Por Agroempresario.com
Entre las sierras y ríos del norte del Valle de Punilla, al pie de las Sierras Chicas, se encuentra Bialet Massé, un pueblo cordobés que combina historia, naturaleza y serenidad. Ubicado a solo 48 kilómetros de Córdoba capital, este destino suele pasar desapercibido en los mapas turísticos, pero quienes lo visitan descubren un entorno ideal para desconectarse del ritmo urbano y disfrutar de paisajes únicos.
El nombre del pueblo rinde homenaje al abogado y médico catalán Juan Bialet Massé, impulsor de la construcción del dique San Roque, cuya impronta histórica aún se percibe en distintos rincones del lugar. El casco urbano, atravesado por la Ruta Nacional 38, funciona como puerta de ingreso al Valle de Punilla y ofrece refugio a quienes buscan descanso durante los meses cálidos del año.
La riqueza natural de Bialet Massé se hace evidente desde la primera visita. El río Cosquín, en el balneario municipal, es el espacio favorito de locales y turistas: una pileta natural rodeada de playitas de arena donde se puede disfrutar de agua fresca a pocos metros del centro.
A pocos minutos, las Barrancas Bermejas, también conocidas como “Labios del Indio”, muestran un paisaje rojizo sobre la ribera del río. Sus formaciones rocosas albergan aves autóctonas y ofrecen un lugar ideal para la pesca o para simplemente contemplar cómo el agua erosiona lentamente la piedra, creando un escenario único de tranquilidad y belleza.
La historia también tiene su espacio en este pueblo. El horno histórico de cales hidráulicas, utilizado en la construcción del dique San Roque, recuerda la visión de Juan Bialet Massé. El Museo y Casa de la Cultura invita a conocer su legado, mientras que el circuito religioso suma lugares singulares, como la gruta de la Rosa Mística o la Capilla San Plácido, una construcción neogótica levantada dentro de un tanque australiano que sorprende a todos los visitantes.
Además, Bialet Massé cuenta con propuestas culturales originales. El Museo del Hincha de Fútbol, único en el mundo, es una parada obligada para fanáticos y curiosos, y el Mercado de Artesanías y Arte Popular, junto a la oficina de turismo, exhibe lo mejor del arte local, fomentando la identidad cultural del pueblo.
La localidad ofrece variadas opciones de alojamiento, que incluyen cabañas, hosterías y hoteles, junto a bares, parrillas y restaurantes que sirven platos caseros a buen precio. Esto garantiza una estadía tranquila, cómoda y en contacto directo con la naturaleza.
Bialet Massé se confirma como un secreto cordobés que merece ser descubierto en cualquier época del año. Su combinación de paisajes serranos, ríos cristalinos, patrimonio histórico y una comunidad acogedora convierte al pueblo en un destino ideal para quienes buscan relajarse y reconectar con la autenticidad de Córdoba.