Por Agroempresario.com
En medio de un escenario global de creciente demanda energética, YPF acelera sus gestiones internacionales para posicionar a la Argentina como un jugador de peso en el negocio del gas natural licuado (GNL). El CEO de la compañía, Horacio Marín, mantuvo una agenda de reuniones estratégicas en Italia con los máximos directivos de Shell, ENI, Exxon, Samsung y Wison, cinco de las corporaciones más influyentes del sector a nivel mundial.
“Cerramos todo. En dos meses van a ver cosas que no van a poder creer”, afirmaron desde YPF tras el cierre de la ronda de encuentros. La primera reunión tuvo lugar en Milán con Shell, seguida de un encuentro nocturno con ENI. Luego fue el turno de los fabricantes de barcos Wison y Samsung, para culminar con ExxonMobil.
Si bien Exxon no planea regresar como inversor en la Argentina, avanzan las conversaciones para convertirse en comprador del gas del megaproyecto, rol clave en la industria bajo la figura de “off-taker”. El interés de la compañía norteamericana es contar con un proveedor confiable en Sudamérica, región donde aún no tiene presencia, para optimizar su abastecimiento energético.
Aunque Shell y ENI mantienen cautela en sus declaraciones públicas, ambas compañías reconocen el potencial del proyecto. En el stand de ENI se exhibió un video del acuerdo firmado con YPF, en el que se destacan los barcos licuefactores proyectados con capacidad de 12 MTPA (millones de toneladas por año), cifra que cuadruplica la de otros proyectos internacionales como los de Congo (2,4 MTPA) o Mozambique (3,4 MTPA).
Desde YPF confirman que serán tres barcos licuefactores, aunque mantienen bajo reserva la capacidad final de los mismos, dejando entrever que podría superar las estimaciones iniciales.
Otro aspecto diferencial será la explotación en áreas de wet gas (gas húmedo), que además de gas natural aportará producción de petróleo. Esta decisión busca robustecer la rentabilidad del proyecto, permitiendo ingresos adicionales. Según proyecciones de YPF, se generarían 200.000 millones de dólares en exportaciones de gas y 150.000 millones en petróleo en 20 años.
Esto implicará ventas adicionales de unos 7.500 millones de dólares por año en petróleo, lo que demandará la construcción de un nuevo oleoducto paralelo al VMOS, con capacidad superior a los 100 mil barriles diarios.
Uno de los elementos más innovadores es la decisión de apostar por barcos licuefactores en lugar de plantas en tierra (onshore). “La tendencia de la industria es ir hacia el floating LNG porque resulta mucho más rentable. No va a haber más plantas onshore salvo en Qatar”, señalaron desde YPF.
En este mercado, Wison y Samsung concentran la mayor parte del market share. La empresa china, además de la construcción de los barcos, ofrece servicios integrales de ingeniería, instalación, puesta en marcha y financiamiento.
Cada barco representa una inversión estimada en 3.000 millones de dólares, con un plazo de construcción de 33 meses, sumado al traslado a la Argentina y la puesta a punto operativa.
Con estas gestiones, YPF busca consolidar su rol como exportador de GNL en un mercado en expansión. La alianza con empresas líderes internacionales no solo asegura financiamiento y tecnología, sino también clientes de escala global capaces de dar sostenibilidad a largo plazo al proyecto.
Italia fue el escenario elegido para avanzar en estas definiciones, pero el impacto se proyecta directamente sobre Vaca Muerta y la economía argentina en su conjunto. El GNL podría convertirse en una de las principales fuentes de divisas para el país en la próxima década.