Por Agroempresario.com
En el marco del Agrotech & Campo Summit organizado por Forbes Argentina, Esteban Turic, CEO de Biogénesis Bagó, ofreció una mirada estratégica sobre cómo una empresa de origen argentino logró transformarse en uno de los principales jugadores globales en el mercado de la salud animal. Hoy, con presencia directa en más de 60 países, la firma lidera segmentos clave como vacunas contra la fiebre aftosa y la rabia, con un fuerte foco en la innovación, calidad productiva y conocimiento de cada mercado local.
Durante el encuentro, la periodista Virginia Porcella entrevistó a Turic para hablar del rol estratégico de la sanidad animal en el desarrollo del agro argentino, el crecimiento del mercado de mascotas y los factores que permitieron a la compañía posicionarse entre las 20 mayores del mundo en su rubro.
“Biogénesis Bagó es una empresa argentina, pero hoy somos la mayor de América Latina en salud animal”, destacó Turic. Y los datos lo respaldan: la firma se posiciona entre las 20 compañías más importantes del mundo en el sector, y es líder global en vacunas antiaftosa y antirrábica, tanto en capacidad industrial como en desarrollo tecnológico y cobertura geográfica.
Desde su sede en Argentina, exporta a 26 países, pero su presencia internacional va mucho más allá. La compañía cuenta con siete filiales en América Latina y seis fuera del continente —Estados Unidos, Europa, China, Corea del Sur, Tailandia, Medio Oriente y Vietnam— con equipos y operaciones propias. En total, opera en más de 64 países, lo que la convierte también en la principal exportadora de salud animal de Argentina y la tercera si se considera todo el sector farmacéutico, incluyendo salud humana.
Para Turic, el gran diferencial de Biogénesis Bagó es su capacidad de adaptación a diferentes sistemas productivos, manteniendo siempre estándares de calidad internacional. “Estamos acostumbrados a competir y a anticiparnos a los cambios regulatorios”, señaló.
La compañía ofrece soluciones distintas para los mismos problemas sanitarios en función de las características de cada mercado. “La tendencia global es la prevención, con un mayor uso de vacunas, antiparasitarios, desinfectantes y medidas de higiene”, explicó. Esta estrategia le permite ofrecer respuestas locales a problemáticas globales, un enfoque clave en mercados tan diversos como Estados Unidos, Europa, China o América Latina.
Argentina tiene un estatus sanitario privilegiado, que le permite acceder a mercados exigentes. Según Turic, este capital sanitario no solo debe mantenerse, sino potenciarse. “Tenemos condiciones para la producción bovina, porcina y aviar que no tiene la mayoría de los países del mundo. Eso nos abre puertas”, dijo.
En este sentido, subrayó que cualquier medida que pueda afectar este estatus debe ser evaluada con extrema precaución. “Hay decisiones que, si no se analizan en profundidad, pueden tener consecuencias graves para la exportación y el desarrollo productivo”.
Consultado sobre el nivel de productividad del agro argentino en comparación con otros países, Turic fue claro: “No estamos atrasados respecto a nuestros vecinos, pero aún podemos mejorar en eficiencia”.
El crecimiento en productividad, sostuvo, debe venir de la mano de una mayor adopción tecnológica y de una transformación hacia modelos más profesionales de producción, con un rol central del asesoramiento veterinario. “Las tecnologías necesarias para alcanzar niveles de primer mundo están disponibles en el país. Solo falta incorporarlas de manera más sistemática”.
El sector de la salud animal está fuertemente regulado, pero eso no impide la innovación, todo lo contrario. Para Biogénesis Bagó, la anticipación a los cambios regulatorios y la inversión en I+D son pilares fundamentales. “Muchas veces se trata de mirar lo que ya pasó en otros mercados, aprender e innovar sobre eso”, explicó Turic.
Esta estrategia les permitió firmar contratos de hasta 15 años con países del primer mundo, algo que, según el CEO, “no se logra sin calidad y sin confianza a largo plazo”.
Uno de los sectores que más ha crecido en la industria de la salud animal es el de animales de compañía. Turic explicó que hace 20 años, el 60% de la facturación provenía de animales de producción. Hoy, esa cifra se invirtió: el 60% del negocio global está concentrado en mascotas.
Esto se debe al cambio cultural que ha transformado a los perros y gatos en miembros de la familia, con mayores cuidados, expectativa de vida y atención médica. “Hay una sofisticación creciente en la medicina veterinaria de mascotas. Las enfermedades se parecen cada vez más a las humanas: obesidad, sedentarismo, demencia”, detalló.
Turic explicó que dentro de la empresa existen dos modelos de negocio bien diferenciados: el de animales de producción, donde las estrategias son poblacionales, y el de animales de compañía, donde el tratamiento es individualizado y con tecnologías de mayor valor agregado.
Incluso a nivel quirúrgico, las intervenciones que se realizan en mascotas son hoy similares a las que se hacen en humanos. “Es un segmento que demanda innovación constante y está dispuesto a pagar por ella”, señaló.
El camino hacia la internacionalización no estuvo exento de obstáculos. Sin embargo, el foco constante en la calidad y en cumplir con los estándares internacionales más exigentes fue la clave para sostener un crecimiento de más de 70 años.
“Competir no nos asusta, nos motiva. Estamos presentes en más de 60 países, y eso nos obliga a mejorar constantemente. Pero también nos da experiencia para anticiparnos a los cambios y adaptarnos a lo que el mercado exige”, concluyó Turic.