Nuestros Productos / Argentina Agrega Valor en Origen 2025

Sergio Britos: “Más de la mitad de los argentinos padece algún tipo de malnutrición”

El Director del CEPEA analizó los desafíos nutricionales de Argentina: malnutrición, acceso a dietas saludables y educación alimentaria

Sergio Britos: “Más de la mitad de los argentinos padece algún tipo de malnutrición”
lunes 29 de septiembre de 2025

Por Agroempresario.com

El pasado 25 de agosto, en el Hilton Hotel de Puerto Madero, se desarrolló el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, un evento organizado por Agroempresario.com que reunió a referentes nacionales e internacionales de la agroindustria, la academia y la ciencia para debatir sobre innovación, sustentabilidad y el futuro de la producción.

En este marco, Sergio Britos, nutricionista, docente universitario y director del CEPEA (Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación), expuso con claridad los profundos desafíos que enfrenta la Argentina en materia de nutrición y acceso a una alimentación saludable. Con una trayectoria de más de 40 años en investigación y docencia, Britos compartió datos duros, reflexiones y propuestas para repensar el sistema alimentario argentino desde una perspectiva integral que combina salud, educación y producción.

La malnutrición en Argentina: un problema estructural

Britos fue contundente desde el inicio: más de la mitad de la población argentina padece alguna forma de malnutrición. Según explicó, esta problemática no se limita al paradigma de los años 70 y 80, cuando la atención estaba puesta en la desnutrición aguda y el hambre extrema. Hoy el desafío es mucho más complejo:

  • Sobrepeso y obesidad, que afectan a millones de argentinos y se han convertido en la cara más visible del problema.
  • Deficiencias múltiples de micronutrientes esenciales como hierro, zinc, calcio, vitamina D y ácidos grasos omega 3.
  • Desnutrición crónica, que se manifiesta en lo que comúnmente se denomina “chicos acortados” o “petisos sociales”.

“Estamos hablando de más de 26 millones de argentinos que conviven con alguna de estas formas de malnutrición. Es decir, más de la mitad del país”, subrayó el referente.

Los primeros mil días: una ventana crítica

Uno de los ejes centrales de la presentación fue la importancia de los primeros mil días de vida —desde el embarazo hasta los dos años— como período decisivo en la formación de la salud futura.

Durante este lapso ocurren procesos irrepetibles:

  • La mayor velocidad de crecimiento físico.
  • El desarrollo acelerado de la inteligencia.
  • Las tres primeras “siembras” de la microbiota intestinal (parto, lactancia materna y primera alimentación).
  • La formación inicial de los gustos y hábitos alimentarios.

“Muchos de los fenómenos de malnutrición comienzan tan temprano en esos primeros mil días. Si no se actúa a tiempo, las consecuencias acompañan a la persona durante toda su vida”, explicó Britos.

Déficits y excesos de la dieta infantil

El director del CEPEA detalló que en la dieta infantil argentina se registran cinco nutrientes deficitarios clave: hierro, zinc, calcio, vitamina D y ácidos grasos esenciales omega 3. Al mismo tiempo, advirtió sobre los excesos que se instalan desde la primera infancia:

  • Azúcares y sodio, cada vez más presentes en la alimentación cotidiana.
  • Proteínas en exceso, un mito poco discutido. “En casi 40 años de profesión nunca vi una encuesta que mostrara déficit de proteínas en Argentina. Lo que sí veo es exceso, y eso se asocia al desarrollo temprano de obesidad”, afirmó.

El mito de “alimentar a diez argentinas”

Otro punto relevante de la intervención de Britos fue el análisis de la capacidad productiva del país en relación con la seguridad alimentaria interna.

“Se suele repetir que Argentina produce alimentos para diez veces su población. Eso no es cierto. Producimos granos, aceites y carnes en abundancia, pero no producimos suficientes frutas, verduras, legumbres ni lácteos, que son los grupos más deficitarios en la dieta de todos los sectores sociales, desde los más pobres hasta los de mayor poder adquisitivo”, remarcó.

Según explicó, si se analizara la disponibilidad de alimentos para garantizar dietas saludables completas, el país no llega siquiera a cubrir a toda su población con equilibrio nutricional.

Cambiar el patrón alimentario: un desafío urgente

Britos insistió en la necesidad de transformar de manera progresiva el patrón alimentario poblacional.

Los déficits más graves se encuentran en el bajo consumo de:

  • Verduras.
  • Frutas.
  • Legumbres y cereales integrales.
  • Lácteos.
  • Pescados.

A la vez, la población argentina presenta excesos en:

  • Harinas refinadas y panificados.
  • Alimentos ultraprocesados con altos niveles de azúcar y sodio.
  • Carnes: el consumo anual ronda los 126 kilos per cápita, cuando las recomendaciones internacionales sugieren entre 40 y 50 kilos.

“Necesitamos mucha más educación alimentaria, acompañada por guías nutricionales que ya existen pero que la sociedad aún no ha apropiado. No se trata solo de producir, sino de enseñar a consumir de manera más equilibrada y saludable”, sostuvo.

El costo de comer sano

Otro de los ejes críticos que mencionó Britos fue el acceso económico a las dietas saludables. Según sus investigaciones:

  • Comer sano es al menos un 37% más caro que lo que mide el INDEC en la canasta básica alimentaria.
  • El 40% del precio de los alimentos corresponde a carga impositiva.
  • Los programas sociales y presupuestos de comedores escolares devuelven alrededor de un 15% al Estado en concepto de IVA, lo cual genera distorsiones y limita el impacto de las políticas alimentarias.

En este sentido, el especialista planteó la necesidad de pensar estrategias fiscales creativas que permitan abaratar, en términos relativos, los alimentos nutritivos y esenciales.

Educación alimentaria: la gran deuda pendiente

Sergio Britos fue categórico al señalar que en Argentina nunca se ha hecho suficiente educación alimentaria.

“No hemos enseñado a cocinar ni a recuperar saberes culinarios. Esa falta de habilidades es una de las barreras que impide mejorar la calidad de la dieta. La educación alimentaria debería ser parte de una política pública sostenida, y no solo una recomendación académica”, enfatizó.

Un enfoque integral: nutrición, producción y políticas públicas

El referente del CEPEA destacó que la solución al problema de la malnutrición no puede depender de un solo sector. Se requiere un enfoque integral que combine:

  • Producción diversificada de alimentos saludables.
  • Acceso económico real a dietas balanceadas.
  • Educación y comunicación alimentaria masiva.
  • Reformulación del patrón alimentario con metas poblacionales claras.

“Si no logramos integrar salud, nutrición y producción, seguiremos teniendo un sistema alimentario que produce abundancia de calorías, pero deficiencia de nutrientes”, concluyó.

 



Invertí en periodismo de calidad

En Agroempresario trabajamos para acercarte contenidos que agregan valor.
Quiero suscribirme

Todas las Categorías

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!


















¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!