Por Agroempresario.com
La historia de Din Bisevac es un claro ejemplo de cómo la reinvención personal y profesional puede transformar un destino empresarial. A los 26 años, este joven alemán pasó de ser una figura reconocida en YouTube a convertirse en CEO de Buena, una startup inmobiliaria tecnológica que logró pasar de la incertidumbre financiera a levantar una ronda de inversión Serie A por 58 millones de dólares, con el liderazgo de Google Ventures.
Desde muy pequeño, Bisevac se destacó como creador de contenido en Alemania. Con un estilo similar al de Jimmy Fallon, conducía entrevistas en YouTube que lo posicionaron como referente juvenil. A los nueve años lanzó su propia marca de ropa, que rápidamente ganó popularidad entre sus seguidores. Sin embargo, por decisión familiar dejó de lado la fama digital para enfocarse en nuevos desafíos.
Ese impulso creativo nunca desapareció. Con apenas 13 años comenzó a trabajar como diseñador de productos en una empresa de informática local. A partir de entonces, la combinación entre creatividad, diseño y visión tecnológica se convirtió en el motor de su desarrollo profesional.
En 2021, Bisevac asumió como CEO de Buena, una compañía de alquiler de propiedades en Alemania que atravesaba serias dificultades. La empresa ya había consumido 14 millones de dólares y su modelo de negocio —basado en el arbitraje de alquileres— resultaba poco sostenible. El joven líder emprendió un giro estratégico: transformó a Buena en una plataforma tecnológica enfocada en la administración digital de propiedades.
Hoy, la empresa ofrece soluciones integrales para propietarios: publicación de departamentos, coordinación de visitas, verificación de inquilinos, organización del mantenimiento y contratación de servicios. Todo desde un sistema automatizado que simplifica procesos y mejora la experiencia de los usuarios.
En la actualidad, Buena administra más de 60.000 departamentos en Alemania y ya alcanza ingresos recurrentes anuales de 25 millones de dólares. Su clientela abarca tanto a pequeños propietarios como a grandes inversores institucionales con cientos de unidades bajo gestión.
El cambio de imagen de la compañía es notorio en un país donde, según Bisevac, la administración de propiedades tenía “una reputación terrible”. Con un enfoque práctico, Buena se presenta ante los clientes no como una firma tecnológica abstracta, sino como un socio que simplifica la gestión inmobiliaria.
Más allá del crecimiento en Alemania, la meta de Bisevac es ambiciosa: democratizar el acceso a la inversión inmobiliaria. El joven CEO compara su proyecto con lo que hizo Robinhood en el mundo financiero: abrir las puertas del mercado a nuevas generaciones que, hasta ahora, solo invertían en ETF, acciones o criptomonedas.
La visión de Buena es convertirse en una plataforma integral que acompañe al usuario en todo el proceso: desde encontrar un departamento hasta comprarlo, financiarlo y administrarlo. La reciente inversión permitirá expandir sus operaciones y sentar bases para desembarcar en Estados Unidos, un mercado de 50 billones de dólares en bienes raíces.
Aunque dejó atrás su faceta como estrella infantil, Bisevac reconoce que las habilidades narrativas y comunicacionales adquiridas en YouTube son hoy un activo clave para liderar su empresa. Esa capacidad de conectar con audiencias, de contar historias y de generar confianza, ahora la traslada al mundo de los negocios y la innovación tecnológica.
El recorrido de Din Bisevac demuestra cómo la reinvención personal puede impactar en sectores tradicionales como el inmobiliario, abriendo el camino hacia una nueva forma de entender la propiedad y la inversión.