Por Agroempresario.com
En la aviación agrícola, contar con un mecánico de confianza es tan esencial como en cualquier otro vehículo, pero con protocolos mucho más estrictos. Germán Guglielmo, gerente comercial de CG Turbines, empresa familiar con más de 30 años de trayectoria, explica cómo se realiza el mantenimiento de las turbinas, el corazón de los aviones Tractor, para garantizar la seguridad de las tripulaciones y la eficiencia en los vuelos.
La turbina PT6A – 34AG, de Pratt & Whitney, es la más utilizada en estos aviones y la que mayor frecuencia de servicio recibe en el taller de CG Turbines, ubicado en la base aérea de Morón, con más de 1.800 metros cuadrados.
A diferencia de otros mecánicos, que esperan la llegada de los clientes, el equipo de Guglielmo se traslada al campo y retira únicamente el motor del avión para su control o reparación, un procedimiento imposible en autos o camiones.
El mantenimiento se realiza según horas de vuelo o ciclos de despegue y aterrizaje. A las 100 horas se ejecuta un servicio básico, equivalente al “agua y aceite” de los vehículos tradicionales. A las 400 horas, se revisan los inyectores y se inspecciona el interior de la turbina con fibra óptica y cámaras especiales, sin necesidad de desarmarla completamente.
Las revisiones más completas, que implican desmontar piezas y revisar las “zonas calientes” del motor, se realizan a las 1.800 y 3.600 horas, garantizando que cada turbina funcione de manera óptima durante su vida útil.
“Hay que hacer el service correspondiente en tiempo y forma, como cualquier vehículo”, destaca Guglielmo. Según el especialista, la falta de mantenimiento adecuado puede generar casos extremos, especialmente en la aviación agrícola, donde el desgaste del motor es mayor y las condiciones de vuelo más exigentes.
Más allá de las regulaciones de la ANAC, que exigen acreditar las inspecciones periódicas, el control preventivo asegura la seguridad de los pilotos y la correcta operación de los aviones en tareas críticas de fumigación y siembra aérea.
La empresa familiar lleva décadas especializándose en turbinas, consolidándose como referente en el sector agrícola. Su enfoque combina mantenimiento preventivo, inspecciones técnicas y reparaciones especializadas, adaptadas a las exigencias del campo y la aviación profesional.
El compromiso de Guglielmo y su equipo es claro: garantizar que cada motor funcione al máximo, evitando accidentes y prolongando la vida útil de los aviones agrícolas. La prevención, la experiencia y el control técnico son la base de su trabajo diario.