Por Agroempresario.com
La calificadora de riesgo Moody’s Ratings anunció este jueves una mejora significativa en la calificación de deuda soberana de Argentina, elevando la nota a largo plazo en moneda extranjera y local de Caa3 a Caa1. Además, modificó la perspectiva desde “positiva” a “estable”. Esta decisión responde principalmente al acuerdo alcanzado entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como al progresivo desarme del cepo cambiario, medidas que apuntan a aliviar la presión sobre las finanzas externas y a fortalecer la sostenibilidad económica del país.
Según Moody’s, la amplia liberación de los controles cambiarios y, en menor medida, de los controles de capital, junto con el nuevo programa con el FMI, respaldan la disponibilidad de liquidez en divisas. Esto, a su vez, reduce la probabilidad de un evento crediticio adverso para Argentina en el corto y mediano plazo.
La calificadora estadounidense destacó que la transición gradual hacia una cuenta de capital más abierta, junto con la eliminación progresiva de los controles cambiarios, es un paso fundamental para alcanzar la sostenibilidad en los pagos externos. Moody’s enfatizó que este proceso va acompañado de un plan económico con metas claras, que incluye reformas estructurales para eliminar distorsiones de mercado y atraer inversión extranjera directa.
“La suba refleja nuestra visión de que la amplia liberación de los controles cambiarios y, en menor medida, de capital, junto con un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), respaldan la disponibilidad de liquidez en divisas y alivian la presión sobre las finanzas externas. Esto reduce la probabilidad de un evento crediticio”, detalló la agencia en su comunicado oficial.
La recuperación económica también suma puntos: tras seis trimestres de caída, el Producto Bruto Interno (PBI) volvió a crecer en el último trimestre de 2024, y en el primer trimestre de 2025 se expandió un 5,9%. Moody’s proyecta un crecimiento cercano al 4% para este año, con una desaceleración leve al 3,5% en 2026.
Aunque Moody’s mejoró la calificación, mantuvo la perspectiva en “estable”, reflejando el equilibrio entre los riesgos y oportunidades que enfrenta Argentina. La agencia advierte que persisten desafíos estructurales importantes, como la fragilidad de las reservas internacionales y los obstáculos para atraer inversión.
“La perspectiva estable refleja un equilibrio entre los riesgos al alza y a la baja, ya que los desafíos e incertidumbres en materia de políticas se mantienen en el nivel actual de calificación Caa1”, indicó Moody’s.
Además, la calificadora apuntó que la continuidad política y el apoyo popular a las políticas de ajuste fiscal antes de las elecciones legislativas previstas para octubre podrían fortalecer el mandato del gobierno para avanzar con su agenda de reformas.
Por otro lado, entre los riesgos a la baja se encuentra la posible eliminación prematura de los controles cambiarios restantes, lo que podría reavivar desequilibrios macroeconómicos y poner en riesgo la sostenibilidad de la balanza de pagos.
En paralelo a la mejora de la nota soberana, Moody’s aumentó el “techo país” en moneda local a B1 desde B3, y en moneda extranjera a B2 desde Caa1. Esta diferencia entre el techo en moneda local y el soberano Caa1 refleja la creciente eficacia de las políticas económicas y la reducción de la intervención estatal en el sistema financiero, pero también pone en evidencia la baja estabilidad de la balanza de pagos.
“La brecha de un escalón entre el techo en moneda extranjera y el techo en moneda local refleja una mayor eficacia de las políticas y un endeudamiento externo relativamente bajo, compensado por la baja apertura de la cuenta de capital”, explicó Moody’s.
La mejora de la calificación local también se explica por el levantamiento progresivo de las restricciones cambiarias y de capital, considerados por Moody’s como pasos clave hacia un régimen cambiario más sostenible. La transición hacia un esquema de flotación dentro de bandas y un marco más flexible ha permitido reducir distorsiones en el mercado de divisas y mejorar la disponibilidad de moneda extranjera para cumplir con compromisos externos.
El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, sostuvo en diálogo con medios locales que “el desarme de las Letras de Financiamiento (LEFI) fue como lo habíamos anticipado, generando mayor liquidez y confianza en el mercado”.
El nuevo programa con el FMI prevé desembolsos por un total de 20.000 millones de dólares, de los cuales ya se han girado 12.000 millones. A diferencia de planes anteriores, estos recursos no están destinados a financiar el déficit fiscal, sino que buscan fortalecer la balanza de pagos y las reservas internacionales.
Además, se suman otros 6.100 millones de dólares comprometidos por bancos de desarrollo multilaterales para apoyar la estabilidad financiera del país.
Sin embargo, Moody’s alertó que, aunque las condiciones externas mejoraron, todavía no se observa una acumulación genuina de reservas internacionales independientes del apoyo de organismos multilaterales. Esta vulnerabilidad externa sigue siendo uno de los principales riesgos para la estabilidad financiera argentina.