Por Agroempresario.com
En un nuevo escenario global caracterizado por tensiones geopolíticas y el retorno al proteccionismo comercial, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) analizó las implicancias del nuevo esquema arancelario impulsado por la administración de Donald Trump y su impacto en la economía argentina. El endurecimiento de la política comercial estadounidense, con aranceles base del 10% y recargos de hasta el 50% a importaciones desde 60 países, plantea una oportunidad concreta para el comercio exterior argentino. No obstante, la entidad enfatizó que para capitalizar este contexto, es indispensable resolver los desafíos estructurales que impiden mejorar la competitividad local.
Desde abril de 2025, Estados Unidos impuso una serie de medidas proteccionistas que afectan a socios estratégicos como China, Canadá y México. Aunque algunos recargos fueron suspendidos temporalmente, el arancel base del 10% continúa vigente, generando distorsiones en las cadenas globales de valor y obligando a empresas de todo el mundo a rediseñar sus estrategias de inversión y comercio exterior.
AmCham advirtió que estas políticas podrían provocar un impacto macroeconómico negativo a escala global, incluyendo menor demanda, desaceleración del crecimiento y aumento del riesgo financiero. Además, podrían aumentar las tensiones geopolíticas y forzar una reconfiguración del comercio mundial en función de nuevas prioridades estratégicas: nearshoring (acercar la producción) y friendshoring (priorizar socios confiables).
En este contexto global volátil, AmCham subraya que Argentina podría beneficiarse si logra adaptarse rápidamente a la nueva lógica del comercio internacional. “El escenario vigente impulsa una reconfiguración de las cadenas de valor, un incremento en la generación de acuerdos bilaterales y una mayor demanda de proveedores alternativos”, destacó el informe de la entidad.
La agroindustria, las energías renovables, la minería y la biotecnología son sectores clave con ventajas comparativas que pueden convertir a Argentina en un proveedor estratégico para Estados Unidos y otros mercados desarrollados que buscan diversificar sus cadenas de suministro.
AmCham identificó cuatro sectores estratégicos en los que Argentina puede desarrollar su potencial exportador de manera estructural:
Según AmCham, el aprovechamiento de estas oportunidades exige superar importantes barreras estructurales. La entidad propone cinco pilares para lograrlo:
“En un mundo más fragmentado e incierto, Argentina tiene condiciones para ser protagonista. Pero eso requiere reglas claras, previsibilidad y una agenda de reformas que garantice competitividad y promueva inversiones”, advirtió la cámara.
Entre los principales desafíos identificados por AmCham se destacan:
“Superar estas barreras exigirá una agenda proactiva de reformas. Esto incluye la modernización del régimen laboral, un plan integral de infraestructura logística y digital, y un esquema de incentivos que garantice beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios con horizonte de largo plazo", sostuvo el informe.
En este marco, la entidad también instó al Gobierno argentino a avanzar en acuerdos bilaterales con países clave como Estados Unidos, bajo esquemas que contemplen aranceles cero, reciprocidad tributaria, protección de la propiedad intelectual y procesos regulatorios transparentes.
“El contexto internacional abre oportunidades concretas para Argentina, pero el verdadero salto estructural dependerá del desarrollo de ecosistemas exportadores dinámicos y de una inserción estratégica en cadenas de valor globales”, concluyó AmCham.