La Argentina volvió a captar la atención de los inversores internacionales, que observan con expectativa el rumbo económico y, en particular, la capacidad del país para avanzar en reformas estructurales sostenibles en el tiempo. Así lo aseguró Miguel Urus, Country Senior Partner de PwC Argentina, quien señaló que el país dejó de estar fuera del radar y hoy es seguido con atención por fondos y compañías del exterior. Las definiciones surgieron en una entrevista concedida a La Nación, en un contexto en el que la firma proyecta un ambicioso crecimiento de su centro de exportación de servicios.
Urus, que lleva más de tres décadas en la compañía y asumió la conducción local hace dos años y medio, explicó que la mirada externa ya no se limita al ordenamiento macroeconómico, sino que pone el foco en la capacidad de construir consensos que permitan sostener los cambios en el largo plazo. “Los inversores del exterior están mirando si las reformas pendientes salen por consenso y son sustentables”, advirtió, al remarcar que sin acuerdos amplios los avances pierden previsibilidad.
Actualmente, PwC Argentina opera con tres grandes áreas tradicionales —Auditoría, Impuestos y Consultoría— y una cuarta división que se transformó en uno de los motores de crecimiento más relevantes: la exportación de servicios profesionales. Esta unidad, que comenzó hace 15 años, pasó de no existir a emplear a 3.500 personas, superando incluso a la dotación de las áreas históricas de la firma en el país.
El plan de la compañía es ambicioso. Según Urus, PwC apunta a alcanzar las 6.000 personas en exportación de servicios en los próximos cuatro años, casi duplicando su tamaño actual. El objetivo se apoya en la calidad del talento local, la experiencia acumulada y una ventaja operativa clave: el huso horario, que permite trabajar de manera integrada con clientes de Estados Unidos y otros mercados.
Desde la Argentina, los equipos de PwC prestan servicios que van desde auditoría e impuestos hasta consultoría, armado de propuestas y tareas de soporte especializado para oficinas del exterior. “Hoy hacemos desde acá lo mismo que hacen otras PwC del mundo”, explicó el ejecutivo, al destacar que el crecimiento ya no se basa solo en costos más bajos, sino en capacidad técnica y sofisticación profesional.
Si bien reconoció que la Argentina se encareció en términos relativos frente a otros países, como India, sostuvo que el diferencial de calidad permite sostener la competitividad. “Estamos aproximadamente dos veces más caros que India, pero seguimos siendo más baratos que el país donde se usa el servicio, y con un trabajo de calidad”, detalló.
En cuanto al clima de negocios, Urus señaló que las expectativas mejoraron tras las elecciones y que, aunque algunos sectores como el consumo masivo aún no se reacomodaron del todo, el panorama general es más favorable de cara a 2026. En ese sentido, subrayó que el mercado espera avances concretos en dos reformas largamente postergadas: la laboral y la tributaria.
Respecto del plano laboral, aclaró que no se trata de reducir salarios, sino de bajar sobrecostos, especialmente los vinculados a la litigiosidad. En materia impositiva, apuntó a la elevada presión fiscal y a la necesidad de revisar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos, además de encarar una discusión integral del esquema federal de coparticipación.
Para el titular de PwC Argentina, el momento político ofrece una oportunidad poco frecuente. “Se ve buen ánimo no solo del oficialismo y los partidos cercanos, sino también de los no tan cercanos, que están dispuestos a sentarse porque es la única forma de crecer”, afirmó. Ese consenso, sostuvo, es el que puede dar sustentabilidad a las reformas y generar confianza duradera en los mercados.
Urus remarcó que, a diferencia de años anteriores, la Argentina ya no está descartada por los inversores. “Antes estaba tachada de la lista. Hoy está identificada y la están mirando”, aseguró. Según relató, socios de la firma que viajaron al exterior para captar inversiones regresaron sorprendidos por el nivel de conocimiento que existe sobre la situación local y los cambios en marcha.
El orden macroeconómico fue señalado como un primer paso clave, aunque insuficiente por sí solo. Para consolidar el interés inversor, agregó, será necesario corregir factores distorsivos y ofrecer reglas claras que permitan planificar a largo plazo. “Eso va a dar previsibilidad y hay mucha expectativa puesta en 2026”, resumió.
Otro de los ejes centrales del análisis fue el impacto de la inteligencia artificial en los servicios profesionales. Contrario a la idea de que la tecnología reemplaza puestos de trabajo, Urus sostuvo que, en la experiencia de PwC, la IA no reduce dotaciones, sino que mejora procesos y eleva la calidad del servicio.
“La inteligencia artificial mejora el entendimiento, la toma de decisiones y el análisis. No la estamos pensando para reemplazar gente”, afirmó. Según explicó, herramientas de IA permiten automatizar tareas repetitivas —como resumir contratos extensos en minutos— y liberar tiempo para que los profesionales se concentren en análisis de mayor valor agregado.
La tecnología ya se aplica en auditoría, impuestos, consultoría y exportación de servicios, y es vista como una oportunidad para formar mejor talento, no para prescindir de él. “Fuimos siempre una firma de gente y vamos a seguir siéndolo”, enfatizó Urus.
Con presencia en el país desde 1913, PwC Argentina atraviesa una etapa de redefinición estratégica, apoyada en la expansión de los servicios globales y en una visión de largo plazo sobre el rol del talento local. La apuesta por duplicar su centro de exportación de servicios en cuatro años se apoya tanto en la evolución del mercado internacional como en la expectativa de mayor estabilidad interna.
Para Urus, el desafío es claro: consolidar el crecimiento en un contexto que todavía presenta incertidumbres, pero que ofrece una ventana de oportunidad. Si las reformas avanzan con consenso y previsión, concluyó, la Argentina puede volver a ocupar un lugar relevante en el mapa de las inversiones y de los servicios profesionales a escala global.