Por Agroempresario.com
La reintroducción de quebrantahuesos nacidos en cautiverio en el macizo de Vercors, en el sureste de Francia, representa un avance significativo para la conservación de esta majestuosa ave. Dos ejemplares, también conocidos como buitres barbudos, fueron liberados recientemente como parte del proyecto LIFE Gyp’Act, que busca recuperar la población local y conectar los núcleos reproductores de los Pirineos y los Alpes.
Este programa se enmarca en la Red Europea de Cría en Cautiverio de Quebrantahuesos (EEP), coordinada por la Fundación para la Conservación del Buitre (VCF, por sus siglas en inglés), que desde hace décadas trabaja para restaurar poblaciones de esta especie en peligro a través de la liberación de aves criadas en centros especializados. La iniciativa cumple con rigurosos estándares internacionales para garantizar la máxima tasa de éxito reproductivo y de adaptación en la naturaleza.
Pascal Orabi, responsable del programa LIFE Gyp Act y miembro de la Liga para la Protección de las Aves (LPO), destacó la importancia de estas liberaciones en el Parque Natural Regional de Vercors. “La crianza en cautiverio es clave para preservar y fortalecer la población de quebrantahuesos, que había desaparecido de esta región hace décadas”, afirmó.
El proyecto LIFE Gyp’Act no solo apunta a aumentar la cantidad de ejemplares en el sureste francés, sino también a fomentar la conectividad entre las colonias de quebrantahuesos de los Alpes y los Pirineos. Este corredor biológico es fundamental para mungarantizar la viabilidad genética y la supervivencia a largo plazo de la especie
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Hasta la fecha, más de diez ejemplares han sido liberados en el macizo de Vercors en el marco de diferentes programas de reintroducción, reflejando el compromiso sostenido de organizaciones europeas en la recuperación de esta emblemática ave.
La conservación del quebrantahuesos es un ejemplo destacado de cómo la colaboración internacional y los proyectos de cría en cautividad pueden revertir la desaparición de especies amenazadas, recuperando así la biodiversidad y fortaleciendo los ecosistemas naturales en Europa.