El economista y ex funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI), Robin Brooks, volvió a criticar este lunes la política cambiaria del Gobierno de Javier Milei y afirmó que el peso argentino está sobrevaluado, por lo que instó a las autoridades a permitir su flotación total. Sus declaraciones, difundidas por Infobae, cobran relevancia en un contexto económico marcado por la volatilidad del mercado cambiario y la reciente victoria electoral del oficialismo en las elecciones de medio término.
Brooks señaló que el triunfo de La Libertad Avanza constituye una oportunidad para que Argentina rompa con su historial de tipo de cambio fijo y permita que la moneda nacional se ajuste libremente frente al dólar. "La contundente victoria de Milei durante el fin de semana representa una oportunidad para que Argentina rompa con su historial y permita que el peso —de una vez por todas— flote libremente. Todo indica que no se avanzará en ese sentido", afirmó.
El analista agregó que los últimos movimientos en el mercado cambiario confirman su visión de sobrevaluación. Según Brooks, el peso se apreció 4,2% frente al dólar oficial y 7,4% frente al paralelo el lunes posterior a los comicios, lo que redujo la brecha cambiaria de casi 5% a menos de 2%. Para él, este ajuste refleja la reacción de los mercados ante un desalineamiento fundamental de la moneda y no solo la prima de riesgo electoral que algunos defensores del tipo de cambio fijo intentan sostener.

"Si el peso no estuviera sobrevaluado, ¿por qué los mercados incorporarían una prima de riesgo mediante la venta de la moneda? En episodios anteriores, los ataques especulativos a monedas siempre han surgido a partir de una sobrevaluación y —cuando los gobiernos defienden el tipo de cambio fijo— dependen de la aparición de un catalizador", explicó Brooks. En esta ocasión, aseguró, el triunfo de Milei actuó como ese catalizador, provocando una venta masiva de la moneda.
Además, Brooks destacó que los propios argentinos habrían reflejado esa sobrevaluación mediante fugas de capitales y compras en el exterior, mientras que los flujos de inversión internacional hacia mercados emergentes, aunque positivos, no se dirigieron hacia Argentina. "Los argentinos votaron con sus acciones", afirmó, subrayando la coincidencia entre percepción local e internacional sobre la situación del peso.

El economista también recordó la historia de Argentina de fijar la moneda al dólar, lo que ha derivado en devaluaciones abruptas cuando los esquemas resultan insostenibles. Para evitar crisis futuras, propuso que el Gobierno adopte la flotación total del tipo de cambio, otorgue independencia plena al Banco Central y se alinee con las prácticas de otros países de América Latina. "Se habría ahorrado mucho tiempo y preocupación en las últimas semanas si el país se hubiera librado de la incertidumbre sobre una posible devaluación", concluyó Brooks.
Estas críticas ya habían generado tensión en el pasado con el entonces ministro de Economía, Luis Caputo, quien en octubre de 2024 respondió públicamente a los pronósticos de Brooks sobre una devaluación “inevitable e ineludible”. Caputo incluso compartió en redes sociales una nota de Infobae y comentó: "Si fuera un gurú trabajaría en Wall Street y manejando activos, no en el IIF dando opiniones…".
Robin Brooks no es ajeno al mundo financiero internacional: se desempeñó como estratega de monedas en Goldman Sachs y Brevan Howard, fue economista senior en el FMI y ocupó cargos de liderazgo en el Institute of International Finance (IIF). Actualmente trabaja como investigador senior en la Brookings Institution en Washington D.C., desde donde continúa ofreciendo análisis sobre las políticas económicas de Argentina y otros mercados emergentes.
Con la atención del mercado sobre la gestión cambiaria y la posibilidad de nuevas medidas por parte del Gobierno, las opiniones de Brooks aportan un marco de debate sobre la sostenibilidad de los controles de capital y la conveniencia de un tipo de cambio más flexible.