El Caballo Rizado, conocido formalmente como Caballo Americano Bashkir Curly, es una raza equina originaria de América del Norte que se cría principalmente en Estados Unidos y Canadá, aunque su presencia se ha expandido hacia países europeos como Alemania, donde su singular apariencia y temperamento han despertado interés en criadores y aficionados. Su característica más reconocible es su pelaje rizado u ondulado, un rasgo poco común en el mundo de los equinos y producto de un gen dominante conocido como gen Curly, cuya expresión aumenta en invierno para formar una capa más densa y resistente a las bajas temperaturas. Toda esta información fue desarrollada en un artículo publicado recientemente por Infobae.
Aunque existen registros visuales y relatos históricos sobre ejemplares de pelaje rizado desde el siglo XIX, el origen exacto de la raza continúa siendo un tema abierto entre historiadores y genetistas. De acuerdo con los datos recopilados por Infobae, diversos testimonios señalan que las tribus indígenas Crow y Sioux ya poseían caballos con estas características, los cuales eran valorados por su fortaleza y resistencia en condiciones climáticas extremas. Documentos de la época describen disputas entre pueblos originarios por la posesión de estos animales, que vivían en libertad y eran considerados especialmente valiosos.
La consolidación de la raza en términos modernos se ubica hacia 1898, cuando el ranchero Peter Damele, en Nevada, observó ejemplares salvajes con pelaje rizado y decidió iniciar un proceso de crianza selectiva. Para fortalecer sus cualidades físicas y mejorar su conformación, Damele cruzó estos animales con caballos Árabes y Morgan, dos razas reconocidas por su elegancia, porte y resistencia. Esta combinación dio lugar a un equino robusto, equilibrado y de temperamento dócil, que heredó como rasgo dominante el pelaje rizado.

Con el tiempo, y dado que distintos criadores incorporaron líneas de sangre variadas, surgió una amplia diversidad dentro de la raza, aunque todos los ejemplares conservan el gen que define su pelaje. La mayoría de los Caballos Rizados actuales descienden de la línea de la familia Damele, considerada la base genética moderna de la raza. En 1971, asociaciones estadounidenses establecieron un registro oficial para estandarizar características y garantizar la preservación de sus rasgos principales, señalando límites morfológicos y parámetros de cría.
En cuanto a su morfología, la raza presenta una variabilidad de tamaño que oscila entre 130 y 170 centímetros de alzada, dependiendo de la línea genética a la que pertenezca cada ejemplar. Se busca una estructura armónica que permita tanto el desempeño atlético como la comodidad para la monta. Su cabeza suele ser expresiva, con ojos grandes y orejas proporcionadas, mientras que el cuello está bien formado y ofrece amplitud de movimiento. La musculatura del dorso y la grupa le otorga potencia en sus desplazamientos.
Una característica notable es la variedad de colores aceptados. El pelaje del Caballo Rizado puede ser negro, castaño, gris, palomino, tobiano o tigrado, entre otros patrones. Durante el verano, algunos ejemplares presentan una apariencia más lisa u ondulada, mientras que en invierno el rizo se intensifica, adoptando formas compactas que pueden cubrir incluso la crin y la cola. También existen ejemplares llamados straight curly, que poseen un pelaje liso pero siguen siendo portadores del gen Curly y mantienen la mayoría de las propiedades asociadas a la raza.
Uno de los aspectos más llamativos es su hipoalergenicidad. Muchas personas que sufren alergias al pelo de caballo pueden relacionarse de manera cómoda con estos animales, ya que su piel y su pelaje generan menos partículas de caspa y polvo. Esta característica ha favorecido su utilización en terapias asistidas con caballos, especialmente con niños o personas con necesidades especiales, donde la mansedumbre del equino es un atributo clave.
El temperamento del Caballo Rizado se destaca por su docilidad, inteligencia y disposición al aprendizaje. Esto facilita su entrenamiento y lo convierte en una opción popular para actividades recreativas, de trabajo y deportivas. Además, su robustez le permite desarrollarse en entornos fríos y áreas rurales extensas, manteniendo un buen estado físico con cuidados relativamente simples.

Sin embargo, el pelaje característico de la raza requiere atención particular durante la muda primaveral, período en el cual es importante evitar la formación de nudos y permitir que el animal pierda parte de su capa invernal de manera saludable. El pelaje posee una textura suave y un aroma que recuerda a la lana, debido a su composición rica en sebo natural, lo que le otorga una protección contra la humedad y el frío.
En cuanto a su valor económico, los precios pueden variar entre 4.000 y 10.000 euros, dependiendo de su edad, entrenamiento, genética y grado de rizos, lo que lo posiciona dentro de un mercado selecto y especializado.
Hoy, el Caballo Rizado no sólo se distingue por su apariencia, sino también por lo que simboliza: una combinación de misterio histórico, adaptación natural y sensibilidad en el vínculo humano, cualidades que continúan despertando interés en el mundo ecuestre internacional.