Por Agroempresario.com
Durante julio de 2025, el comercio bilateral entre Argentina y Brasil volvió a registrar un resultado negativo para el país. Según un informe de la consultora Abeceb, la balanza comercial mensual cerró con un déficit de USD 559 millones, lo que marca una tendencia preocupante para el resto del año. El saldo acumulado entre enero y julio asciende a USD 3.506 millones, frente a un superávit de USD 141 millones en el mismo período del 2024, lo que representa una reversión de USD 3.647 millones.
El flujo total de comercio bilateral durante julio alcanzó los USD 2.764 millones, un 16,7% más que el mismo mes del año anterior. Sin embargo, el crecimiento fue impulsado casi exclusivamente por las importaciones argentinas, que aumentaron un 42,4% interanual, mientras que las exportaciones cayeron un 8,2%.
El sector automotriz fue el protagonista de este desbalance: explicó el 91% del incremento en las importaciones, con una suba de USD 449 millones sobre un total de USD 495 millones adicionales. Por otro lado, las exportaciones automotrices fueron responsables de buena parte de la caída, con una baja de USD 188 millones, el doble de la disminución total registrada (USD 98 millones).
Durante julio, las importaciones desde Brasil alcanzaron los USD 1.662 millones. En el acumulado enero-julio, el aumento fue del 51,2% interanual, el mayor incremento en 15 años para un período de siete meses, según Abeceb.
Dentro del sector automotriz:
En contraste, se evidenció una fuerte baja en la importación de soja, que cayó un 46,5% interanual, con apenas USD 8,5 millones. Si bien este producto mostró cierta recuperación en meses anteriores, sigue muy por debajo de los niveles de 2024, cuando llegó a representar hasta un 25% del total importado en algunos meses.
Las exportaciones argentinas hacia Brasil totalizaron USD 1.102 millones en julio, una caída del 8,2% respecto al mismo mes del año anterior. Este retroceso corta con dos meses consecutivos de crecimiento (3,9% en mayo y 8,9% en junio). A pesar de ello, en el acumulado anual, las exportaciones mantienen una suba marginal del 0,1% frente a enero-julio de 2024.
En el sector automotor:
El sector agropecuario mostró señales mixtas:
De acuerdo a Abeceb, el déficit acumulado se explica por una combinación de factores estructurales y coyunturales. Entre ellos:
“El acumulado de 2025 es el período con mayor crecimiento importador desde 2010”, subrayó la consultora.
A pesar de algunos signos positivos, como la revaluación del real brasileño y una leve mejora de la competitividad argentina, no se espera una reversión significativa del déficit en el corto plazo.
Abeceb anticipa que el segundo semestre estará marcado por un crecimiento más moderado de las importaciones y una estabilización de las exportaciones. Sin embargo, los déficits mensuales difícilmente bajen de los USD 400-500 millones, lo que proyecta un saldo negativo de USD 6.000 millones para fines de 2025, muy por encima de los USD 308 millones registrados en 2024.
El fuerte desequilibrio en la balanza comercial con Brasil tiene impacto directo en sectores clave de la economía argentina. La industria automotriz, si bien es un motor del intercambio, también está expuesta a la competencia de vehículos y autopartes brasileñas, lo que puede afectar la producción local.
En tanto, el sector agropecuario ha logrado sostener algunos envíos gracias a la demanda brasileña de cereales, aunque productos como los lácteos pierden terreno. Las empresas exportadoras enfrentan un escenario de mayor competencia y márgenes ajustados.
Brasil sigue siendo el principal socio comercial de Argentina, y el desempeño del comercio bilateral es un indicador sensible de la salud económica de ambos países. En un contexto regional complejo, las autoridades argentinas deberán buscar nuevas estrategias de integración, promoción de exportaciones y sustitución inteligente de importaciones para reducir el impacto del desequilibrio actual.
El desafío es lograr un comercio bilateral más equilibrado y sostenible, que beneficie a ambas economías sin profundizar las asimetrías estructurales que hoy se hacen evidentes con más fuerza que nunca.