Por Agroempresario.com
En una entrevista exclusiva con Forbes Argentina, Nicolás Gadano, economista jefe de Empiria, puso en debate una de las ideas más repetidas en el discurso energético: que Vaca Muerta será la salvación de la economía argentina. A pocos días de cumplirse dos años de gestión del gobierno de Javier Milei, Gadano plantea una lectura crítica: aunque la formación y expansión del megaproyecto hidrocarburífero es clave, los problemas macroeconómicos seguirán siendo centrales.
“La idea de que Vaca Muerta traerá todos los dólares que necesita Argentina y resolverá la macro es un error”, asegura Gadano. Según su análisis, la crisis financiera y cambiaria reciente es una prueba contundente de que, aun contando con préstamos internacionales, swaps de monedas o acuerdos estratégicos, los desequilibrios internos pesan más.
Gadano considera que la orientación general del gobierno hacia una industria exportadora de petróleo y gas es positiva. Recuerda la Ley Bases aprobada en la actual administración, que reformó la vieja Ley de Hidrocarburos orientándola hacia la exportación y no solo al abastecimiento interno. Esto generó más certeza a las inversiones y dio impulso al Régimen de Incentivos a la Inversión en Gas y Petróleo (RIGI), que ofrece beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios.
“El crecimiento sostenido de Vaca Muerta es un logro, pero falta avanzar especialmente en infraestructura eléctrica de transporte y distribución”, señala Gadano.
A pesar de los avances, el economista advierte sobre la necesidad de equilibrar precios y tarifas energéticas. El impuesto a los combustibles, por ejemplo, ha sido postergado por razones electorales y de inflación, lo que tiene implicancias distributivas y fiscales.
“Si no trasladamos los costos reales de energía, vamos a tener que pagar más subsidios: es pan para hoy y hambre para mañana”, enfatiza Gadano.
En relación con la posibilidad de ajustes tarifarios tras las elecciones, Gadano señala que los precios internacionales del petróleo y el gas están bajando, lo que podría permitir contener incrementos para el consumidor. Sin embargo, advierte que un esquema tarifario más alineado con costos reales será inevitable para garantizar la sustentabilidad del sector.
Además, subraya el riesgo de que una eventual nueva administración modifique contratos o compromisos asumidos, generando incertidumbre en inversiones energéticas de largo plazo.
Uno de los puntos centrales de la entrevista es la visión de Gadano sobre Vaca Muerta como solución a la restricción externa. Si bien reconoce que el yacimiento es clave para la producción de petróleo y gas —y que podría generar exportaciones de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares hacia 2030— sostiene que “eso no alcanza” si persisten desequilibrios macroeconómicos.
“El problema argentino no es la falta de dólares, sino que los tiene el sector privado y las deudas las asume el Estado”, afirma. Incluso recuerda que Argentina posee más dólares billete per cápita que cualquier otro país, según estimaciones del Banco Central.
Para Gadano, el desafío no es solo producir más energía, sino generar condiciones para que esos recursos se conviertan en inversión productiva, crédito y desarrollo económico, lo que requiere confianza, estabilidad y respeto a los contratos.
El economista plantea que Vaca Muerta tiene potencial para alcanzar el millón de barriles diarios para 2030, y que las exportaciones de gas podrían alcanzar entre 50 y 60 millones de metros cúbicos diarios. Incluso con un escenario complejo, afirma que el crecimiento continuará, aunque a ritmos más lentos.
Si le tocara dirigir la Secretaría de Energía, Gadano propone mantenerla dentro del Ministerio de Economía para garantizar coherencia entre política energética y macroeconómica. Impulsaría la expansión del sistema eléctrico, con claras reglas para la participación pública y privada, y promovería un mercado de combustibles más competitivo.
Para lograrlo, sugiere que YPF reduzca su participación en el downstream, vendiendo parte de su red de estaciones y refinerías para estimular la competencia y evitar presiones políticas sobre precios.
Desde el punto de vista privado, Gadano destaca que el transporte de crudo ha avanzado gracias a inversiones privadas, pero que persisten desafíos en transporte eléctrico y gasífero, debido a regulaciones y falta de infraestructura. También señala la falta de coordinación entre Nación y provincias como un obstáculo, sugiriendo la creación de agencias federales conjuntas para mejorar la gestión de energía y minería.
La entrevista deja una enseñanza clara: Vaca Muerta es estratégica, pero no es una panacea para la macro argentina. Según Gadano, resolver la restricción externa y consolidar el desarrollo energético requiere un marco macroeconómico estable, acceso a financiamiento y un entorno de seguridad jurídica. Sin estas condiciones, incluso un recurso tan prometedor como Vaca Muerta no podrá cambiar radicalmente la historia económica del país.