Por Agroempresario.com
En un contexto político de tensiones crecientes entre el Gobierno nacional y los mandatarios provinciales, un grupo de cinco gobernadores lanzó recientemente un nuevo frente electoral denominado “Grito Federal”, con el respaldo implícito de la provincia de Corrientes. Según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), este bloque no solo tiene una relevancia política considerable, sino que también representa una parte sustancial del poder económico del país.
La agrupación, integrada por los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Santa Cruz y Jujuy, tiene como objetivo posicionarse como alternativa tanto al oficialismo de La Libertad Avanza como al kirchnerismo, de cara a las elecciones presidenciales de octubre. De acuerdo con el informe de Idesa, las seis provincias que componen este espacio concentran el 21% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, el 40% de las exportaciones y el 20% de la población.
Este peso económico les otorga un rol estratégico en la eventual implementación de las reformas estructurales promovidas por el Gobierno nacional. El informe destaca que, más allá del caudal electoral, el verdadero poder de estas provincias reside en su capacidad de incidir en el diseño de políticas públicas vinculadas a la producción y el desarrollo económico.
El surgimiento del Grito Federal se dio en un marco de creciente malestar por parte de las provincias debido a la eliminación de las transferencias discrecionales por parte del Ejecutivo nacional. Esta medida impactó especialmente en los fondos automáticos, como el impuesto a los combustibles y los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN), que recientemente fueron redistribuidos mediante leyes aprobadas en el Senado. Según Idesa, estas normas tienen altas chances de ser sancionadas también en la Cámara de Diputados.
La decisión de conformar este nuevo espacio electoral responde a esa tensión, pero también a una oportunidad política: ante la debilidad del oficialismo en el Congreso y su falta de mayorías provinciales, las provincias del Grito Federal podrían convertirse en actores fundamentales para avanzar en la Agenda de Mayo, el paquete de reformas impulsado por el Gobierno.
El informe señala que el 90% de los cambios contemplados en la Agenda de Mayo requieren del acompañamiento de los gobernadores. Entre ellos, se destaca la necesidad de un nuevo acuerdo de coordinación tributaria y de una redefinición de las responsabilidades entre Nación y provincias, con el objetivo de evitar solapamientos e ineficiencias en el gasto público.
Una de las propuestas más relevantes en este sentido es la creación de un “Súper IVA”, un impuesto nacional unificado que reemplace tributos provinciales y municipales como Ingresos Brutos, Sellos y tasas sobre ventas. Idesa argumenta que esta medida permitiría dotar a la producción nacional de herramientas para mejorar su competitividad, al reducir la carga impositiva y la dispersión normativa.
Asimismo, el informe subraya que el verdadero desafío no es solo técnico o económico, sino político. Si bien el ajuste fiscal ha logrado reducir la inflación en los últimos meses, el crecimiento sostenido requiere de reglas claras y estables que no penalicen a los sectores productivos. Para eso, se necesitan mayorías legislativas y consensos federales que hoy el Gobierno no tiene garantizados.
La conformación del Grito Federal puede leerse como una respuesta defensiva ante la pérdida de recursos, pero también como una jugada ofensiva en busca de mayor protagonismo político. La coincidencia de intereses económicos entre estas provincias —fuertemente orientadas a la producción agroindustrial, energética y minera— abre la puerta a una agenda compartida que excede lo meramente electoral.
Según Idesa, si este grupo logra articular sus demandas con otras provincias de perfil similar, podría conformar una mayoría económica nacional que condicione el rumbo de las reformas. No se trataría de una alianza tradicional en términos partidarios, sino de un frente de intereses federales con peso estructural en el entramado productivo del país.
En este sentido, el documento concluye que “la necesidad política es la que convierte al ‘Grito Federal’ en una oportunidad”, tanto para el oficialismo como para la oposición. Cualquiera sea el resultado electoral, el futuro de las reformas dependerá del grado de coordinación entre Nación y provincias. Y en ese escenario, el Grito Federal emerge como un actor que, lejos de representar una minoría, podría ser clave en la reconstrucción del federalismo y el crecimiento económico argentino.