Por Agroempresario.com
En un contexto económico delicado, el Gobierno argentino implementó una estrategia integral para atraer a los inversores hacia la compra directa de títulos del Tesoro en pesos, con el objetivo de desalentar el traslado de capitales hacia el dólar y controlar la volatilidad cambiaria. Esta movida busca también disminuir la presión sobre las reservas internacionales y contener la inflación, mientras se avanza hacia el cumplimiento de las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El equipo económico, liderado por el Ministerio de Economía y el Banco Central, decidió reforzar la política monetaria con nuevas medidas que impactan directamente en los fondos que operan a través de los bancos. A partir del 1° de agosto, se incrementarán en 10 puntos porcentuales los encajes bancarios para los Fondos Money Market, elevándolos al 30%. Los encajes representan el porcentaje de depósitos que las entidades financieras deben inmovilizar en el Banco Central sin remuneración, lo que reduce la capacidad de esos fondos para pagar altas tasas y, a su vez, desalienta la compra de bonos en pesos mediante intermediarios bancarios.
Esta medida apunta a que los inversores accedan a los bonos del Tesoro —LECAP y BONCAP— de manera directa, evitando que los fondos bancarios, con su mayor encaje, sigan acaparando esos títulos con recursos prestados. Al adquirirlos directamente, los inversores no solo evitan el “castigo” en las tasas que impone el aumento de encajes, sino que también se fomenta una composición más sólida y estable del mercado de deuda en pesos.
Además, las cauciones —operaciones con préstamos de valores para apalancarse en la compra de bonos o acciones— también serán alcanzadas por esta restricción. En consecuencia, el Gobierno busca que la entrada de capital a los bonos en pesos provenga exclusivamente de recursos propios, lo que limita el apalancamiento y reduce riesgos financieros sistémicos.
En el mercado, las cauciones a un día alcanzaron recientemente los $4,9 millones con una tasa anual del 31,5%, lo que refleja el interés de los agentes por esta modalidad, pero con restricciones crecientes por parte del regulador.
Con esta política en marcha, el Gobierno prepara la licitación de bonos para el próximo viernes, donde deberá renovar cerca de $10 billones en títulos. La expectativa oficial es que la suba en encajes incentive la compra masiva de bonos con recursos frescos, logrando “secar la plaza” —reduciendo el exceso de pesos circulantes— y moderando la demanda de dólares que suelen usar inversores como cobertura.
A pesar de la volatilidad reciente, se proyecta que la turbulencia en el mercado cambiario no se extienda más allá de la próxima semana, dado que agosto es un mes en que no influyen los aguinaldos y las tasas de interés atractivas convierten a los bonos en una opción válida para preservar el poder adquisitivo ante la inflación, que se estima se mantenga en torno al 1,6% mensual.
En los últimos días se observó fuerte demanda por las LECAP de corto plazo, cuya tasa efectiva mensual bajó a 3,4%, equivalente a una tasa anual efectiva cercana al 49,3%. Las letras de más largo plazo ofrecen un rendimiento mensual del 2,6%, que representa aproximadamente 36% anual. Estos niveles de tasas reflejan un equilibrio en el mercado, donde la búsqueda de rendimiento sigue siendo alta pese a la cautela que generan las políticas monetarias.
Para Luca Silva, Portfolio Manager de Fondos Crecer del Banco Ciudad, “las tasas adjudicadas en la última licitación y las operaciones de pases temporales permiten a los Fondos Money Market encontrar puntos de entrada similares a los previos a la eliminación de las LEFI. Pese al incremento del encaje anunciado, los inversores pueden posicionarse en carteras de bajo riesgo con rendimientos actuales alineados a la inflación esperada. Nuestra oferta, Crecer Liquidez, es una opción atractiva en este contexto”.
No obstante, el dólar financiero registró una suba cercana al 1% en las últimas jornadas. El dólar MEP cerró en $1.280 y el contado con liquidación (CCL) alcanzó los $1.285, tras tocar máximos de $1.292 durante el día. Este comportamiento refleja las tensiones que persisten en el mercado cambiario.
Un dato relevante que sorprendió al mercado fue la suba de reservas internacionales en USD 282 millones, hasta un total de USD 39.893 millones. Se especula que el Tesoro argentino fue comprador neto de unos USD 200 millones para continuar acumulando reservas, una estrategia que busca fortalecer la confianza en el cumplimiento de las metas financieras acordadas con el FMI.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron $561,4 millones y el dólar mayorista cerró en $1.274, con subas en las últimas seis ruedas consecutivas donde se superaron los USD 500 millones operados diariamente.
El informe de F2, elaborado por Andrés Reschini, señala que las tasas implícitas en el mercado de futuros ajustaron al alza en toda la curva, con estabilidad relativa en los tramos cortos y una leve caída en los plazos más largos. El volumen de operaciones descendió a 1.670.242 contratos, el más bajo en cinco ruedas, aunque el interés abierto en posiciones cortas sugiere una persistente intervención oficial para controlar la curva de rendimientos.
Por otra parte, Moody’s mejoró la calificación crediticia de la deuda argentina de Caa3 a Caa1, una mejora que, aunque limitada, representa un avance en la percepción internacional. Sin embargo, esta categoría aún se considera “especulativa” y no ha generado un cambio significativo en la demanda de bonos soberanos, que en las últimas sesiones experimentaron pérdidas de hasta 1,5% en títulos bajo ley Nueva York. El riesgo país se incrementó 14 puntos, llegando a 748 unidades, niveles similares a los de febrero.
La Bolsa de Buenos Aires cerró con una jornada positiva, impulsada principalmente por el sector bancario, que se benefició de las expectativas de mayores ganancias ante la suba de tasas de interés. El índice S&P Merval subió 1,92% en pesos, aunque perdió 0,9% en dólares debido al aumento del dólar CCL.
Entre las acciones más destacadas estuvieron Banco Macro (+4,2%), Transener (+3,8%) y Supervielle (+3,6%). YPF también registró un incremento del 1%, acumulando una mejora de casi 5% en un mes marcado por fallos adversos para Argentina en tribunales estadounidenses.
Los ADR, certificados que representan acciones argentinas en la Bolsa de Nueva York, también mostraron ganancias: Banco Macro (+3,6%), Supervielle (+3,2%) y BBVA (+2,5%).
El viernes será clave en el mercado local, ya que vence el plazo para que ingresen al Tesoro los $4,7 billones derivados de la licitación del miércoles. Este monto, proveniente del excedente dejado por las LEFI, quedará inmovilizado en una cuenta del Banco Central, lo que contribuirá a absorber pesos del mercado y aliviar presiones inflacionarias.
En definitiva, el Gobierno avanza con una estrategia coordinada que combina medidas monetarias, fiscales y regulatorias para que los inversores prioricen los bonos en pesos y no vuelquen sus capitales hacia el dólar. El éxito de este plan dependerá del comportamiento del mercado, la estabilidad macroeconómica y la confianza que los actores nacionales e internacionales depositen en la Argentina.