Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino lanzó oficialmente la licitación de cinco centrales hidroeléctricas del Comahue, en un proceso que busca recaudar cerca de US$500 millones. La iniciativa se enmarca en la estrategia de atraer inversión privada al sector energético y fortalecer la infraestructura eléctrica del país.
La licitación incluye a Alicurá, El Chocón, Arroyito, Cerros Colorados, Planicie Banderita y Piedra del Águila, ubicadas sobre los ríos Limay y Neuquén, en las provincias de Río Negro y Neuquén. En conjunto, suman una potencia instalada de 4170 MW, equivalente al 10% de la energía eléctrica nacional.
Según el pliego de Bases y Condiciones, la reprivatización se realizará por 30 años, siguiendo un esquema similar al aplicado en 1993 durante la administración de Carlos Menem. Las empresas interesadas deberán presentar sus ofertas técnicas y económicas antes del 23 de octubre a las 16 horas, y la apertura de sobres se llevará a cabo ese mismo día a las 17.
El esquema establece que inicialmente el 95% de la energía producida se venderá a través del sistema regulado y el 5% restante de manera libre. Esta proporción aumentará progresivamente hasta que, en el año 21 de la concesión, el 100% de la energía pueda comercializarse libremente.
Las provincias de Río Negro y Neuquén recibirán regalías equivalentes al 12% del precio de venta de la energía, además de un canon provincial del 2% por el uso del recurso hídrico, que se repartirá de manera equitativa entre ambas jurisdicciones.
La Secretaría de Energía destacó que la medida apunta a optimizar la gestión de los recursos estratégicos del país, priorizando la inversión privada, la transparencia en los procesos licitatorios y la eficiencia en la operación de las centrales hidroeléctricas.
La antigüedad de estas infraestructuras implica desafíos significativos. Por ejemplo, El Chocón, inaugurado en 1973, requiere inversiones sustanciales para extender su vida útil y garantizar seguridad y eficiencia operativa. Las empresas adjudicatarias deberán destinar recursos para modernizar equipos, optimizar la gestión de los embalses y mantener estándares ambientales.
El Gobierno espera que la reprivatización fortalezca el sistema eléctrico nacional, mejore la confiabilidad del suministro y fomente la competitividad del sector. Además, la venta permitirá captar capital fresco para inversiones y reducir la presión fiscal sobre la energía, al tiempo que se incentiva la participación de empresas privadas.
La segunda etapa del plan de privatización de Energía Argentina (Enarsa), regulada por el decreto 286/2025, busca consolidar un esquema energético más eficiente y con mayor involucramiento privado, contribuyendo al crecimiento económico y al abastecimiento estable para los próximos años.
Analistas del sector energético consideran que la licitación representa una oportunidad estratégica para modernizar el parque hidroeléctrico y atraer inversión internacional. Asimismo, la medida podría estimular la creación de empleos locales, fortalecer las cadenas de valor regionales y mejorar la sostenibilidad del suministro eléctrico en Argentina.
Por su parte, las provincias involucradas se benefician directamente con regalías y el canon provincial, lo que permitirá invertir en infraestructura regional, proyectos sociales y programas de desarrollo local.