La empresa Genneia consolidó en los últimos años una estrategia de comunicación enfocada en públicos corporativos clave, un modelo que —según explicó Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos, Regulatorios y Sustentabilidad | ESG— se sostiene en la precisión del mensaje, el impulso de instrumentos financieros sostenibles y la construcción de alianzas con grandes compañías de la Argentina. La firma despliega este enfoque en todo el país, amparada en su rol como principal generador de energía renovable y referente del mercado de bonos verdes, lo que la posiciona en un lugar central dentro del sector energético.
Castagnino detalló que la estrategia surge de una premisa básica: Genneia es una compañía B2B. No se dirige al consumidor masivo, sino a los decisores que influyen en licitaciones, compras corporativas y definiciones reguladoras. Ese recorte define la lógica de la comunicación, el tipo de mensajes y los espacios donde la empresa busca presencia pública. Según explicó, “le hablamos a 5000 personas”, una cifra simbólica que orienta la planificación y reafirma que el foco de la compañía no está en la masividad, sino en el impacto sobre quienes moldean la agenda empresarial y política.
En esa línea, Genneia prioriza ámbitos donde confluyen empresarios, consultores, autoridades y periodistas especializados, perfiles capaces de incidir en decisiones de compra o en la construcción de reputación sectorial. La empresa no participa de espacios vinculados al consumo masivo, pero sí elige cuidadosamente foros, sponsoreos y encuentros de alto valor estratégico. Esta selección no se realiza solo desde el área de comunicación: involucra a los equipos Comercial, Finanzas y Desarrollo, lo que permite alinear cada aparición pública con los objetivos de negocio.
Uno de los pilares más relevantes para el posicionamiento de la compañía ha sido la emisión de bonos verdes, un instrumento financiero que se convirtió, además, en una herramienta de visibilidad. Genneia es líder en este mercado, y sus licitaciones —respaldadas por procesos de comunicación específicos— suelen atraer la atención de ejecutivos e inversores. Tal como destacó Forbes en distintas oportunidades, muchas veces conocen a Genneia justamente por las licitaciones de bonos verdes que lanza habitualmente. “Ese es un activo propio que aprovechamos para posicionarnos”, explicó Castagnino.
El ejecutivo también destacó el impacto de los bonos de carbono y de las alianzas con clientes corporativos. Asegura que ya no solo a Genneia le sirve mostrar esos acuerdos, sino que las propias empresas los buscan como parte de sus estrategias de sostenibilidad. Así, la compañía pasó de ser un actor de nicho a un socio reputacional valioso dentro del ecosistema empresarial argentino.
La agenda sustentable tuvo ciclos de mayor y menor intensidad, pero Genneia aprovechó los momentos de expansión para instalar su rol como proveedor de energía renovable dentro de los esquemas de reducción de emisiones y compromisos ESG. Con el debate global sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en transformación, la comunicación de la empresa hoy pone el acento no solo en el atributo “verde”, sino en la eficiencia y competitividad de la energía que produce. La combinación entre lo sustentable y lo económicamente atractivo se volvió indispensable para la venta.

En cuanto a los desafíos del sector, Castagnino señaló la necesidad de explicar procesos técnicos en términos simples. Conceptos como energía renovable, bonos verdes o bonos de carbono requieren claridad pedagógica para no perder impacto, especialmente en un país donde el conocimiento general sobre estos temas aún es acotado. La empresa, sostiene, realiza un trabajo permanente de divulgación y formación para que sus públicos comprendan el valor de las herramientas disponibles.
Las oportunidades, en cambio, se multiplican. Genneia es hoy la compañía de energía renovable más grande del país y se posiciona como uno de los jugadores principales del sector energético en general. Su crecimiento abre la puerta a conversaciones estratégicas con otros actores de peso y le permite ser selectiva a la hora de establecer contratos corporativos. Con procesos de chequeo interno rigurosos, la firma evalúa la reputación y el compromiso de cada potencial cliente antes de cerrar un acuerdo, lo que fortalece su posicionamiento diferencial.
En el plano tecnológico, la comunicación también atraviesa una transformación. Castagnino explicó que la empresa utiliza herramientas basadas en inteligencia artificial para explorar enfoques novedosos. Según señaló, la IA les permite “hackearse”, es decir, salir de dinámicas internas repetitivas y encontrar ideas o denominaciones alternativas para acciones puntuales. El uso de tecnología para analizar públicos, orientar mensajes y generar creatividad se consolidó como un recurso central para sostener una estrategia quirúrgica sin perder frescura.
La gestión de crisis es otro punto clave dentro del esquema corporativo. Genneia cuenta con un comité especializado y una matriz de riesgos que se actualiza anualmente. Cada riesgo —ambiental, sindical, operativo o de cualquier otro tipo— se evalúa con herramientas de prevención y mitigación previamente definidas. Este trabajo busca anticipar escenarios críticos y garantizar respuestas rápidas y coordinadas.
En paralelo, Castagnino asumió recientemente la presidencia del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), una organización que reúne a 95 empresas y fundaciones empresarias del país. Desde ese rol, asegura que el desafío consiste en sostener una institución con tres décadas de trayectoria, elevar su perfil público y, al mismo tiempo, repensar su futuro. La organización se encuentra en un proceso interno de reflexión sobre sus próximos 30 años, con el objetivo de fortalecer la promoción de la inversión social privada en la Argentina.
El ejecutivo afirma que el diálogo con los socios del GDFE, así como con actores externos, resulta fundamental para construir una agenda renovada y relevante para el sector. “Cuanto más levantás el perfil, más desafíos tenés”, advirtió, aunque ve ese proceso como una oportunidad para robustecer la incidencia de la organización.
Con un posicionamiento reforzado en el ecosistema empresarial, presencia creciente en el mercado financiero sostenible y una estrategia de comunicación de precisión quirúrgica, Genneia se consolida como uno de los actores más influyentes de la energía en la Argentina. El desafío hacia adelante será sostener esa relevancia en un contexto donde la tecnología, la regulación y la agenda climática global continúan redefiniendo el rol del sector.