Akron fabrica por primera vez maquinaria agrícola en Estados Unidos y avanza en su plan global

La empresa Akron, con sede en Córdoba, inició la fabricación de maquinaria agrícola en Estados Unidos, concretando en 2025 su primera partida de equipos destinados directamente al mercado norteamericano. El avance responde a un plan estratégico de expansión industrial e internacionalización que la compañía prevé escalar en los próximos tres años, con el objetivo de consolidarse como competidora en uno de los segmentos más exigentes del agro global.

La primera máquina producida en territorio estadounidense fue una embolsadora de granos, un desarrollo que marca el punto de partida para la línea de equipos que la firma proyecta bajo el sello “Made in USA”. Según destacó la compañía, la fabricación en suelo norteamericano se estructuró a partir de un trabajo integral entre técnicos argentinos y equipos locales, con el fin de trasladar tecnología, experiencia y protocolos de calidad desarrollados durante décadas en su planta de San Francisco, Córdoba. La apuesta, señalan, permitirá reducir tiempos logísticos, mejorar acceso a clientes y ampliar la red comercial en un mercado de alta competencia.

Akron informó que la producción se realiza bajo un esquema tercerizado, aunque supervisado de manera permanente por especialistas de la empresa. Parte del equipo técnico viajó de manera frecuente durante 2025 para validar los prototipos, ajustar líneas de ensamblaje y capacitar al personal a cargo del nuevo esquema industrial. Esta transferencia de conocimiento, aseguran en la compañía, fue decisiva para garantizar estándares de funcionamiento y asegurar que los modelos salgan al mercado con los parámetros de calidad que la marca mantiene en Argentina y en su red exportadora.

El movimiento coincide con un año de recuperación para el sector agroindustrial argentino. Durante 2025, el mercado local mostró señales de mayor actividad, con mayor demanda de maquinaria y tecnologías orientadas a mejorar productividad y eficiencia. En ese escenario, Akron reforzó su presencia regional mediante el crecimiento de su red comercial, a la vez que consolidó una propuesta que combina maquinaria propia con productos complementarios: tractores japoneses Kubota, drones agrícolas DJI, equipos viales y palas cargadoras Terraplane. Todo respaldado por un sistema de soporte técnico y provisión de repuestos operativo las 24 horas, un diferencial que la empresa considera clave para sostener competitividad interna y fortalecer el servicio posventa.

La compañía exporta desde 2003 y actualmente alcanza más de 30 destinos internacionales. Entre los mercados con mayor peso figuran Canadá, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y los países limítrofes de la región: Uruguay, Paraguay y Chile. Durante el último año, el 32% de la producción total tuvo destino externo, un porcentaje que si bien fluctuó en períodos anteriores, llegó a superar el 40% en momentos de mayor expansión exportadora. El nuevo centro productivo en Estados Unidos busca aportar estabilidad a ese flujo y abrir espacio para un crecimiento sostenido, incluso en escenarios internacionales de variabilidad comercial o logística.

La expansión se presenta como una pieza estratégica hacia 2026, un año que la firma proyecta con condiciones favorables para el sector agropecuario. En su visión, el contexto próximo estará influido por una cosecha que se perfila positiva, precios sostenidos en ganadería y lechería, y una oferta financiera más competitiva para inversiones productivas. Estos elementos, combinados con el aumento de infraestructura comercial, permitirían sostener la curva de crecimiento industrial tanto dentro como fuera del territorio argentino.

En la proyección a futuro, Akron contempla ampliar la familia de productos fabricados en Estados Unidos, diversificar catálogos y desarrollar circuitos de distribución más rápidos dentro del mismo mercado. También prevé profundizar el intercambio tecnológico entre ambas plantas para potenciar procesos, incorporar innovación aplicada y acelerar mejoras en diseño y rendimiento de los equipos agrícolas. La empresa sostiene que el aprendizaje obtenido en el mercado global —donde compiten actores históricos con altos estándares de calidad— impulsa mejoras dentro de la operación argentina, retroalimentando innovación y eficiencia productiva.

El objetivo de la compañía no se limita únicamente a consolidar presencia en Norteamérica. También apunta a mejorar posicionamiento en destinos con matriz agropecuaria desarrollada y necesidad de soluciones de cosecha, logística y almacenamiento. En ese sentido, la fabricación directa en Estados Unidos opera como carta de presentación frente a clientes internacionales, al reducir tiempos de entrega, favorecer acuerdos industriales y habilitar certificaciones que, en algunos casos, resultan más accesibles con producción radicada en suelo estadounidense.

Otro punto central para la estrategia de expansión fue la decisión de mantener la oferta integral dentro del mercado argentino. La empresa remarca que la internacionalización no implica reducir presencia local, sino reforzarla a partir de mayor escala industrial y mayor capacidad tecnológica aplicada al desarrollo de nuevos modelos. Según su visión, sostener operaciones dentro del país resulta indispensable para abastecer la demanda interna, preservar empleo tecnológico y mantener el carácter argentino de la marca, incluso en una etapa donde los volúmenes globales podrían superar gradualmente a los del mercado doméstico.

Para el próximo año, el plan corporativo prevé nuevos lanzamientos comerciales en Argentina y ampliación de servicios financiados. También se contemplan inversiones en infraestructura logística, actualización de sistemas y mejoras en repuestos y atención postventa. En simultáneo, se avanzará en la segunda fase de producción estadounidense, que consiste en aumentar ritmo de fabricación y evaluar la posibilidad de incorporar nuevos componentes directamente en planta, reduciendo importaciones y completando gradualmente el ciclo productivo en ese país.

El salto industrial de Akron en Estados Unidos se inscribe en un mapa global donde la industria agrícola argentina busca ganar espacio con tecnología propia, adaptada a distintos suelos, climas y escalas productivas. La empresa cordobesa apuesta a que el sello “Made in USA”, combinado con innovación desarrollada en su base nacional, convierta a la marca en un actor más competitivo dentro de mercados donde la maquinaria agrícola se define como factor estructural para la productividad.

En síntesis, el inicio de producción en Norteamérica constituye un hito para la compañía y para la presencia argentina en el segmento tecnológico del agro. La primera partida ya es un hecho y, con ella, la apertura de un camino que promete nuevos equipos, mayor presencia comercial y una bandera industrial que, desde Córdoba, busca proyectarse cada vez más lejos, tal como destacó recientemente un informe difundido por medios nacionales como Clarín, en relación al avance del sector.