El economista Carlos Melconian lanzó una dura advertencia sobre el rumbo económico del Gobierno al afirmar que la Argentina convivirá con reservas internacionales negativas durante toda la presidencia de Javier Milei, en un contexto marcado por la falta de definiciones claras sobre el régimen cambiario, la estrategia frente al dólar y el uso del superávit fiscal. Las declaraciones fueron realizadas en una entrevista televisiva reciente, en la que el ex presidente del Banco Nación cuestionó la narrativa oficial de que “todo marcha acorde al plan” y puso el foco en los riesgos que enfrenta la economía argentina en el corto y mediano plazo.
Las afirmaciones de Melconian se conocieron en el programa La Mirada, conducido por Roberto García, donde el economista analizó la situación macroeconómica actual, el vínculo con los organismos internacionales y el papel de Estados Unidos en el sostenimiento financiero del país. Para el ex funcionario, el problema central no es únicamente el nivel de reservas, sino la ausencia de un programa económico integral y consistente que ordene las expectativas y defina un rumbo claro en materia cambiaria y monetaria.

Uno de los puntos más críticos de su exposición estuvo vinculado a la reciente intervención del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien aportó US$ 3.000 millones. Melconian se preguntó por la necesidad de ese respaldo en un contexto en el que el Gobierno sostiene que la economía avanza según lo previsto. “Si todo marcha acorde al plan, ¿a qué vino Bessent?”, planteó durante la entrevista, según consignó el programa La Mirada. En ese sentido, sostuvo que el desembolso fue clave para evitar un escenario de mayor fragilidad financiera y sugirió que, sin ese apoyo, la situación habría sido crítica.
El economista también diferenció ese aporte del esquema de swaps que la Argentina mantiene con otros países. Según explicó, no se trató de un intercambio de monedas con condiciones recíprocas, sino de una deuda directa. “No es un swap de 20 donde yo te doy pesos y vos me das dólares y jugamos así, a lo China. Se transformó en: ‘Me debés 3 lucas’. Que es la que puse”, afirmó Melconian, siempre de acuerdo con lo expresado en La Mirada. Para el ex titular del Banco Nación, este cambio en la relación financiera tiene implicancias que el Gobierno aún no transparentó.
En otro tramo de la entrevista, Melconian puso el foco en el superávit fiscal y en la forma en que se están afrontando los compromisos externos. Aclaró que el superávit corresponde al Tesoro y no al Gobierno en su conjunto, y remarcó que existen obligaciones concretas en concepto de capital e intereses. “El Tesoro, no el Gobierno, tiene superávit fiscal. Debe capital e intereses. Tiene que ir como hijo de cualquier vecino al mercado a comprar dólares para intereses”, señaló, según el programa conducido por Roberto García.
Sin embargo, el economista reveló que los pagos recientes se realizaron con fondos provenientes del Fondo Monetario Internacional. “Eso se pagó usando la plata del Fondo. El dinero es fungible, pero usando la plata del Fondo”, sostuvo. En ese marco, advirtió que existe un temor político a que el actual ministro de Economía quede asociado a un mayor endeudamiento para afrontar intereses, lo que, a su juicio, explica la falta de una estrategia explícita. Frente a ese escenario, propuso avanzar en un programa de regularización para el pago de intereses, en lugar de compras puntuales de divisas que, según dijo, se conocen de manera informal.
Melconian también se refirió al comportamiento reciente de la demanda de dólares y señaló que, tras las elecciones, se observó un retorno a la bimonetariedad tradicional de la economía argentina. Según explicó, el nivel actual ronda los mil millones de dólares mensuales, lo que equivale a entre 12 y 15 mil millones de dólares al año. “Es financiable a través de ingresos de capitales”, sostuvo, aunque aclaró que volúmenes mayores, de tres, cuatro o cinco mil millones mensuales, no serían sostenibles en el actual contexto macroeconómico.

En relación con las reservas, el diagnóstico fue contundente. Melconian afirmó que, aun con una gestión correcta, el país no logrará revertir el rojo externo sin un flujo extraordinario de inversiones o capitales. “Bien hecho, salvo lluvia de inversiones o de capitales, con reservas negativas vamos a convivir toda la presidencia de Milei”, aseguró en la entrevista citada por La Mirada. La frase sintetiza una de las principales advertencias del economista sobre el horizonte financiero del Gobierno.
El análisis se extendió también al plano monetario. Melconian cuestionó la fuerte contracción de la monetización de la economía y sus efectos colaterales. Según explicó, la caída de la cantidad de dinero impactó de manera directa en el crédito, las tasas de interés y los niveles de morosidad. “Monetariamente hablando vino una caída de la monetización fenomenal. Eso arrastró al crédito, eso arrastró a la tasa, eso arrastró a la morosidad”, afirmó. A su entender, si el Gobierno insiste en la misma estrategia sin correcciones, podría enfrentar nuevos problemas en el futuro cercano.
Con tono irónico, el economista también relativizó algunos de los conceptos más difundidos por la administración libertaria, como la promesa de una eventual dolarización. Al comparar la llegada del funcionario estadounidense con una metáfora gastronómica, deslizó que ciertos temas dejaron de discutirse públicamente. “Fideo con tuco y la llegada de Bessent para mí son sinónimos de ‘no hablemos más de ese tema’”, dijo, siempre según el programa de Roberto García, y concluyó que las promesas no se materializaron.

Las declaraciones de Melconian se suman a un creciente debate público sobre la sostenibilidad del programa económico del Gobierno, el rol del financiamiento externo y la necesidad de definiciones claras en materia cambiaria. En un contexto de fragilidad macroeconómica, sus advertencias vuelven a poner en agenda la discusión sobre las reservas, el dólar y el vínculo con los organismos internacionales, temas que seguirán marcando el pulso de la gestión de Milei en los próximos meses. Según fuente El Economista.