Por Agroempresario.com
Con una fuerte presencia diplomática y empresarial, Pakistán se posicionó como uno de los protagonistas del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y celebrado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero. En un encuentro que reunió a referentes globales del agro, la sustentabilidad y la innovación, el embajador Hassan Afzal Khan y la consejera comercial Nazish Sami compartieron una visión estratégica sobre la bioeconomía y el sector agrícola pakistaní, resaltando oportunidades de cooperación con Argentina.
“La bioeconomía de Pakistán es una historia de potencial y oportunidad”, expresó con convicción Hassan Afzal Khan, al abrir su presentación ante un auditorio integrado por funcionarios, empresarios y académicos. Representando a una nación de 245 millones de habitantes, el embajador subrayó que más del 60% de la población tiene menos de 35 años, lo que convierte a Pakistán en un país no solo numeroso, sino también con una fuerza laboral joven, activa y con proyección.
La agricultura sigue siendo el pilar de la economía pakistaní, representando aproximadamente el 25% del PBI y empleando al 40% de su fuerza laboral. Sin embargo, reconoció que el aporte de la bioeconomía a la economía nacional aún es incipiente. “Eso representa un desafío, pero también una enorme oportunidad para generar valor agregado, empleo y exportaciones”, afirmó Khan.
En su intervención, el embajador puso en valor el reciente lanzamiento del plan de desarrollo “Oda On” (2024–2029), una hoja de ruta diseñada para impulsar el crecimiento exportador, la modernización industrial y la digitalización del país. Este plan contempla iniciativas clave como el Consejo de Facilitación de Inversiones Especiales y la ambiciosa Iniciativa Pakistán Verde, orientada a promover la sostenibilidad ambiental.
Pakistán está apostando por la transición hacia una economía circular, enfocada en reciclar residuos agrícolas —como restos de trigo, arroz, algodón y desechos ganaderos— para transformarlos en biocombustibles y bioenergía. El país ya se ha consolidado como uno de los principales productores de metanol y etanol de la región, con una producción que supera los 56 millones de litros de biodiésel, muy por encima del consumo interno.
Además, se están desarrollando innovaciones como textiles sostenibles a partir de cáscaras de banana, biogás del ganado, energías renovables y programas de forestación. Empresas como Nishat Mills y Baba Packaging ya están incorporando prácticas de sostenibilidad, eficiencia energética y reciclaje en sus procesos productivos.
“Con nuestra población joven, tierras fértiles y la determinación de aumentar la huella bioeconómica, Pakistán está bien posicionado para aportar a la seguridad alimentaria, la energía renovable y la sostenibilidad global”, aseguró Khan.
En un pasaje más distendido de su presentación, el embajador destacó los puntos en común entre Argentina y Pakistán, más allá de la agricultura: la pasión por el deporte, la cultura y la comida. “En Pakistán amamos nuestra comida con especias, mientras que en Argentina adoran su carne asada a la perfección. Creo que una asociación bioeconomía ideal podría ser carne argentina con especias pakistaníes”, bromeó, ganándose la simpatía de los presentes.
Tomando la palabra, Nazish Sami, consejera de Comercio e Inversiones de la Embajada de Pakistán, ofreció una mirada más técnica y geopolítica sobre los desafíos globales.
“El mundo enfrenta crisis complejas: cambio climático, crecimiento poblacional, contaminación y agotamiento de recursos naturales. Esto exige un cambio de paradigma hacia una bioeconomía resiliente y sostenible”, señaló.
Pakistán y Argentina, aunque con geografías y economías distintas, comparten una realidad ambiental: ambos contribuyen con menos del 1% de las emisiones globales de carbono, pero son altamente vulnerables a eventos climáticos extremos. Las inundaciones monzónicas recientes en Pakistán evidencian esa fragilidad y refuerzan la urgencia de actuar.
Pakistán posee una base agrícola muy rica y diversificada. Produce más de 25 variedades de frutas y más de 30 de hortalizas, siendo uno de los mayores productores de trigo, maíz, algodón, dátiles, mangos y cítricos a nivel mundial. Además, cuenta con una población ganadera de 225 millones de cabezas, lo que lo convierte en un actor clave en el mercado de alimentos.
Cerca del 47% del territorio nacional es cultivable, con importantes reservas de pastizales y tierras aún no aprovechadas, lo que abre un espacio significativo para el desarrollo agroindustrial.
Sin embargo, también enfrenta serios desafíos logísticos: se estima que hasta el 50% de las frutas y hortalizas se pierden por falta de infraestructura de almacenamiento, transporte y refrigeración, lo que abre una gran oportunidad de colaboración con Argentina, un país con una cadena de frío desarrollada y tecnología de procesamiento de alimentos de primer nivel.
La industria de procesamiento de alimentos es la segunda más grande en Pakistán, con más de 2.500 plantas activas y la presencia de múltiples marcas internacionales. Pero el sistema aún necesita modernizarse.
Argentina, con su experiencia en biotecnología, maquinaria agrícola, almacenamiento inteligente y procesos industriales, puede convertirse en un socio estratégico. “Las fortalezas de Argentina se complementan con las de Pakistán: materias primas abundantes, gran demanda interna y un mercado alimentario en plena expansión”, remarcó Sami.
En el sector lácteo, Pakistán es uno de los mayores productores de leche del mundo. Sin embargo, enfrenta bajos rendimientos por animal. Por eso, ve con gran interés la posibilidad de colaborar con Argentina en áreas como la genética bovina, los feedlots, la producción de forraje y el uso de tecnología de precisión.
También se identificaron oportunidades en el desarrollo de producción halal —un segmento que crece a nivel global— y la incorporación de drones agrícolas, sensores, satélites y tecnologías 4.0 que permitan optimizar los sistemas productivos en tiempo real.
Cerrando su intervención, Sami hizo una invitación formal a todas las empresas e instituciones argentinas para participar de la Exposición de Alimentos y Agricultura de Pakistán, que se realizará en noviembre de 2025 en Karachi. “Es una plataforma para fomentar inversiones, establecer redes de negocios y avanzar hacia una economía verde y sostenible”, afirmó.
“El futuro de ambos países pasa por unir fuerzas para construir una bioeconomía global, basada en la cooperación Sur-Sur, la innovación y la resiliencia”, concluyó.