Por Agroempresario.com
El más reciente informe del Monitor de Desempeño Industrial (MDI) de la Unión Industrial Argentina (UIA) confirmó una preocupante tendencia en el sector manufacturero: el 11,4% de las empresas industriales dejó de exportar en la primera mitad de 2025. Esta cifra refleja un retroceso relevante en la capacidad exportadora del país y advierte sobre un deterioro general en la actividad fabril.
El estudio, realizado sobre una muestra de 600 compañías, revela que el 57,8% de las firmas que dejaron de exportar lo atribuyen al aumento de costos y la pérdida de competitividad, mientras que un 31,3% señala como responsable a la apreciación del peso generada por políticas monetarias oficiales.
La caída en las exportaciones se da en un contexto de contracción más amplia: el 33% de los industriales informó una disminución en su producción respecto al primer trimestre del año, frente a sólo un 26,1% que manifestó crecimiento. Esta diferencia se refleja en el índice de difusión, que cayó a -6,9%, marcando un retroceso frente a la leve recuperación reportada en octubre de 2024.
Las manufacturas de Origen Industrial (MOI) tampoco lograron revertir la tendencia negativa. Aunque los datos de mayo mostraron mejoras frente a abril y al mismo mes de 2024, las ventas intermensuales cayeron un 2%, lo que pone en duda la sostenibilidad de esa recuperación parcial.
En cuanto al mercado interno, los indicadores también son desfavorables. El 41,3% de las empresas reportó caídas en ventas locales, y solo un 24,9% logró incrementos. Si bien esta brecha se acortó ligeramente en comparación con el informe anterior, la UIA advierte que la demanda interna continúa siendo débil.
Además, el relevamiento abordó aspectos estructurales como el empleo, la presión impositiva y el financiamiento, donde predominan las percepciones negativas. El conjunto de estos factores contribuye a un clima de incertidumbre económica que amenaza la estabilidad del tejido industrial argentino.
La UIA expresó su preocupación y advirtió que, sin un cambio de rumbo en la política económica y mayores incentivos a la producción, la recuperación industrial seguirá estancada y la pérdida de mercados externos podría volverse irreversible.