El cambio político tras las elecciones nacionales produjo un giro inmediato en la economía argentina, según evaluó Mariana Camino, CEO de Abeceb, en una entrevista con Infobae. La analista sostuvo que el resultado electoral, calificado por ella como “inesperadamente contundente”, generó un “shock de confianza” que mejoró de forma rápida las expectativas empresarias y las condiciones financieras. El diagnóstico, presentado en diálogo con el medio, busca explicar por qué distintos sectores productivos muestran señales de movimiento luego de años de estancamiento.
De acuerdo con la visión de Camino, el clima económico se modificó antes de que los datos de actividad reflejaran una recuperación generalizada. Esta reacción inicial, indicó, se concentró especialmente en el universo B2B, en las empresas vinculadas al financiamiento corporativo y en los negocios atentos al comportamiento de fondos de inversión. La ejecutiva afirmó a Infobae que sectores previamente paralizados comenzaron a activarse “con rapidez”, lo que abrió un horizonte de mayor previsibilidad para quienes analizan nuevas oportunidades de inversión.
En su diálogo con el medio, Camino explicó que el impacto político excede el simple efecto electoral. Según su análisis, la economía argentina habría ingresado en una dinámica distinta, con la posibilidad concreta de encadenar dos años consecutivos de crecimiento, algo que no sucede desde hace más de una década. “La percepción es que esta vez puede ser y que por ahí entrás en un ciclo virtuoso de crecimiento”, sostuvo al justificar su lectura sobre el nuevo escenario.
La ejecutiva subrayó que este impulso no es homogéneo en todos los rubros. Según su descripción, el movimiento más visible se concentra en los sectores energía, minería y economía del conocimiento, áreas que ya contaban con demanda consolidada y planes de expansión orientados a la exportación. La coincidencia entre condiciones internacionales favorables, disponibilidad de proyectos y un ambiente local más predecible habría acelerado la llegada de capitales hacia estas actividades.

Además, Camino indicó que las economías regionales ligadas a estos rubros también muestran signos de reactivación. En cambio, los sectores menos competitivos o fuertemente dependientes del mercado interno enfrentan un desafío mayor: mejorar su eficiencia operativa y adaptarse a un entorno más abierto. “Para todo lo que es esa industria que tiene poca competitividad, que es muy mercado internista también, necesitás que traccione el crédito”, dijo a Infobae.
Para la CEO de Abeceb, la discusión dentro de las empresas se centra hoy en la posibilidad de encarar procesos de reconversión frente a un escenario que podría transformarse en estructural. Explicó que muchas firmas evalúan reformas vinculadas a calidad, productividad y estándares internacionales, motivadas por un contexto de mayor competencia. En sus palabras, recogidas por Infobae: “El empresario tiene que pensar en términos de apertura, en términos de calidad, en términos de cuál es la ventaja competitiva cuando vinieron otros”.
En ese marco, la eficiencia de costos se convirtió en una preocupación transversal. La necesidad de incorporar tecnología, simplificar procesos y adecuar estructuras organizacionales es parte de las conversaciones que Camino mantiene con referentes del sector privado. La ejecutiva describió este movimiento como una transición hacia modelos más modernos, en línea con las exigencias globales.
Camino destacó también la relevancia de la coyuntura internacional. Según afirmó, la combinación entre relocalización de inversiones, búsqueda de proveedores confiables y demanda creciente de talento hispanohablante abre una ventana de oportunidad particular para Argentina. El apoyo de Estados Unidos y la reconfiguración de alianzas económicas frente a un mundo más fragmentado son elementos que, a su juicio, mejoran el posicionamiento del país en el mapa productivo global. “Tenés condiciones por la geopolítica y porque el mundo está relocalizando inversiones”, sostuvo en la entrevista.
Sin embargo, advirtió que persisten cuellos de botella estructurales que podrían limitar el ritmo de la recuperación: dificultades en el financiamiento productivo, brechas logísticas, infraestructura insuficiente y costos elevados en algunos nodos del sistema. Pese a estas restricciones, la ejecutiva consideró que la dinámica de inversión ya está en marcha y que los incentivos actuales tienden a consolidarse.
En el plano social y laboral, Camino sostuvo que la recomposición del salario real avanza de forma desigual. Según su análisis, el AMBA y el consumo masivo se encuentran entre los segmentos más rezagados, mientras que en el interior productivo se observa una recuperación más ágil. Atribuyó esta diferencia al impacto que tiene la reactivación de sectores exportadores en economías regionales que dependen de ellos. “Lo que tenés que hacer es aumentar la torta, que haya más actividad, más empleabilidad”, concluyó.
La ejecutiva insistió en que la clave del momento económico actual reside en la interacción entre política y economía. “La política hoy no es un obstáculo para crecer”, dijo a Infobae, al destacar que las señales de diálogo, apertura y previsibilidad generan un entorno más favorable para las decisiones empresarias. Según su interpretación, el Gobierno estaría reconfigurando prioridades y poniendo el acento en el interior productivo, lo que crea un mapa económico distinto al de los años previos.
El análisis de Camino, basado en reuniones con empresas y seguimiento de variables macroeconómicas, apunta a un denominador común: la posibilidad de que Argentina aproveche un momento inédito de alineación entre expectativas locales y contexto internacional. En su lectura, la combinación entre reformas internas, clima político favorable y demanda global de energía y minerales críticos ofrece una oportunidad que el país no ha tenido en mucho tiempo.
De cara a los próximos meses, la especialista anticipó que el ritmo de inversión continuará liderado por sectores estratégicos y que el mercado interno necesitará del crédito para acompañar la recuperación. También destacó que la transición hacia estándares de calidad globales será un paso necesario para la competitividad de la industria.
La economía argentina, sostiene Camino, atraviesa una etapa definitoria. El desafío, concluye, será transformar el shock de confianza en crecimiento sostenido, mejorar la capacidad productiva y sostener un marco político que favorezca las inversiones de largo plazo.