Por Agroempresario.com
La Unión Industrial Argentina (UIA), bajo la presidencia de Martín Rapallini, presentó su propuesta de reforma impositiva y laboral, buscando recuperar la competitividad del sector industrial y promover la inversión privada. Mientras el Gobierno analiza anunciar sus propias reformas para retomar iniciativa política tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la UIA decidió salir a la cancha con un esquema integral que combina reducción de impuestos, incentivos a la producción y modificaciones laborales estratégicas.
Según los industriales, cualquier reforma tributaria debe priorizar al sector transable, buscando disminuir la presión fiscal sobre empresas productivas y eliminar los impuestos distorsivos que afectan la inversión y la competitividad. En este sentido, la UIA hace hincapié en el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, conocido como impuesto al cheque, que debería eliminarse o tomarse a cuenta de IVA y Ganancias para todo el sector industrial, hasta avanzar hacia su eliminación definitiva.
En el caso del Impuesto a las Ganancias, la UIA propone reducir las alícuotas para las empresas, que hoy se ubican en el 35%, acercándolas al promedio de la OCDE, que es del 25%. Además, plantean la creación de un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con beneficios que incluyan amortización acelerada en Ganancias y devolución anticipada de IVA. Este esquema, aseguran, brindaría seguridad jurídica a las empresas, permitiendo estabilidad a largo plazo más allá de cambios políticos.
La UIA también plantea la promoción de inversiones de menor escala, no solo grandes proyectos, para incentivar la actividad productiva en todo el país y dinamizar la industria nacional. Según los industriales, estos incentivos permitirán consolidar un ambiente más atractivo para capitales locales y extranjeros.
En materia de comercio exterior, los industriales proponen la eliminación de retenciones a las exportaciones y la revisión de los reintegros, con el objetivo de promover la salida de productos con valor agregado. Asimismo, solicitan un abordaje integral frente a la presión fiscal subnacional, incluyendo Ingresos Brutos y tasas municipales, considerando que la reforma debe coordinarse entre Nación y provincias.
Para la UIA, reducir la presión fiscal sobre el sector formal, al que la industria contribuye de manera significativa, incrementará la recaudación mediante el crecimiento de la actividad económica y el PBI, consolidando un círculo virtuoso entre competitividad y desarrollo económico.
En el plano laboral, la UIA propone revisar las normas incluidas en el DNU 70, priorizando mejoras en la registración, simplificación de avisos y procesos administrativos. Un eje central de la reforma laboral es la ley de riesgos del trabajo, que requiere una mesa de discusión con todos los actores involucrados para evitar el uso indebido del sistema y garantizar la protección de los trabajadores.
Entre los puntos destacados se incluyen la mejora en la generación de comisiones médicas, la relación entre el baremo y su aplicación práctica, la revisión de plazos de licencias, preavisos y la convalidación de certificados médicos. La UIA apunta a un sistema virtuoso que cumpla su función de cobertura de riesgos, sin generar distorsiones ni litigios innecesarios.
Además, los industriales consideran fundamental que la reforma laboral permita equilibrar derechos y obligaciones, fomentando un marco que incentive la formalización laboral y mejore la competitividad del sector productivo.
Con esta iniciativa, la UIA busca anticiparse a los anuncios del Gobierno y consolidar su influencia en la discusión sobre reformas económicas y laborales. El sector industrial considera que estas medidas son esenciales para recuperar competitividad, atraer inversión, mejorar la productividad y fortalecer la presencia argentina en los mercados internacionales.
El presidente de la UIA, Martín Rapallini, subraya que la combinación de rebaja impositiva, incentivos a la inversión y cambios en la normativa laboral puede significar un punto de inflexión para la economía productiva, especialmente en un contexto de alta presión fiscal y complejidad normativa.
Por otro lado, los industriales enfatizan que la coordinación entre el Gobierno nacional y las provincias es clave para que las reformas tengan un impacto real y sostenido, evitando contradicciones y asegurando un marco estable para la industria.
En conclusión, la propuesta de la UIA apunta a un paquete integral de medidas: reducción de impuestos distorsivos, implementación del RIGI, eliminación de retenciones y reintegros ineficientes, y ajustes laborales que garanticen protección sin distorsionar el mercado. La expectativa es que estas medidas fortalezcan la competitividad, impulsen la inversión y contribuyan al crecimiento sostenido del sector industrial argentino.