En respuesta a una publicación del diputado nacional Miguel Ángel Pichetto, Marcos Galperín sostuvo que “no estoy preocupado. Vamos a competir con ellos de la misma manera que competimos con ellos, hasta ahora en forma muy exitosa, en muchos otros países del continente”.
La declaración llega en medio de una polémica generada por las manifestaciones de Juan Martín de la Serna, presidente de Mercado Libre Argentina, quien días antes había advertido ante el foro de la consultora ABECEB que el ingreso masivo de productos de bajo costo procedentes de Shein y Temu generaba competencia desigual para las pymes argentinas y planteaba la necesidad de un “marco regulatorio que genere igualdad de condiciones”.
Pichetto, en su posteo, expresó: “Fui el primero que habló sobre la necesidad de gravar fuertemente a los productos de las plataformas chinas Shein y Temu. Ahora veo que hay mucha gente preocupada, también el señor Galperín de Mercado Libre. El Congreso tiene que trabajar para regular esta economía de plataformas y cuidar la industria nacional y el empleo argentino”.
Ante esa publicación, Galperín respondió con tono de desafío a la competencia: “Yo no estoy preocupado. Vamos a competir con ellos…”
La intervención del ejecutivo argentino ocurre en un momento en que las plataformas chinas de comercio electrónico registran crecimientos significativos en América Latina. Según datos del sector, la aplicación Temu alcanzó más de 100 millones de usuarios activos mensuales, tras un aumento interanual superior al 140% en el primer semestre de 2025.
Mercado Libre, por su parte, mantiene una posición dominante en la región. En 2025, la empresa ratificó su liderazgo señalando que alcanzará en la Argentina los plazos de crecimiento que ya exhibe en otros mercados, mientras Galperín se prepara para dejar el cargo de CEO el próximo 31 de diciembre, cuando pasará a presidir el directorio.

La discrepancia interna entre la postura de De la Serna (que solicitaba regulación) y la de Galperín (que apuesta a competir) marca una tensión estratégica: mientras la primera anticipa riesgos para las pymes argentinas frente a la importación de productos chinos, el segundo deja claro que la empresa se siente preparada para enfrentar ese desafío sin apoyos especiales.
De la Serna señaló que “cuando abrís el mercado indiscriminadamente y una empresa asiática te envía productos por barco, en realidad estás dando trabajo a empresas chinas, no argentinas”.
Galperín, en cambio, enfatizó la capacidad competitiva de Mercado Libre: “Vamos a competir con ellos de la misma manera que competimos con ellos, hasta ahora en forma muy exitosa, en muchos otros países del continente.”
Este intercambio es relevante porque expone cómo una de las principales compañías de comercio electrónico de la región visualiza el ingreso de actores globales de bajo costo y cómo se plantea la respuesta de las grandes plataformas latinoamericanas frente a regulaciones, competencia y apertura de mercado.
En un contexto donde el empleo, la industria local y la tributación son temas sensibles, la postura de Mercado Libre adquiere implicancias tanto empresariales como regulatorias.
El cruce público entre un legislador que reclama mayor regulación y la empresa que responde con confianza competitiva pone sobre la mesa la tensión entre la apertura de mercado y la protección de la industria local.
Según destacó Forbes, con Galperín dejando pronto su rol como CEO, la firma envía un mensaje de solidez y ambición en una etapa de cambio de liderazgo. Ahora restará ver si las autoridades argentinas avanzan en normas que equilibren competencia, importaciones y producción local.