Un desafío nacional impulsa la agricultura regenerativa en la producción de papa

La producción de papa en la Argentina enfrenta un nuevo punto de inflexión a partir del lanzamiento de la segunda edición del Desafío de Agricultura Regenerativa, una iniciativa impulsada por McCain Foods y Arcos Dorados que convoca a productores de Balcarce y su zona de influencia a adoptar prácticas agrícolas orientadas a la restauración de suelos, la reducción del impacto ambiental y el fortalecimiento de la resiliencia productiva. El programa, presentado el 23 de diciembre de 2025, busca acelerar la transición hacia un modelo de agricultura regenerativa en una de las cadenas agroalimentarias más relevantes del país, según informó Economía Sustentable.

La propuesta se inscribe en un contexto global en el que las grandes compañías de alimentos avanzan en estrategias de sustentabilidad de largo plazo, con foco en el origen de las materias primas y en la trazabilidad ambiental de los procesos productivos. En ese marco, el desafío apunta a consolidar un vínculo directo con los productores, promoviendo cambios concretos en el manejo agronómico y en la gestión de los recursos naturales.

La iniciativa está dirigida a productores de papa de Balcarce y localidades cercanas, una región clave para el abastecimiento de la industria. El programa ofrece acompañamiento técnico, capacitación, monitoreo de datos y una evaluación independiente, con el objetivo de medir de manera objetiva el impacto de las prácticas regenerativas en los sistemas productivos.

El soporte técnico del desafío estará a cargo de EDRA Global, una firma especializada en articular a empresas con productores agropecuarios para implementar modelos sostenibles basados en evidencia. Desde la organización explicaron que la agricultura regenerativa no se limita a una técnica puntual, sino que constituye una estrategia integral que combina mejoras ambientales, eficiencia productiva y beneficios sociales.

En un comunicado difundido por las compañías, el CEO de EDRA Global, Juan Máximo Magnoni, sostuvo que la agricultura regenerativa “es mucho más que una práctica: es una estrategia para restaurar los suelos, reducir impactos, optimizar insumos y fortalecer la resiliencia de toda la cadena agroalimentaria”. Además, remarcó que para escalar este enfoque “se necesitan datos confiables, monitoreo técnico y evidencia medible”, uno de los ejes centrales del desafío.

El Desafío de Agricultura Regenerativa fue lanzado por primera vez en julio de 2024 y tuvo una respuesta positiva por parte del sector productivo. Aquella edición incluyó instancias de capacitación en campo, recolección sistemática de información y una evaluación independiente basada en diez indicadores ambientales, agronómicos y sociales, lo que permitió construir una metodología replicable y auditable.

Los resultados de la primera edición fueron presentados en junio de 2025, y los productores ganadores se anunciaron en agosto, durante el evento de cierre de campaña de McCain Foods realizado en Mar del Plata, con participación de Arcos Dorados. En esa oportunidad, fueron reconocidos Potato Growers, Agropecuaria La Gándara y Huiñay, por su desempeño en la adopción de prácticas regenerativas.

Al evaluar esa experiencia inicial, McCain Foods Argentina destacó la alta predisposición y el compromiso ambiental de los productores participantes, y subrayó que el esquema de trabajo desarrollado ofrece un marco sólido para la evaluación, auditoría, certificación y reconocimiento de quienes avanzan hacia modelos productivos más sustentables.

Desde la compañía, Pablo Bisio, gerente de Productores, Agronomía y Sustentabilidad de McCain Foods Argentina, afirmó que el desafío “refuerza nuestro compromiso con los métodos de cultivo regenerativos, permitiéndonos poner en práctica todo el trabajo que venimos desarrollando en esta área”. La empresa considera que este tipo de programas son clave para integrar la sustentabilidad a la gestión cotidiana de la producción primaria.

Por el lado de Arcos Dorados, la iniciativa fue valorada como una herramienta estratégica para cumplir con los compromisos ambientales de la compañía en la región. Carola Baglietto, gerente senior de Compromiso Social y Desarrollo Sustentable, señaló que el desafío es “pionero, porque nos brinda la posibilidad de establecer trazabilidad y promover prácticas responsables con el ambiente, que son compromisos clave de nuestra agenda ambiental”.

Baglietto agregó que, a partir de este enfoque, la compañía no solo logra diferenciar sus productos por un menor impacto ambiental, sino que también contribuye a fortalecer la resiliencia de toda su cadena de valor, desde el productor hasta el consumidor final.

La segunda edición del Desafío de Agricultura Regenerativa se desarrollará entre noviembre de 2025 y junio de 2026, y buscará ampliar la base de productores involucrados, profundizar la generación de datos y consolidar un modelo de mejora continua en la producción de papa. Las empresas destacaron que el programa representa un compromiso conjunto entre productores, industria y cadena comercial para avanzar hacia un sistema alimentario más sostenible.

El foco en la agricultura regenerativa responde a una creciente preocupación por la salud de los suelos, la eficiencia en el uso de insumos y la adaptación al cambio climático. En el caso del cultivo de papa, estas prácticas pueden traducirse en mejor estructura del suelo, mayor retención de agua, reducción de la erosión y estabilidad en los rendimientos, aspectos clave para la viabilidad económica del productor.

Además del impacto ambiental, el desafío pone énfasis en la dimensión social, promoviendo el intercambio de conocimientos, el fortalecimiento de capacidades locales y la construcción de relaciones de largo plazo entre productores y empresas. La evaluación a través de indicadores múltiples permite, según explicaron los organizadores, medir avances concretos y evitar enfoques meramente declarativos.

En un escenario donde los consumidores y los mercados internacionales demandan cada vez más alimentos producidos bajo estándares sustentables, iniciativas como esta buscan anticiparse a esos requerimientos y posicionar a la producción argentina dentro de las tendencias globales.

Las compañías involucradas remarcaron que la experiencia acumulada en la primera edición permitió ajustar la metodología y mejorar las herramientas de seguimiento para esta nueva etapa. El objetivo es que los resultados obtenidos puedan replicarse y escalarse a otras regiones y cultivos en el futuro.

Con el lanzamiento de esta segunda edición, el Desafío de Agricultura Regenerativa se consolida como un caso testigo de articulación entre el sector privado y los productores para impulsar cambios estructurales en la forma de producir alimentos. La expectativa es que, a partir de este proceso, la agricultura regenerativa deje de ser una experiencia aislada y se convierta en una práctica extendida dentro de la cadena de la papa en la Argentina.