Por Agroempresario.com
Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de Carnes, fue uno de los principales oradores del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero. En su exposición, planteó la necesidad de dar un salto cualitativo en la producción de carnes en Argentina, advirtiendo que, sin reformas estructurales, el sector no podrá aprovechar todo su potencial.
A continuación, un desarrollo en profundidad de sus principales conceptos, que resumen los desafíos y oportunidades de la ganadería argentina.
Chiesa abrió su intervención recordando una anécdota de hace 30 años, cuando el exsecretario de Agricultura de San Pablo, Juan Carlos Sosa Meirelles, le señaló que cada vez que Argentina exporta un buque de soja, no solo se van granos, sino también horas de trabajo que se hacen en el extranjero y no en nuestro país.
“Todo lo que no hacemos en nuestro pueblo, lo hace otro afuera. Después nuestros jóvenes terminan yéndose a estudiar o a trabajar a otro lado, porque el trabajo se va del país”, remarcó.
Para el referente, el desafío central de la Argentina sigue siendo el mismo: agregar valor en origen, ya sea en granos, carnes o cualquier otra producción.
Uno de los puntos que más destacó fue la importancia de la Mesa Nacional de Carnes, un ámbito que reúne a todas las cámaras vinculadas a la producción y comercialización de carnes en Argentina, desde la genética hasta el mostrador.
Este espacio integra a cinco cadenas cárnicas:
Sobre esta última, Chiesa sorprendió a parte del auditorio al remarcar que la carne equina es una industria que genera más de 1.000 empleos y exporta por encima de 400 millones de dólares anuales, aunque se trate de un mercado residual.
La Mesa funciona de manera informal: sin personería jurídica, sin presidente, sin tesorero ni fondos propios. “Nos reunimos donde podemos, el anfitrión paga, y cuando hay que encarar un proyecto, cada cámara pone su parte. Más informal no podemos ser, pero esa voluntad de trabajar juntos es lo que nos permite avanzar”, sostuvo.
El dirigente recordó que la Mesa Nacional de Carnes ya presentó al Gobierno Nacional y a los candidatos un documento con más de 60 medidas de impacto para el sector.
Entre las más urgentes mencionó:
En este punto, reconoció avances recientes, como la reducción de las retenciones al 5% y la eliminación en el caso de la vaca. Sin embargo, aclaró que aún quedan muchas cuestiones estructurales pendientes.
Uno de los temas más sensibles que expuso Chiesa fue el doble estatus sanitario que existe en Argentina.
“Hoy un alemán que come un bife en Hamburgo tiene más garantías sanitarias que Doña Rosa cuando compra carne en una carnicería de barrio. Eso no puede ser”, señaló.
Explicó que, mientras el tránsito federal cumple todos los controles, muchas carnicerías dependen apenas de la regulación municipal, o en algunos casos no tienen control alguno.
Por eso reclamó avanzar con urgencia en una Ley Federal de Carnes, que unifique estándares sanitarios en todo el territorio nacional.
El coordinador de la Mesa de Carnes advirtió que el actual esquema tributario frena las inversiones en la cadena.
Algunos ejemplos que detalló:
“¿Quién va a invertir si lo están condenando a enterrar plata que no tiene y que nunca va a recuperar?”, cuestionó.
También criticó el impuesto a las ganancias por tenencia, que obliga a pagar sobre animales no vendidos, y los anticipos de ganancias, a los que calificó de “impuesto retrógrado”.
En el plano laboral, advirtió que el sistema actual desalienta la contratación. “No puede ser que del sueldo de un asalariado el Estado se lleve más que el propio trabajador”, remarcó.
Chiesa alertó que la falta de inversiones está provocando un rezago tecnológico frente a países competidores, como Brasil, que ha modernizado su industria frigorífica y produce a costos más bajos.
“En nuestras plantas se ven grietas. Mientras tanto, Brasil está exportando con procesos mucho más eficientes. Así nos entra carne por debajo de nuestro precio. Y no es porque sean más baratos, sino porque invirtieron”, señaló.
Pese a las dificultades, el dirigente aseguró que Argentina tiene capacidad para triplicar el empleo en la cadena cárnica y duplicar las exportaciones si se generan condiciones adecuadas.
“Nadie va a invertir para perder plata. Pero si hay reglas de juego coherentes, el sector privado está listo para apostar fuerte”, dijo
Otro de los temas centrales fue la trazabilidad individual del ganado, condición indispensable para acceder a mercados de alto valor como Corea y Japón.
Si bien el sistema se había anunciado como obligatorio, su implementación se postergó varias veces. “Cada vez que prorrogamos una medida sanitaria, los compradores nos miran con desconfianza. Nos dicen: ‘¿Estos muchachos están jugando?’. Eso nos hace perder mercados”, advirtió.
Chiesa ilustró la falta de crecimiento con una comparación llamativa:
“En casi 50 años, duplicamos la población y no aumentamos la producción. Algo no está funcionando”, sentenció.
El crecimiento del consumo de pollo (50 kilos per cápita) y de cerdo (18 kilos per cápita) fue clave para sostener el abastecimiento interno de proteínas.
“Hoy no hay parrilla que no tenga un corte de cerdo. Lo que hicieron los productores en diez años es tremendo. Pero ahora hay que dar el salto exportador”, aseguró.
Chiesa destacó que por primera vez 36 cámaras del sector firman un proyecto de ley en conjunto.
“En la Mesa de las Carnes entendimos que nadie se salva solo. Si no le va bien al matarife, tampoco le va a ir bien al productor, ni al frigorífico, ni al proveedor de genética. Estamos todos en la misma cadena”, subrayó.
No obstante, pidió que el Estado sea parte del proceso: “En la Mesa no está el Gobierno, pero necesitamos que escuche y comprenda cuáles son las condiciones para crecer”.