se realizan bajo un estricto protocolo ambiental, con estudios de impacto previos y mecanismos de control durante toda la ejecución. Esto incluye no solo la correcta disposición de los sedimentos, sino también la medición de parámetros físicos y químicos del agua y la protección de la biodiversidad local.
Además, el monitoreo constante de los niveles de sedimentación permitirá ajustar con precisión las futuras intervenciones de mantenimiento, haciendo más eficiente el uso de recursos públicos y garantizando la operatividad continua del puerto.