Por Agroempresario.com
Esta semana, el Ministerio de Economía deberá afrontar un vencimiento de deuda en pesos cercano a los 15 billones, en una licitación que concentrará la atención del mercado financiero. El foco estará puesto en la tasa de interés que el Tesoro convalidará para renovar las Letras Capitalizables (Lecap) y en las implicancias de ese costo sobre el financiamiento al sector privado.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó que el vencimiento de esta semana será de 14,8 billones de pesos. Esta cifra es menor a los más de 20 billones que se estimaban días atrás debido a un canje reciente entre el Ministerio de Economía y el Banco Central.
Quirno detalló que, además, a fines de agosto se sumará otro vencimiento por 8,3 billones de pesos. La aclaración se hizo para evitar confusiones que surgen al incluir en el cómputo las Lecap en poder del BCRA, que se refinancian fuera de las licitaciones y a precios de mercado.
Según el funcionario, la estrategia financiera seguirá coordinada con la política monetaria, evitando un exceso de pesos en circulación que pueda presionar sobre el tipo de cambio.
En las últimas semanas, el Gobierno se vio obligado a convalidar tasas de interés más altas tras el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi). Esa medida liberó aproximadamente $10 billones al mercado, lo que generó volatilidad en las tasas en pesos y en el dólar.
Para estabilizar la situación, el Tesoro comenzó a ofrecer mayores rendimientos en las licitaciones de Lecap. Actualmente, el interés mensual se ubica por encima del 3,3 %, más del doble de la inflación registrada en el último mes.
Analistas como LCG advierten que, con un nivel de liquidez más ajustado, será difícil que el Tesoro logre renovar el 100 % de los vencimientos. El último canje con el Banco Central dejó en manos privadas una parte significativa del total, lo que obligará a competir más intensamente por el dinero disponible.
Desde el Banco Comafi, estiman que las entidades financieras podrían optar por aumentar su liquidez (“hacerse de caja”) en lugar de reinvertir todo en Lecap, lo que reduciría el nivel de rollover. En este escenario, la demanda se concentraría en títulos de plazos cortos.
Por su parte, la consultora 1816 destacó la intervención intermitente del Banco Central en el mercado de pases a un día. Entre el 15 de julio y el 4 de agosto, la autoridad monetaria actuó como tomador en 8 de 15 ruedas para absorber pesos, algo que consideran llamativo en un régimen donde la tasa debería ser endógena.
El equipo económico ha insistido en que no liberará pesos al mercado para abaratar la tasa de interés. Sin embargo, algunos analistas no descartan que, frente a una licitación complicada, se evalúe alguna flexibilización.
El dilema es que una inyección de liquidez podría aliviar las tasas a corto plazo, pero también podría alimentar la presión cambiaria y la inflación.
La suba de la tasa de interés empieza a preocupar a los sectores productivos. La consultora Orlando J. Ferreres & Asociados advirtió que, a pesar del repunte de la actividad económica en junio (0,7 % mensual), se observa una desaceleración generalizada y una mayor disparidad entre sectores.
En el corto plazo, señalan dos riesgos principales:
El Banco Central reportó el viernes pasado que la tasa de adelantos en cuenta corriente para empresas fue de 62,72 % anual, 26 puntos más que hace un mes. Esto encarece directamente el financiamiento corporativo y reduce la inversión.
En un contexto de costos financieros crecientes, las consultoras que participan de la encuesta del BCRA ajustaron a la baja sus proyecciones para el tercer trimestre. Aunque todavía estiman un crecimiento del 5 % del PBI anual, advierten que este objetivo podría ponerse en riesgo si la política de tasas elevadas se prolonga.
Las expectativas del mercado para esta licitación son moderadas. Si bien el Tesoro ha logrado renovar vencimientos de magnitud en el pasado, la combinación de menor liquidez, tasas altas y mayor competencia por financiamiento podría limitar el resultado.