El país recibirá una potencial inversión de US$ 25.000 millones para construir en la región patagónica un centro de datos de alta escala destinado a inteligencia artificial, con la participación de OpenAI y Sur Energy. El proyecto, denominado Stargate Argentina, se conforma como la punta de lanza de lo que podría convertirse en el primer gran nodo latinoamericano de infraestructura para IA, según adelantó Forbes.
La obra se ubicará en alguna de las provincias patagónicas —Neuquén, Río Negro o Chubut—, donde se evaluaron cinco posibles sitios geográficos para la instalación. La capacidad técnica del complejo está proyectada para comenzar en unos 100 MW de potencia operativa, con miras a escalar a 500 MW en 2 o 3 años. Asimismo, se anticipa que al alcanzar los 500 MW el centro podría generar exportaciones de cómputo de aproximadamente US$ 1.000 millones al año.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, junto a los socios locales, presentaron la carta de intención con el Gobierno argentino en el marco del régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI). Según el anuncio, OpenAI actuará como comprador (“off-taker”) de la potencia de cómputo generada.

La elección de la Patagonia responde a factores técnicos y geográficos: la disponibilidad de energía renovable —especialmente eólica—, el clima templado-frío que reduce costos de enfriamiento, y la infraestructura eléctrica existente en la región. En provincias como Chubut y Río Negro operan parques eólicos con factores de capacidad del orden del 40-45%. Además, firmas como Genneia y Central Puerto ya firmaron acuerdos con Sur Energy para abastecer al proyecto con energía renovable.
El centro de datos podría generar un efecto económico significativo en la provincia que resulte elegida. Por cada 100 MW instalados se estiman unos 500 empleos durante la etapa de construcción (2-3 años) y unos 50 puestos permanentes de operación durante 20 años. Aplicado al escenario de 500 MW, ello se traduciría en unos 2.500 empleos de obra y aproximadamente 250 empleos fijos, sin contar terceros ni proveedores.
En términos del Producto Bruto Geográfico (PBG), la captura de US$ 1.000 millones anuales en exportaciones sería equivalente a ~10,5% del PBG de Río Negro (US$ 9.500 millones), ~7,2% del de Chubut (US$ 14.000 millones) y ~4,5% del de Neuquén (US$ 22.000–27.000 millones).

Neuquén: se perfila como frente principal por su masa crítica energética (yacimientos de Vaca Muerta, gas para respaldo) y experiencia en grandes proyectos.
Chubut: cuenta con el hub eólico más maduro del país, lo que facilita el abastecimiento de energía renovable.
Río Negro: aunque su PBG es menor, el impacto relativo del proyecto podría ser mayor en su estructura económica.
Entre los aspectos a resolver figuran: la conectividad internacional de fibra óptica y redundancia (latencia, backhaul), la firmeza del abastecimiento eléctrico (PPA renovables + respaldo térmico o almacenamiento), así como la logística de importación de hardware (GPUs) y tiempos de cadena de suministro. Además, la ubicación precisa aún no está definida, y se debe certificar que el predio e infraestructura cumplan requisitos técnicos del “off-taker”.

El proyecto Stargate Argentina se inscribe dentro del programa del RIGI, que otorga incentivos para grandes inversiones en el país. Sur Energy es la empresa local que articula el proyecto junto con OpenAI; su fundador es Emiliano Kargieman, quien también creó la empresa espacial Satellogic.
Si el proyecto se concreta en la magnitud anunciada, Argentina daría un salto profundo en su inserción tecnológica global, convirtiendo energía renovable y clima patagónico en cómputo exportable. Más allá del volumen financiero, el impacto estructural en empleo, industria, servicios de valor agregado y posicionamiento regional sería notable. La definición de la provincia anfitriona —Neuquén, Río Negro o Chubut— y los tiempos de implementación serán las próximas claves a seguir en un escenario que promete redefinir el mapa de la IA en América Latina.