Por Agroempresario.com
Brian Chesky, cofundador y CEO de Airbnb, ha iniciado una profunda reinvención de la empresa que fundó hace 17 años. Con una inversión que supera los 200 millones de dólares, la compañía busca pasar de ser una plataforma de alquileres temporarios a una superapp que integre servicios, experiencias y conexiones offline, ampliando su propuesta para competir en un mercado cada vez más exigente y saturado.
Brian Chesky vive un momento clave en la historia de Airbnb. Tras la crisis que golpeó al turismo mundial durante la pandemia, donde la empresa perdió un 80% de su negocio en solo ocho semanas, la recuperación fue compleja. A esto se suman regulaciones más estrictas en ciudades fundamentales como Nueva York, París y Barcelona, y críticas crecientes sobre el impacto del modelo en el mercado inmobiliario y la profesionalización de anfitriones.
Ante este escenario, Chesky apostó a la transformación total. “Las empresas como Airbnb envejecen rápidamente cuando dejan de hacer cosas nuevas. Airbnb debe reinventarse para continuar creciendo”, afirmó en una entrevista reciente. Este rediseño incluye ampliar el foco más allá del alojamiento para incorporar servicios personalizados que van desde clases de cocina hasta encuentros con celebridades.
El nuevo modelo de Airbnb busca ofrecer una gama variada de servicios que incluyen chefs, entrenadores personales, fotógrafos, masajistas y esteticistas en más de 260 ciudades alrededor del mundo. Según la empresa, los proveedores de servicios son expertos con larga experiencia, y la plataforma verifica cuidadosamente sus calificaciones.
Sin embargo, este ambicioso plan también enfrenta desafíos importantes. Garantizar la calidad y la seguridad en servicios tan diversos implica un complejo manejo de la reputación y resolución de conflictos. Airbnb, que hasta ahora funcionaba principalmente como intermediario entre anfitrión y huésped, deberá asumir ahora un rol activo como juez y curador de experiencias variadas.
Parte de esta reinvención incluye relanzar Airbnb Experiences, la sección dedicada a actividades locales. Lanzada inicialmente en 2016 y que había fracasado por falta de escala, ahora se presenta con un enfoque renovado y exclusivo. Desde visitas guiadas a monumentos emblemáticos hasta talleres de cocina tradicionales y eventos con figuras públicas, la idea es ofrecer experiencias auténticas y únicas.
Aunque el volumen y la monetización de estas actividades aún son inciertos, la empresa apuesta a consolidar una oferta que combine storytelling, exclusividad y proximidad local.
El rediseño también transforma la aplicación en una suerte de asistente digital que conecta la vida offline con una experiencia personalizada y social. Con nuevos íconos, funciones de mensajería, itinerarios compartibles y perfiles que funcionan como identidad digital persistente, Airbnb se acerca a modelos de superapps conocidas en Asia, aunque sin definir aún su rol exacto en el mercado occidental.
El objetivo declarado es que la tecnología impulse a los usuarios a vivir más experiencias en el mundo real, a pesar de que el diseño mismo incentiva pasar más tiempo dentro de la app.
En lo estratégico, Airbnb busca defender su posición frente a la competencia creciente y las regulaciones cada vez más estrictas. Pero también hay un componente emocional: Brian Chesky quiere redefinir su legado más allá de ser el creador de una app de alquileres temporarios.
Inspirado por Steve Jobs y en alianza con el diseñador Jony Ive, Chesky ha volcado en este proyecto su obsesión por el detalle, la innovación y el control, con la intención de convertir Airbnb en algo más grande y perdurable.
El camino no está exento de riesgos. La saturación del mercado, la fragmentación de los servicios y la complejidad de gestionar una plataforma multifacética son desafíos enormes. Pero el intento de Chesky representa una apuesta audaz por revitalizar una empresa que revolucionó la forma de viajar.
Aunque no está asegurado que Airbnb se transforme en la superapp global que imagina su CEO, su apuesta por la innovación, la narrativa propia y la reinvención es un gesto significativo en un mercado lleno de imitaciones.