Por Agroempresario.com
En un contexto económico marcado por la estabilización fiscal y la baja de la inflación, Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), planteó una advertencia clara: “No se puede ordenar la macro y no ordenar la micro”. Sus declaraciones, realizadas en un almuerzo organizado por el Rotary Club, combinaron elogios al Gobierno de Javier Milei por su política de disciplina fiscal con un reclamo urgente por reformas estructurales que reduzcan el “costo argentino” y fortalezcan la competitividad del sector privado.
Rappallini reconoció que en los últimos meses se ha visto un plan de normalización económica, con un fuerte énfasis en la reducción del déficit fiscal y en la contención de la inflación. Sin embargo, advirtió que este avance macroeconómico no es suficiente si no se acompaña de medidas microeconómicas que permitan a las empresas competir en igualdad de condiciones frente a otros países.
“Sin discutir el tipo de cambio, hoy somos un 25% más caros que Brasil, México y otros competidores regionales, por cuestiones estructurales propias”, afirmó.
El dirigente industrial subrayó que para impulsar el crecimiento y el empleo privado es necesario “nivelar la cancha”. Explicó que mientras en Corea del Sur hay casi 25 millones de trabajadores privados para una población de 51 millones, y España supera los 14 millones, en Argentina el empleo privado formal lleva más de una década estancado en torno a seis millones de personas.
Su propuesta pasa por un nuevo acuerdo productivo que brinde estabilidad, competitividad y confianza a los empresarios. Esto implica reformas laborales, tributarias y de infraestructura, así como políticas que reduzcan la presión impositiva.
Rappallini también hizo referencia a las políticas económicas de los gobiernos anteriores, que según él fomentaron un sistema dependiente del gasto público y la protección excesiva. “Gran parte de la industria pudo vivir gracias al gasto público, pero eso generó un esquema inviable que deterioró el mercado laboral, la infraestructura y aceleró la inflación”, sostuvo.
Entre las medidas urgentes que planteó el titular de la UIA destacan:
Según Rappallini, la presión fiscal normativa en Argentina supera el 50% del PBI, aunque la recaudación efectiva se ubica por debajo de los 30 puntos. Esta disparidad, señaló, incentiva la evasión y desalienta la inversión. “Si no bajamos esa estructura de distorsiones, será cada vez más difícil producir, transportar, vender y distribuir”, advirtió.
El presidente de la UIA remarcó que la apertura comercial debe ir acompañada de mejoras internas. “Todos los países enfrentan la competencia de las importaciones, pero el desafío es darles a las empresas herramientas para competir. En Argentina abrimos la economía sin resolver las distorsiones, y eso deja a muchas cadenas productivas fuera del mercado”, explicó.
Rappallini cerró su intervención con un llamado a apoyar la producción nacional:
“No van a venir marcianos a desarrollar el país. Necesitamos respaldar a las empresas locales, porque no nos sobran compañías ni empleo privado”.