Por Agroempresario.com
Francisco Ratto, intendente de San Antonio de Areco, Provincia de Buenos Aires, fue uno de los oradores destacados del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero. Durante su exposición, Ratto destacó la importancia de conservar la historia y las tradiciones de su ciudad mientras se avanza hacia la modernización y el desarrollo sostenible.
En un relato que combinó historia, cultura y planificación urbana, Ratto explicó cómo San Antonio de Areco, a 120 kilómetros de la Capital Federal, logra convivir entre tradición y futuro, manteniendo su identidad histórica al tiempo que se adapta a los desafíos del siglo XXI.
San Antonio de Areco: historia y tradición
El intendente comenzó su disertación destacando las raíces históricas de la ciudad. “Vengo de San Antonio de Areco, el mismo lugar donde nació Juan Hipólito Vieytes, y donde también se desempeñaron personajes históricos como Ramón Vieytes y los hermanos Alejo y Vicente Castex, quienes participaron activamente en la Revolución de Mayo y en la redacción del primer reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina”, recordó Ratto.
San Antonio de Areco, con más de 350 años de historia, se consolidó como un punto estratégico en el Camino Real, conectando Buenos Aires con el Alto Perú, Córdoba y Rosario. Esta ubicación permitió que figuras históricas como José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Facundo Quiroga y Charles Darwin pasaran por la ciudad, fortaleciendo su valor patrimonial y cultural.
“Somos muy orgullosos de nuestra historia y muy humildes a la vez. Todo lo que ocurrió en Areco nos enriquece y nos desafía a preservar nuestras tradiciones mientras abrazamos la modernidad”, destacó el intendente.
Ratto explicó que, aunque San Antonio de Areco puede considerarse una ciudad pequeña, mantiene un gran sentido de comunidad y proximidad. “Ir a la panadería puede llevar una hora, y eso es parte de nuestra vida cotidiana, de nuestra identidad. Somos pueblos grandes o ciudades pequeñas, donde todavía todos nos conocemos”, enfatizó.
El intendente también comparó la estructura de San Antonio de Areco con otras localidades cercanas como Saladillo y Arrecifes, destacando que la distancia entre ciudades históricas del área responde a la capacidad de desplazamiento de antaño: aproximadamente 60 kilómetros, lo que correspondía a la distancia que un viajero podía recorrer a caballo en un día, con seguridad y comodidades mínimas en cada posta.
Uno de los puntos centrales del discurso fue la importancia cultural de San Antonio de Areco. Ratto mencionó a Ricardo Güiraldes, autor de Don Segundo Sombra, quien puso la vida del gaucho argentino en el mundo, destacando la identidad y la hospitalidad de la ciudad. “Don Segundo Sombra" se escribió hace casi 100 años y proyecta la esencia de nuestra ciudad: ruralidad, amabilidad y un sentido de comunidad único”, señaló.
El turismo en la ciudad refleja esta identidad histórica, con más de 1.500 camas hoteleras y 70 emprendimientos gastronómicos, así como una rica tradición artesanal. Familias como los Draghi destacan internacionalmente por su excelencia en artesanía, llevando la producción local a mercados extranjeros.
Ratto destacó que San Antonio de Areco busca modernizarse sin perder su esencia histórica. “Podemos convivir perfectamente lo antiguo con lo moderno, preservar nuestras tradiciones y, al mismo tiempo, incorporar avances tecnológicos y sostenibilidad ambiental”, afirmó.
La ciudad ha implementado políticas de buenas prácticas agrícolas, protección ambiental y regulación industrial para garantizar que el desarrollo económico no comprometa su patrimonio histórico ni la calidad de vida de los habitantes. El turismo, que representa cerca del 25% de la economía local, depende del mantenimiento de estas tradiciones y del cuidado del casco histórico.
Ratto subrayó la importancia de contar con leyes de patrimonio y códigos de ordenamiento territorial que protejan la ciudad frente a cambios abruptos o desarrollos desordenados. “Perder nuestro patrimonio histórico significaría comprometer el 25% de nuestra economía. Por eso defendemos estas leyes a muerte”, afirmó.
El ordenamiento territorial y la actualización constante de códigos de preservación permiten equilibrar turismo, producción agropecuaria e industria, asegurando que los desarrollos urbanos no afecten la identidad de la ciudad. Esto incluye la regulación de ruidos, efluentes y olores en contextos turísticos y la protección de los espacios públicos y plazas.
Otro eje central fue la educación como motor de desarrollo regional. San Antonio de Areco cuenta con un sistema educativo integral, que abarca desde los 45 días de vida hasta la Universidad Nacional de San Antonio de Areco, ofreciendo grados y posgrados que fortalecen la formación local.
“El trabajo conjunto con la universidad nos permite alcanzar consensos más imparciales y sostenibles, especialmente en decisiones relacionadas con patrimonio, ordenamiento territorial y planificación urbana. Esto evita que los cambios dependan de los ciclos políticos”, explicó Ratto.
San Antonio de Areco combina turismo, producción agropecuaria e industria artesanal. La ciudad cuenta con legislación específica para el uso de fitosanitarios y delimitación de áreas productivas, garantizando que el avance del Gran Buenos Aires no comprometa la actividad local ni la identidad histórica.
“El turismo y la artesanía dependen de preservar la historia y la tradición. Cada fin de semana, miles de turistas visitan la ciudad, y esto impacta directamente en hoteles, restaurantes y emprendimientos locales”, destacó Ratto.
El intendente enfatizó que la modernización debe ir de la mano del respeto por la historia, con proyectos sostenibles y respetuosos del medio ambiente, que fortalezcan la identidad sin impedir el progreso.