Por Agroempresario.com
En el marco de una revisión global de sus operaciones, el grupo Carrefour decidió avanzar en la búsqueda de un comprador o socio estratégico para su operación en la Argentina. La decisión forma parte de un proceso de redefinición de prioridades internacionales que apunta a concentrar recursos en sus mercados clave, como Francia, España y Brasil.
Para concretar el proceso, la casa matriz otorgó un mandato al Deutsche Bank, que será responsable de realizar la valuación de los activos de la filial local, establecer una short list de candidatos y coordinar la eventual transferencia parcial o total del negocio. La movida no significa una salida inmediata del país, pero marca un cambio de rumbo para una de las principales cadenas de supermercados del país.
Fuentes cercanas a la operación confirmaron que el proceso se encuentra en una etapa preliminar y que podría demandar varios meses, o incluso más de un año. Técnicamente, el mandato otorgado al banco de inversión alemán implica una valuación integral de los activos de Carrefour en Argentina y el estudio de viabilidad de venta total o parcial.
El mecanismo incluye primero una evaluación contable, luego la apertura de un “data room” donde se compartirán datos financieros clave con los potenciales compradores y, más adelante, la presentación de ofertas. Las fuentes aclararon que el mandato no implica necesariamente el abandono del mercado argentino, y que tampoco están en riesgo los puestos de trabajo.
Una de las opciones que Carrefour analiza es replicar el modelo implementado en otras regiones fuera de Europa, como Asia y África, donde el grupo optó por ceder parte del control a inversores locales. Esto le permitió seguir operando en mercados complejos sin asumir la totalidad del riesgo operativo.
En Argentina, la posibilidad de incorporar un socio local implicaría que la marca y el management francés continúen involucrados en el negocio, aunque compartiendo decisiones clave con un nuevo inversor. En este contexto, se descarta por el momento una retirada abrupta del país.
La revisión del portafolio de operaciones internacionales fue anunciada en febrero por Alexandre Bompard, CEO global de Carrefour, como parte de una estrategia para reforzar las inversiones en mercados prioritarios. El ejecutivo explicó que las filiales en países considerados no estratégicos –entre ellos Argentina– serían sometidas a un análisis de rentabilidad y proyección.
Además de Argentina, otras operaciones bajo revisión fueron las de Rumania, Bélgica, Italia y Polonia. Sin embargo, la permanencia en esos países europeos fue finalmente garantizada debido a su pertenencia a la Unión Europea. En contraste, la filial argentina quedó expuesta al proceso de desinversión parcial o total, como ya sucedió en Colombia (2012) y China (2019).
Carrefour desembarcó en Argentina en 1982 con la apertura de su primer hipermercado en San Isidro. Desde entonces, se transformó en una de las cadenas líderes en el país, disputando durante décadas el liderazgo del retail alimenticio con firmas como Coto y Walmart. Durante los años 90, aprovechó el auge del consumo para expandirse agresivamente, convirtiendo a su filial argentina en una de las más rentables del grupo a nivel mundial.
Uno de los hitos más recordados de esa etapa fue el rendimiento del hipermercado de Quilmes, que en su momento llegó a ser la tienda con mayor facturación de toda la cadena a nivel global. Actualmente, Carrefour cuenta con más de 680 tiendas distribuidas en todas las provincias del país, a excepción de Tierra del Fuego, y ofrece diversos formatos: hipermercados, supermercados tradicionales, Express y mayoristas.
La filial argentina de Carrefour exhibe cifras de relevancia: ventas anuales cercanas a los 6.000 millones de dólares y una planta de más de 17.000 empleados directos. Este volumen de actividad la convierte en una de las empresas con mayor impacto en la cadena de suministro alimentaria del país y en un actor estratégico para el consumo interno.
Por esta razón, cualquier operación de venta deberá considerar la continuidad de las operaciones y el mantenimiento del empleo, un punto que también podría influir en la aprobación regulatoria de un eventual traspaso.
Aunque desde la compañía no realizaron declaraciones oficiales, todo indica que la operación busca una salida ordenada y sin sobresaltos. La intención no es desmantelar la operación local, sino encontrar una fórmula que le permita a Carrefour seguir operando sin comprometer su estrategia global.
En un contexto de alta inflación, caída del consumo y desafíos logísticos, Carrefour optó por revisar su exposición en Argentina sin comprometer el funcionamiento diario de su red de tiendas. Las fuentes insisten en que la operación no debería generar alarma entre proveedores ni empleados, y que el proceso se realizará con “transparencia y tiempos prudentes”.