Por Agroempresario.com
En pleno invierno, cuando el aire fresco invita a buscar rincones cálidos y sabores intensos, Suipacha se presenta como una de las escapadas más tentadoras del mapa bonaerense. A poco más de 120 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este pueblo rural combina lo mejor del campo argentino con una propuesta gastronómica de primer nivel: la Ruta del Queso, un recorrido gourmet entre granjas, queserías artesanales y experiencias al aire libre.
El circuito se puede recorrer en vehículo propio durante un solo día. Las paradas clave se ubican en un radio de apenas 11 kilómetros sobre la Ruta Nacional N°5, por lo que resulta una escapada ideal para fines de semana o feriados. Suipacha no solo ofrece quesos de cabra, vaca y oveja producidos con técnicas sostenibles, sino también visitas a tambo, granjas y huertas, con degustaciones que celebran lo mejor de la identidad bonaerense.
Uno de los puntos de partida de esta ruta es Cabaña Piedras Blancas, un emprendimiento familiar que se animó a innovar en una región de fuerte tradición bovina. Allí comenzaron a criar cabras hace más de dos décadas, con una visión sustentable y aprendiendo técnicas en Europa para adaptarlas al clima y al terreno de la llanura pampeana.
En la actualidad, producen una gran variedad de quesos finos: frescos, madurados, saborizados y de pasta blanda o dura. Los visitantes pueden participar de catas guiadas y recorrer los corrales donde viven los animales, conociendo el entorno de producción. El lugar ofrece una experiencia educativa y gourmet, con sabores únicos que destacan entre los paladares más exigentes.
Otra parada obligada es Fermier, una fábrica artesanal de quesos elaborados con leche de vacas Jersey y Holando-argentinas. Aquí la propuesta incluye un recorrido por el tambo, charlas informativas y una degustación que resalta variedades suaves y semiduras, de inspiración europea pero con sello local.
Las instalaciones del lugar, ordenadas y rodeadas de campo, remiten a un paisaje casi suizo, pero con aromas de pasto húmedo y la calidez criolla del interior argentino. Fermier se convirtió en un referente de calidad, con productos que trascienden las góndolas para instalarse como una experiencia en sí misma.
Para los amantes del maridaje y los sabores frutales, la finca Il Mirtilo es una joya en el camino. Este establecimiento se dedica al cultivo de arándanos, frambuesas y zarzamoras, y suma a su oferta una línea de dulces artesanales y chutneys, elaborados con recetas originales.
Durante el invierno, Il Mirtilo organiza degustaciones temáticas que combinan sus mermeladas con quesos locales, vinos seleccionados y hasta chocolates. Algunas de sus creaciones más originales incluyen arándanos al malbec y frambuesas con chocolate, sabores desarrollados en conjunto con una abadía de la zona, que aportan una impronta gourmet y regional única.
Suipacha se encuentra al oeste del conurbano bonaerense, y el acceso más directo es a través de la Ruta Nacional N°5, con salidas rápidas desde el Acceso Oeste. Las visitas a las queserías se concentran principalmente los fines de semana y feriados, y requieren reserva previa para garantizar un recorrido organizado y personalizado.
Cada establecimiento propone actividades distintas: algunas con caminatas guiadas, otras con catas temáticas, venta directa de productos o talleres. Lo recomendable es contactar con los productores con anticipación y armar un itinerario acorde a los gustos e intereses de cada visitante.
Lejos del ruido urbano y cerca del sabor más auténtico, Suipacha se consolida como una escapada gastronómica de referencia. Su combinación de tradición quesera, paisaje rural y propuestas gourmet lo convierten en un destino ideal para redescubrir el campo bonaerense con todos los sentidos. Este invierno, la Ruta del Queso promete experiencias inolvidables para quienes se animen a recorrer sus caminos.