Por Agroempresario.com
El banco internacional UBS, una de las entidades financieras más relevantes a nivel global, emitió un informe que pone el foco en dos variables centrales para el futuro de la economía argentina: la acumulación de reservas internacionales y el resultado de las elecciones legislativas. Según la entidad, estos factores serán determinantes para la sostenibilidad del plan económico impulsado por Javier Milei y para el regreso del país a los mercados internacionales de crédito.
En su reporte titulado "Argentina: La inflación se toma una siesta, las reservas necesitan un espresso", UBS resaltó que la mejora de los indicadores macroeconómicos en los últimos meses se debe a disciplina fiscal, control de la inflación y respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, advirtió que sin un fortalecimiento sostenido de las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el proceso de recuperación podría perder impulso.
El informe subraya que, si se logra recomponer el nivel de reservas y consolidar la conducción política de la coalición oficialista, el rendimiento de los bonos soberanos argentinos podría caer por debajo del 10%, mejorando la percepción internacional y allanando el camino para un acceso progresivo al financiamiento externo.
De acuerdo con UBS, las reservas internacionales netas se encuentran actualmente 2.000 millones de dólares por debajo de la meta fijada por el FMI. La brecha obedece, entre otros motivos, al pago de compromisos de deuda externa, el incremento de importaciones y las presiones cambiarias.
Frente a este escenario, el FMI y el Gobierno argentino acordaron redefinir el objetivo de reservas netas para fines de 2025, estableciendo un nuevo piso de USD 2.600 millones negativos. Esta meta, más flexible que la original, busca dar margen de maniobra para sostener la estrategia económica hasta que el contexto político y macroeconómico permita acelerar la recomposición de activos del BCRA.
UBS señala que, si bien el ritmo de acumulación sigue siendo lento, el panorama podría mejorar tras las elecciones, en caso de que disminuya el riesgo político y se mantenga el control inflacionario.
El informe destaca que la inflación núcleo cayó a 1,7% mensual en junio, el nivel más bajo en cinco años, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general se ubicó en 1,6% mensual, por debajo de las proyecciones del mercado.
En materia fiscal, el Gobierno alcanzó un superávit primario equivalente al 0,9% del PBI en el primer semestre de 2025. La mejora se explicó por un aumento en la recaudación —en especial del IVA y las contribuciones a la Seguridad Social— que superó el crecimiento del gasto. Aunque el gasto social creció por ajustes automáticos y bonos para jubilados, las transferencias en subsidios y la inversión pública se mantuvieron contenidas.
UBS comparó a Argentina con otros países con calificación crediticia CCC+, como Ecuador, Ghana, Sri Lanka, Túnez y Surinam. Según el banco, Argentina sobresale por tener el mayor PBI per cápita del grupo, crecimiento real positivo y una carga de deuda e intereses sobre el PBI inferior al promedio de sus pares.
Este diferencial, sumado a una política económica consistente, podría facilitar mejoras en la calificación crediticia y reactivar la confianza de los inversores internacionales.
El estudio también evaluó la reciente emisión de Bontes —bonos en pesos ajustados por índices y suscriptos en dólares—, cuyo rendimiento inicial fue de 29,5%. Aunque el dato refleja la percepción de riesgo, UBS consideró que el canje representó un primer paso hacia la reapertura del mercado internacional de capitales.
La participación de inversores extranjeros en esta colocación mostró cierto interés renovado por los activos argentinos, algo que podría consolidarse si la economía mantiene su curso actual y las elecciones refuerzan el liderazgo legislativo del oficialismo.
UBS advirtió que la segunda mitad de 2025 será decisiva. Entre las oportunidades, resaltó:
En cuanto a los riesgos, mencionó:
El mensaje de UBS es claro: la sostenibilidad del plan Milei no depende únicamente de la gestión económica, sino también de la capacidad de acumular reservas y fortalecer la gobernabilidad tras las elecciones.
Si estos objetivos se cumplen, Argentina no solo podrá mejorar su calificación y bajar el costo de financiamiento, sino también reinsertarse en los mercados internacionales con mayor previsibilidad.