Con apenas 27 años, la mendocina María Luz “Tuti” Grau alcanzó un logro inédito para el café de especialidad argentino: fue convocada como jueza internacional en los Global Coffee Awards Europa 2025, uno de los concursos más prestigiosos del sector. El certamen se realizó a comienzos de este mes en Burdeos, Francia, donde Grau evaluó más de 300 muestras de café provenientes de distintos países europeos. La información fue difundida por Diario Uno y representa un hito para una industria que, en la Argentina, aún se encuentra en plena etapa de consolidación.
La convocatoria resultó relevante no solo por el reconocimiento individual, sino porque marcó la primera vez que una profesional argentina integró el jurado de esta competencia. Además, Grau fue la más joven del panel, un dato que refuerza el impacto de su trayectoria en un rubro históricamente dominado por especialistas con décadas de experiencia.

La invitación llegó desde Inglaterra, sede de la organización del certamen, y sorprendió incluso a la propia Grau. Según reconstruyó Diario Uno, la selección se realizó a partir de la base de datos de la Specialty Coffee Association (SCA), donde figuran las seis certificaciones internacionales que la barista mendocina obtuvo en los últimos años.
El perfil buscado por los organizadores apuntaba a catadores con contextos sensoriales diversos, capaces de aportar miradas distintas al proceso de evaluación. En ese esquema, el recorrido de Grau resultó diferencial: mujer, joven, tostadora, emprendedora y protagonista de un proyecto que transformó la escena cafetera de una provincia turística como Mendoza.
Antes de aceptar, la mendocina verificó la autenticidad de la propuesta. “Tengo tres años en la industria nada más y ya me estaban convocando para ser parte de un jurado internacional”, expresó, en declaraciones publicadas por Diario Uno, al recordar su sorpresa inicial.
La historia de Luz “Tuti” Grau no sigue un recorrido lineal. Antes de dedicarse al café, su vida estuvo marcada por la danza clásica. A los 17 años, obtuvo una beca para estudiar en el New York Ballet, una experiencia que parecía definir su futuro profesional.
Durante su estadía en Estados Unidos realizó un curso de barista, recomendado por su madre. Sin embargo, ese primer contacto con el café quedó en pausa. “Ese fue mi primer acercamiento al mundo del café, me encantó pero quedó ahí”, resumió más tarde.

El verdadero punto de inflexión llegó años después, durante un viaje de innovación tecnológica a Israel. En una cafetería, le sirvieron una bebida tan clara que creyó que se trataba de té. El barista le explicó el origen del grano, la finca y la ficha técnica. “Cuando asimiló que era café fue cuando dije: ‘Esto no existe en Mendoza, necesito traerlo’”, relató a Diario Uno.
De regreso en Mendoza, y en plena pandemia, Grau cursaba el último año de la carrera de Relaciones Institucionales. Su tesis analizó la viabilidad de abrir una cafetería de especialidad en una provincia donde el rubro prácticamente no tenía desarrollo. El proyecto resultó sólido y, con apoyo familiar, decidió avanzar.
En agosto de 2022, abrió Aconcagua Specialty Coffee Roasters & School, un tostadero y escuela ubicado en Godoy Cruz. “Empecé sola, sin tener mucha idea”, recordó. Entre 2020 y 2022 se capacitó con docentes de distintos países y trasladó esa formación al proyecto.
A tres años de su apertura, Aconcagua Coffee abastece a más de 50 emprendimientos gastronómicos, entre bodegas, restaurantes y cafeterías, y se convirtió en un punto de inflexión para el café mendocino. Según Grau, el avance del café de especialidad desplazó definitivamente al café torrado y acompañó la llegada de la llamada cuarta ola del café.
En los Global Coffee Awards Europa 2025, Grau integró un jurado encargado de evaluar 300 muestras enviadas por 70 tostadores europeos. La competencia se extendió durante tres días. En una primera etapa, los jueces calibraron sus paladares para unificar criterios. Luego, analizaron cafés en tres categorías: Filtrado, Espresso y Espresso con leche.
En el panel, la mendocina fue la única tostadora, un rol que le permitió empatizar con quienes habían enviado sus productos a competir. “Conozco el proceso desde el grano hasta la taza”, explicó en diálogo con Diario Uno.
Grau también destacó el enfoque sensorial que aportó al jurado. “Las mujeres tenemos el doble o hasta el triple de receptores sensoriales que los hombres, por un tema físico. Mi paladar aportó un montón”, señaló. La organización complementa las catas y maridajes gastronómicos, diseñados para enriquecer la evaluación.

Consultada sobre el boom del café de especialidad en Mendoza, Grau sostuvo que el fenómeno responde a un cambio cultural y generacional. “Los adolescentes cuidan mucho su cuerpo y lo que consumen. Hoy cada vez más jóvenes prefieren ir a una coffee rave y no levantarse con resaca”, explicó.
Desde su mirada, Aconcagua Coffee empujó una transformación colectiva. “Revolucionamos el café de especialidad en Mendoza”, afirmó, al destacar que el crecimiento del sector se dio de manera colaborativa, con nuevos actores y mayor exigencia del consumidor.
El próximo objetivo personal de Grau es obtener la certificación Q Grader, el máximo estándar internacional en evaluación de café. De lograrlo, se convertiría en la primera mendocina en alcanzar ese reconocimiento.
En paralelo, Aconcagua Coffee continúa expandiéndose. El proyecto incorporará máquinas italianas de última generación para instalar en comodato en cafeterías, una tecnología que, según la emprendedora, “no se ha visto antes” en la provincia. Además, la escuela de baristas ya superó los 150 alumnos formados en el último año.

Grau reconoce que su ética de trabajo proviene de la danza y de haber crecido en una familia de comerciantes. “Este amor por hacer un montón de cosas y hacerlas todas dando el 100 es lo que me mueve”, afirmó. La danza, aunque hoy relegada, sigue presente. “Tengo el bolso listo para cuando quiera volver a una clase”, confesó.
Su recorrido, que va de un tostadero mendocino a un jurado europeo, sintetiza el momento que vive el café de especialidad argentino: una industria joven, con proyección internacional y protagonizada por una nueva generación de emprendedores que ya empieza a dejar huella fuera del país, según informó Diario Uno.