YPF concretó la adquisición del 100% de Refinor, tras comprar el 50% de participación que pertenecía a Hidrocarburos del Norte, empresa del Grupo Integra. La operación, realizada esta semana, marca un paso estratégico en el fortalecimiento de la red logística y de abastecimiento energético en el norte del país, una zona clave por su extensión geográfica y demanda creciente de combustibles. La información surge de un comunicado oficial difundido por la compañía y publicado por Infobae.
Con esta compra, YPF asume el control total de una compañía que participa en toda la cadena de valor del transporte, distribución y comercialización de combustibles y gas natural. Refinor opera más de 70 estaciones de servicio en las provincias de Tucumán, Salta, Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Catamarca y Chaco, lo que permite una cobertura amplia en la región del Noroeste Argentino (NOA).

Además del control comercial, la adquisición incluye la gestión directa del poliducto que conecta la terminal de despacho de YPF en Montecristo (Córdoba) con el nodo de Refinor en Banda del Río Salí (Tucumán). Este ducto resulta esencial para optimizar la logística y asegurar un flujo continuo de combustibles hacia el norte del país, reduciendo costos operativos y mejorando la eficiencia en la distribución.
Desde la petrolera destacaron que la integración total permitirá alinear los estándares de seguridad, gestión y eficiencia operativa de Refinor con los de YPF, garantizando continuidad en el suministro y mejoras en los procesos internos. Este movimiento también busca reforzar la presencia de la compañía estatal en el interior del país y consolidar su rol como proveedor principal del mercado energético argentino.

Refinor, fundada en 1992, operó durante décadas la única refinería del norte argentino, ubicada en Campo Durán (Salta). La planta tenía capacidad para procesar hasta 4.000 metros cúbicos diarios de crudo y más de 20 millones de metros cúbicos de gas por día, provenientes principalmente de la cuenca del NOA y del sur de Bolivia. Sin embargo, a fines de abril de 2025 se anunció el cese de las operaciones de refinamiento de crudo, debido al progresivo declive de la producción en la Cuenca Hidrocarburífera Norte.
A pesar de ese cierre, la compañía continuó operando su red de estaciones de servicio y su sistema logístico de transporte y almacenamiento, que emplea de forma directa e indirecta a más de 500 personas, y genera alrededor de 1.400 puestos de trabajo adicionales en las localidades donde se encuentran sus estaciones.
La adquisición también representa una oportunidad para optimizar la logística del gas y los combustibles líquidos, fortaleciendo la infraestructura existente y aprovechando sinergias con los activos de YPF en la región. Al integrar completamente las operaciones de Refinor, la petrolera podrá centralizar la planificación, reducir intermediarios y asegurar un abastecimiento estable, incluso en escenarios de alta demanda o contingencias logísticas.

Desde una perspectiva estratégica, el control total de Refinor brinda a YPF una mayor autonomía para definir políticas de distribución y precios en el norte del país, mejorando su capacidad de respuesta ante variaciones del mercado. Además, la gestión del poliducto Montecristo–Banda del Río Salí otorga una ventaja competitiva clave en términos de eficiencia y seguridad de transporte.
La operación se enmarca dentro del plan de la petrolera estatal de profundizar su integración vertical y reforzar su presencia territorial en las distintas regiones del país. En el norte, YPF aspira a consolidar una red de distribución más moderna, sustentable y eficiente, garantizando el suministro de energía en una zona históricamente más dependiente de la logística del centro del país.
Con la adquisición de Refinor, YPF reafirma su liderazgo en el sector energético argentino y da un paso más en la búsqueda de una estructura operativa integrada que abarque desde la producción hasta la comercialización final. La compañía adelantó que trabajará en la modernización de los procesos de la red y en la incorporación de tecnologías que permitan optimizar la trazabilidad y el control de los productos distribuidos.