Por Agroempresario.com
El mercado mundial de carne vacuna atraviesa una etapa de profunda reconfiguración. En un giro inesperado de los eventos, las compras estadounidenses de carne brasileña han experimentado un desplome de hasta un 80% en solo tres meses, abriendo nuevas puertas para otros actores globales, especialmente para Argentina. Mientras la administración de Donald Trump se mantiene firme en sus políticas arancelarias contra Brasil, la posibilidad de que el mercado se redistribuya podría ofrecer a Argentina una ventaja estratégica. Sin embargo, el camino hacia esta oportunidad no está exento de desafíos.
Hasta principios de 2025, Brasil disfrutaba de una relación comercial excelente con los Estados Unidos, estableciéndose como uno de los mayores proveedores de carne vacuna al mercado norteamericano. En abril de este año, las exportaciones brasileñas alcanzaron 47.800 toneladas, marcando un récord. Sin embargo, a partir de la imposición del arancel adicional del 10% por parte de la administración Trump, la situación dio un giro dramático. En menos de tres meses, el volumen de carne brasileña exportada a EE. UU. se desplomó a menos de 10.000 toneladas, lo que representa una pérdida significativa para la economía del gigante sudamericano.
Al mismo tiempo, los precios de la carne brasileña en el mercado estadounidense han aumentado. En abril, el precio promedio por tonelada alcanzaba los 5.200 dólares, y hoy ronda los 5.850 dólares, lo que representa un incremento del 12%. Este aumento de precios ha generado una situación compleja para los importadores estadounidenses, que enfrentan mayores costos por un producto que antes era más competitivo.
El panorama de la carne brasileña en los Estados Unidos está marcado por la incertidumbre. En Brasil, el presidente Lula da Silva ha centrado sus esfuerzos en buscar apoyo dentro del Mercosur y otros países que también se han visto afectados por las políticas comerciales de Trump. A pesar de sus esfuerzos, las negociaciones con Estados Unidos siguen estancadas. En este contexto, el futuro de las exportaciones brasileñas a este mercado está en peligro, lo que abre una posibilidad única para Argentina.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que Argentina se presenta como el principal candidato para ocupar el vacío dejado por Brasil en el mercado estadounidense. Los analistas prevén que, si Brasil queda fuera de las listas de proveedores de carne vacuna para EE. UU., Argentina podría aumentar su participación en este lucrativo mercado. Además, la administración de Trump estaría considerando un acuerdo que otorgaría a Argentina un acceso privilegiado, con arancel cero para el 80% de sus productos exportados a EE. UU., incluida la carne vacuna. Esto podría ser un paso crucial para la economía argentina, ya que la carne vacuna es uno de los productos más rentables en su balanza comercial.
Es importante destacar que Brasil sigue siendo un competidor formidable. El país ha sido históricamente uno de los mayores exportadores de carne vacuna del mundo, y aunque su situación en Estados Unidos se complica, Brasil sigue teniendo la capacidad de redirigir su producción hacia otros mercados. Esto implica que la competencia para Argentina aún no es fácil. A pesar de ello, Argentina sigue siendo un actor clave en la reconfiguración del comercio mundial de carne vacuna.
La ausencia de carne brasileña en los EE. UU. no solo beneficia a Argentina, sino también a otros competidores del Mercosur como Uruguay y Australia. Sin embargo, esta reorganización de los flujos comerciales traerá consigo sacrificios para estos países. Según la consultora Safras & Mercado, mientras que Argentina, Uruguay y Australia se beneficiarán de la mayor demanda en EE. UU., estos países deberán asumir una menor presencia en otros mercados. La reconfiguración global de los flujos comerciales de carne vacuna será inevitable.
Brasil, a pesar de las dificultades, podría aumentar sus exportaciones hacia otros mercados en crecimiento. Según los analistas, China será uno de los principales destinos para la carne brasileña, absorbiendo parte del volumen no vendido en Estados Unidos. Otros países como México, Rusia, Chile e incluso Argelia también están en la mira, dado que Brasil tiene una amplia red de acuerdos comerciales en el ámbito global.
En junio, una misión técnica japonesa visitó Brasil para inspeccionar las plantas frigoríficas en el sur del país. Este paso forma parte de la estrategia brasileña para abrir nuevos mercados, con Japón como una de las principales opciones. La Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne tiene la esperanza de que Brasil logre abrir el mercado japonés en el corto plazo, gracias al reciente reconocimiento internacional del país como libre de fiebre aftosa sin vacunación. Si se concreta, este acuerdo podría ofrecer a Brasil una nueva fuente de ingresos en un mercado muy exigente.
Mientras tanto, Argentina sigue mostrando un comportamiento mixto en su desempeño exportador. Según Rosgan, a pesar de un inicio de año complejo, el país cerró el primer semestre con cifras positivas en términos de precios. Si bien en junio los volúmenes exportados fueron inferiores a los del año anterior, los valores por tonelada embarcada mostraron un incremento. Este crecimiento es en parte impulsado por la demanda en Estados Unidos, que sigue siendo un comprador clave de carne vacuna argentina, y también por la firme demanda de carne de alta calidad.
En términos de volumen, las exportaciones argentinas han sido menores en comparación con los dos años previos. En junio de 2025, las exportaciones cayeron un 16,4% en comparación con el mismo mes de 2024. Sin embargo, el crecimiento en los precios medios de los productos exportados ha sido una buena noticia para los exportadores argentinos.
Agosto de 2025 se perfila como un mes clave para la toma de decisiones estratégicas. A medida que las negociaciones con Estados Unidos se intensifican, las autoridades argentinas están preparando su respuesta para maximizar los beneficios derivados de esta oportunidad. El gobierno argentino se enfrenta a una difícil tarea: capitalizar la creciente demanda sin descuidar los otros mercados clave, como China y Europa.
A nivel interno, la relación cambiaria juega un papel crucial en el futuro de las exportaciones de carne vacuna. La reciente caída del tipo de cambio ha incrementado la competitividad de los productos argentinos en los mercados internacionales. A pesar de los desafíos internos y las fluctuaciones económicas, la demanda global de carne vacuna sigue siendo fuerte.
El mercado global de carne vacuna está experimentando una reconfiguración significativa. Brasil está perdiendo terreno en su tradicional mercado estadounidense debido a las políticas de Trump, mientras que Argentina se perfila como uno de los principales beneficiarios de esta transformación. Sin embargo, la competencia sigue siendo feroz, y Uruguay, Australia y Brasil mismo están evaluando cómo redistribuir sus exportaciones para aprovechar las nuevas oportunidades.
Argentina, con su tipo de cambio más favorable, su capacidad de producción y su apertura comercial, está bien posicionada para capitalizar este cambio. Sin embargo, las decisiones políticas y comerciales que se tomen en los próximos meses serán determinantes para definir el futuro del comercio de carne vacuna global.