Por Agroempresario.com
El Gobierno nacional dio un paso clave para potenciar las inversiones en la minería argentina al establecer una alícuota del 0% en los derechos de exportación para 231 productos del sector. La medida, que beneficia especialmente al cobre, busca generar un clima propicio para grandes inversiones, apuntando a transformar la matriz exportadora nacional y convertir al país en un jugador relevante del mercado global.
Esta decisión se suma al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), uno de los pilares económicos del gobierno de Javier Milei, con el cual se pretende atraer capitales internacionales para grandes desarrollos productivos, con reglas claras y previsibilidad fiscal. En el sector minero, el impacto ya se percibe: el cobre, un metal esencial para la transición energética y la industria tecnológica, es ahora la estrella en ascenso.
Durante 2024, las exportaciones mineras alcanzaron los USD 4.673 millones, un 15,1% más que en 2023, según datos de la Secretaría de Minería. Este desempeño se explica mayormente por el oro, la plata y el litio, que concentraron el 95,1% de las ventas. En ese ranking, el oro aportó el 67,2%, la plata el 14,0% y el litio el 13,8%.
Cinco provincias explicaron el 98,5% de las exportaciones mineras: Santa Cruz (38,3%), San Juan (31,4%), Jujuy (16,1%), Salta (6,8%) y Catamarca (6,0%). Se trata de jurisdicciones que, por ubicación y recursos, se consolidan como epicentros de desarrollo minero nacional.
La Cámara de Empresas Mineras Argentinas (CAEM) estima que si los precios internacionales del oro y la plata se mantienen estables, en 2025 las exportaciones podrían superar los USD 5.000 millones, marcando un nuevo récord, aún con una leve baja prevista en los niveles de producción.
Desde 2018, cuando cesó la actividad de Minera La Alumbrera, la Argentina no produce cobre a gran escala. Sin embargo, el interés en este recurso se reactivó fuertemente en los últimos años, especialmente por su papel central en la descarbonización y el crecimiento de la electromovilidad. La eliminación de retenciones puede ser el factor definitivo para atraer proyectos de envergadura.
Uno de los más destacados es el “Proyecto Vicuña”, ubicado en San Juan, donde la canadiense Lundin Mining, en asociación con la australiana BHP, planea la mayor exploración de cobre del país en tres décadas. La inversión estimada asciende a USD 15.000 millones, y el proyecto podría encuadrarse dentro del RIGI, lo que ampliaría sus ventajas impositivas y aduaneras.
El potencial es enorme: según la Secretaría de Minería, las inversiones extranjeras directas podrían pasar de USD 1.388 millones en 2024 a más de USD 7.500 millones en 2026, un salto del 441%. Además, se proyecta que las exportaciones mineras podrían multiplicarse por cinco en la próxima década, alcanzando los USD 25.000 millones anuales.
San Juan, Catamarca, Salta y Jujuy concentran la mayoría de los proyectos de cobre en fase de exploración o evaluación, gracias a su cercanía con la Cordillera de los Andes. Justamente del otro lado, Chile es el líder mundial en producción de cobre, con exportaciones anuales por USD 55.000 millones.
El país trasandino implementó recientemente un nuevo esquema de royalty minero, con tasas impositivas que oscilan entre el 8% y el 26% para productores que superan las 50.000 toneladas anuales. En casos de grandes empresas, el techo de imposición puede alcanzar hasta el 46,5% de las utilidades operativas.
Este modelo genera tensiones entre competitividad y recaudación. Por eso, la estrategia argentina de reducir impuestos al mínimo pretende posicionar al país como una opción más atractiva para las multinacionales del sector.
Según CAEM, los anuncios de inversión vinculados al cobre alcanzaron los USD 5.600 millones entre 2019 y 2024. Aunque el litio lidera en este rubro con casi USD 13.000 millones en el mismo período, el cobre podría revertir esa relación en los próximos años si se concretan los nuevos proyectos.
En total, el país tiene casi 70 proyectos mineros en distintas etapas, y se estima que las inversiones superarán los USD 33.000 millones. Solo en 2024, las compañías destinaron USD 493,4 millones a exploración, la segunda cifra más alta de la historia, detrás de los USD 515,6 millones invertidos en 2012.
El cambio de reglas, sumado a la estabilidad macroeconómica y el interés internacional por minerales estratégicos, podría colocar a la Argentina en el mapa de los grandes productores de cobre.
La decisión de eliminar las retenciones a las exportaciones mineras es un gesto claro del Gobierno para posicionar a la Argentina como destino de inversiones estratégicas. Con una demanda global sostenida y un mercado ávido de metales para la transición energética, el país tiene ahora una oportunidad histórica de capitalizar sus recursos, generar divisas, empleo y desarrollo en regiones clave.
El cobre, lejos de ser un actor menor, comienza a emerger como el próximo gran protagonista de la minería nacional.