Por Agroempresario.com
Un nuevo estudio internacional marca un hito en la ciencia climática al proyectar con alta precisión qué regiones del planeta sufrirán con mayor intensidad los efectos del calentamiento global. Desarrollado por expertos del Centro IBS de Física del Clima (ICCP) de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) y del Instituto Alfred Wegener (AWI) de Alemania, el modelo climático simula el comportamiento de la atmósfera y los océanos con una resolución sin precedentes de 9 kilómetros. El objetivo: entender en detalle cómo se distribuye geográficamente el impacto del aumento de temperatura media a escala planetaria.
Publicado en la revista científica Earth System Dynamics, el estudio utiliza supercomputadoras y un nuevo protocolo de simulación para generar escenarios realistas del clima terrestre, desde el año 1950 hasta el 2090. Los resultados revelan una distribución desigual del calentamiento global y destacan regiones especialmente sensibles, como el Ártico, los Andes, el Himalaya, el Amazonas, y la costa este de América del Norte.
Hasta ahora, muchos modelos climáticos globales operaban con resoluciones entre 50 y 100 kilómetros, lo que limitaba su capacidad para representar fenómenos atmosféricos regionales. El nuevo modelo, en cambio, captura eventos con un nivel de detalle sin precedentes, permitiendo observar con claridad:
Estos avances hacen posible prever la frecuencia e intensidad de fenómenos como lluvias extremas, tormentas tropicales o variaciones en la nubosidad que impactan directa y diferenciadamente en diversas regiones del planeta.
Uno de los hallazgos más alarmantes del estudio es que un aumento promedio de solo 1 °C en la temperatura global podría traducirse en un calentamiento de hasta 5 °C en zonas específicas. “Con solo 1 °C de calentamiento global, el Ártico siberiano y canadiense podría calentarse 2 °C y el océano Ártico hasta 5 °C”, advirtió Ja-Yeon Moon, autora principal del estudio.
Asimismo, los sistemas montañosos de los Andes, el Himalaya y el Hindu Kush experimentarían un calentamiento entre un 45% y un 60% superior al promedio global. Esta aceleración del cambio climático en zonas elevadas puede alterar de forma drástica la disponibilidad de agua, la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas.
El modelo también proyecta un aumento significativo de eventos de lluvia extrema —definidos como precipitaciones superiores a 50 milímetros por día— en regiones como:
Estos cambios no solo afectan la infraestructura urbana y rural, sino que también incrementan el riesgo de deslizamientos, inundaciones y pérdida de suelos agrícolas, lo que plantea desafíos urgentes para la seguridad alimentaria global.
El estudio identificó un fortalecimiento de fenómenos de variabilidad climática regional como El Niño-Oscilación del Sur, la Oscilación del Atlántico Norte y la Madden-Julian. Según Thomas Jung, coautor del trabajo, “la amplitud tanto de la Madden-Julian como de los eventos alternantes de El Niño y La Niña aumentará, lo que llevará a impactos más intensos en las zonas afectadas por lluvias y sequías”.
Este fenómeno puede derivar en ciclos más extremos de sequía-inundación, afectando directamente a la agricultura, la ganadería y los ecosistemas frágiles.
Para lograr esta proyección de alta precisión, el equipo científico ejecutó un modelo climático global acoplado entre atmósfera y océano. Se realizaron simulaciones específicas para los años:
El nivel de resolución de 9 kilómetros atmosféricos y entre 4 y 25 kilómetros marinos permite representar con detalle la interacción entre sistemas climáticos globales y fenómenos locales. Las simulaciones fueron posibles gracias a dos supercomputadoras y al diseño de un nuevo protocolo de modelado global.
Además, los investigadores lanzaron una plataforma interactiva de acceso abierto que permite a investigadores, gobiernos y ciudadanos visualizar mapas con variables proyectadas como temperatura, lluvias, vientos y nubosidad, facilitando la toma de decisiones a nivel local y regional.
Este avance tiene importantes implicancias prácticas. Permite una planificación territorial basada en evidencia científica, fundamental para:
Axel Timmermann, director del ICCP, enfatizó: “Nuestros modelos ahora ofrecen nuevas perspectivas regionales sobre qué esperar en términos de corrientes oceánicas, temperaturas, patrones de precipitación y extremos meteorológicos. Esperamos que este conjunto de datos sea utilizado ampliamente por planificadores, autoridades y el público”.
A diferencia de muchos informes climáticos globales que ofrecen datos agregados, esta simulación brinda información con resolución regional, algo vital para países que, como los latinoamericanos, tienen geografías complejas con selvas, montañas, llanuras y costas. Esto permitirá diseñar políticas públicas adaptadas a cada realidad geográfica, promoviendo la resiliencia climática local.
El nuevo modelo representa un llamado a la acción: aunque el calentamiento global es un fenómeno planetario, sus impactos son profundamente desiguales y locales. Entender esta dinámica es el primer paso para una adaptación efectiva, con inversiones inteligentes en agricultura, agua, infraestructura y gestión ambiental.