Un joven emprendedor argentino desarrolló una plataforma que promete transformar el acceso a la inteligencia artificial para pequeñas y medianas empresas. Gonzalo Arrayarán, creador de Horneross, diseñó un sistema que permite crear empleados digitales en pocos minutos, capaces de atender consultas, vender, responder mensajes o realizar tareas internas. El emprendimiento —que ya suma 50 clientes activos apenas un mes después de su lanzamiento— se posiciona como una solución para quienes buscan automatizar procesos sin necesidad de contratar programadores o entender el funcionamiento técnico de la IA.
La propuesta nació con un objetivo claro: eliminar la brecha tecnológica que impide a miles de negocios incorporar herramientas de automatización. Para Arrayarán, esa distancia representa una traba que frena el crecimiento del sector pyme. “Hoy en día veo una barrera muy grande entre el conocimiento técnico y el poder formar un agente. Con Horneross cualquier persona puede crear su propio empleado digital sin conocimientos previos”, señala el fundador.
La plataforma tiene un diferencial que llamó la atención de clínicas, comercios electrónicos y pequeños negocios: su simplicidad de uso. En vez de formularios complejos o configuraciones avanzadas, el usuario interactúa con un agente llamado Hornerius, un “constructor” que actúa como guía en la creación del empleado digital. La dinámica es conversacional y accesible para cualquier persona, aun sin experiencia tecnológica.
El proceso comienza con una pregunta básica: ¿para qué se quiere crear el empleado digital? Puede ser un agente de ventas, un asistente de soporte, un gestor de turnos o un responsable de tareas internas. A partir de esa definición, el sistema analiza la página web del negocio, recopila información relevante, la procesa y genera un asistente completamente operativo.
“Nuestro agente constructor entiende el contexto del negocio, busca la información de la empresa y vectoriza todo en nuestra base de datos. En cuestión de minutos, el usuario ya tiene un agente preparado para poner en producción”, explica Arrayarán. Esa velocidad de implementación es uno de los puntos más valorados por los primeros usuarios.
Aunque la creación de asistentes para atención al cliente es la aplicación más inmediata, Horneross también permite desarrollar agentes destinados a tareas internas. Estos “empleados digitales” pueden agendar turnos, registrar datos, responder dudas del personal o asistir en procesos operativos que consumen tiempo y recursos.
La compañía avanza además en capacidades orientadas a back office, un sector donde muchas pymes encuentran cuellos de botella por falta de personal o recursos técnicos. Para Arrayarán, la automatización no debe verse como un reemplazo del trabajo humano, sino como una herramienta para potenciarlo. “Queremos liberar a las personas de las tareas repetitivas y que puedan concentrarse en lo que realmente genera valor: crear, innovar y hacer crecer su negocio”, afirma.
Con una inversión inicial de apenas u$s3.000, financiada íntegramente por el propio emprendedor, Horneross se consolidó como un proyecto bootstrap, es decir, sin rondas de capital ni apoyo externo. La plataforma se mantiene con los ingresos generados por los clientes y cuenta hoy con un equipo de cuatro personas: el fundador, dos especialistas en Customer Success y una responsable de comunicación.
El modelo comercial combina suscripciones mensuales con la posibilidad de contratar un desarrollo personalizado. El esquema está dividido en cuatro planes:
Quienes contratan la suscripción anual acceden a un 15% de descuento, un incentivo que ya fue adoptado por varias empresas que buscan soluciones estables para 2025 y 2026.
Arrayarán se define como autodidacta y curioso. Comenzó a programar a los 16 años y más tarde retomó el desarrollo mientras estudiaba la licenciatura en Seguridad e Higiene en la Universidad de Palermo. Durante la pandemia vivió en Bolivia, donde cursó dos años desde un teléfono celular. “Ahí entendí que la disciplina te lleva lejos. La programación llegó después, pero la curiosidad me trajo hasta acá”, recuerda.
El emprendedor nació y creció en Pompeya, un barrio que también es hogar de varias de sus referencias tecnológicas. Una de ellas es Guillermo Rauch, creador de Vercel, cuyo recorrido lo inspira a pensar en soluciones globales desde Argentina. Esa mirada regional es uno de los pilares del proyecto.
Tras el primer mes de validación, la startup se prepara para una etapa de crecimiento más ambiciosa. El próximo paso será fortalecer su presencia en Argentina durante 2026, con el objetivo de posicionar la plataforma como un aliado cotidiano de las pymes. Luego llegará el turno de expandirse hacia otros mercados de Latinoamérica, donde la demanda de automatización sigue en aumento.
“Queremos democratizar la inteligencia artificial en toda la región, pero primero vamos a consolidarnos en el país. Mi meta es captar la mayor cantidad de pymes posibles y ayudarlas a crecer con tecnología accesible”, proyecta Arrayarán.
En apenas semanas, Horneross pasó de ser una idea personal a convertirse en una herramienta que permite que empresas de cualquier tamaño accedan a empleados digitales diseñados en minutos. Un modelo que combina innovación, simpleza y visión regional para acercar la IA a quienes más la necesitan, tal como destacó iProfesional al analizar su rápido crecimiento y adopción entre pymes y emprendedores.