El sorgo argentino gana protagonismo en China y desplaza a Estados Unidos como proveedor clave

En la campaña 2024/25, Argentina exportó más sorgo al gigante asiático que EE.UU., impulsada por nuevos usos del cereal y la demanda china de bebidas y forrajes

El sorgo argentino gana protagonismo en China y desplaza a Estados Unidos como proveedor clave
domingo 28 de diciembre de 2025

La Argentina logró un avance inesperado en el comercio agrícola internacional al superar a Estados Unidos como proveedor de sorgo para China durante la campaña 2024/25. El dato, que marca un cambio significativo en el mapa global del cereal, se explica por un nuevo uso estratégico del cultivo, una mayor diversificación de la demanda china y el impacto persistente de las tensiones comerciales entre Washington y Pekín. La información fue difundida por La Nación y resulta relevante porque consolida al sorgo como una alternativa exportadora con creciente valor para el agro argentino.

De acuerdo con un informe de la consultora AZ-Group, las exportaciones argentinas de sorgo hacia China alcanzaron 1,4 millones de toneladas en la última campaña, superando los 1,03 millones de toneladas enviadas desde Estados Unidos. Australia se mantuvo como el principal abastecedor, con 2,4 millones de toneladas, pero el sorpasso argentino sobre el histórico proveedor norteamericano llamó la atención del mercado.

Este cambio de posiciones tuvo un impacto directo en los precios. Hasta mediados de noviembre, el sorgo cotizaba en torno a los 220.000 pesos por tonelada, pero luego inició una recuperación acelerada. En apenas un mes, los valores de pizarra pasaron de 223.000 a 250.000 pesos, una suba cercana al 12%, muy por encima del incremento registrado por el maíz en el mismo período. Según el reporte, la reactivación de las compras chinas fue el principal motor de esa mejora.

El sorgo argentino gana protagonismo en China y desplaza a Estados Unidos como proveedor clave

Durante años, el sorgo ocupó un lugar secundario en las rotaciones agrícolas argentinas. Muchos productores lo incorporaban solo en campañas con veranos calurosos y escasas precipitaciones, o en lotes con limitaciones para el maíz. Además, la falta de un mercado transparente, la dependencia de embarques estacionales y un desarrollo genético más lento que el de otros cultivos generaban dudas sobre su potencial.

Ese escenario comenzó a cambiar de manera sostenida. “Hoy la situación es distinta: hay híbridos con mayor resistencia a plagas y mejor potencial de rendimiento, los usos se diversificaron y el sorgo dejó de ser solo un cultivo forrajero”, señala el informe de AZ-Group. En particular, el cereal ganó relevancia en la alimentación humana y en la industria de bebidas, con un rol clave en la elaboración de cerveza y del Baijiu, el licor tradicional más consumido en China.

El analista de granos Bruno Todone explicó que la producción mundial de sorgo está concentrada en pocos países. Estados Unidos lidera el ranking, seguido por Nigeria, Brasil, India y México, mientras que la Argentina ocupa el noveno lugar entre los diez principales productores. Sin embargo, en el comercio exterior la concentración es aún mayor: Argentina, Estados Unidos y Australia explican el 97% de las exportaciones globales.

El sorgo argentino gana protagonismo en China y desplaza a Estados Unidos como proveedor clave

China se posiciona como el principal importador mundial de sorgo, debido a su limitada producción interna, estimada entre 2,5 y 3 millones de toneladas. En los últimos años, el gigante asiático importó entre 7 y 8 millones de toneladas, destinadas en su mayoría al consumo forrajero, que absorbe cerca del 70% del total, mientras que el 30% restante se orienta al consumo humano y a la industria de bebidas.

Las importaciones chinas mostraron una fuerte volatilidad. En la campaña 2018/19 cayeron por debajo del millón de toneladas, pero luego crecieron de manera sostenida hasta rozar los 8 millones de toneladas en ciclos recientes. Para 2025, se estima que China importará 7,6 millones de toneladas, con una canasta de proveedores cada vez más diversificada.

Ese proceso de diversificación comenzó tras la primera guerra comercial entre Estados Unidos y China, iniciada en 2018, cuando Pekín aplicó un arancel del 180% al sorgo estadounidense. A eso se sumaron problemas sanitarios, como brotes de gripe aviar, que redujeron la competitividad norteamericana. Aunque las exportaciones de EE.UU. se recuperaron parcialmente en las campañas 2019/20 y 2020/21, la irrupción de la Argentina y Australia modificó de manera estructural el reparto del mercado.

La segunda guerra comercial, actualmente en curso, profundizó esa tendencia. Según AZ-Group, en la campaña 2025/26 China solo tendría anotadas 70.000 toneladas de sorgo estadounidense, frente a 600.000 toneladas de origen argentino y 800.000 de Australia. El dato confirma que el cereal argentino logró ganar espacio de manera sostenida en un mercado estratégico.

En el plano local, la producción de sorgo también mostró un comportamiento irregular. El máximo histórico se registró en la campaña 2010/11, con cerca de 4 millones de toneladas, mientras que el mínimo se dio en 2017/18, con 1,5 millones. Para la campaña 2024/25, la producción se ubicó algo por debajo de 3 millones de toneladas, y para 2025/26 se proyecta una oferta total de 3,5 millones, con un stock final cercano a las 500.000 toneladas.

El sorgo argentino gana protagonismo en China y desplaza a Estados Unidos como proveedor clave

El cultivo se concentra principalmente en las provincias del centro-norte del país, donde compite con maíz y girasol. En condiciones normales de humedad, suele quedar rezagado en márgenes frente a esos cultivos, pero en campañas secas el orden se invierte. Además, presenta ventajas comparativas relevantes: menores costos de implantación, menor inversión en protección y una gran estabilidad de rindes, lo que lo vuelve atractivo para diversificar riesgos.

Desde la consultora destacan que la demanda china seguirá firme en los próximos años, lo que abre una ventana de oportunidad para la Argentina. En la última campaña, las exportaciones argentinas rondaron 1,3 millones de toneladas, con margen para crecer. Al mismo tiempo, el sorgo mantiene una buena inserción en el mercado interno, especialmente como insumo forrajero para la producción de carnes.

El resultado de la campaña 2024/25 dejó una señal clara: un cultivo históricamente subestimado encontró un nuevo uso, un nuevo mercado y una ventaja competitiva inesperada. En un contexto global atravesado por disputas comerciales y cambios en los patrones de consumo, el sorgo argentino logró imponerse en China frente a Estados Unidos, consolidándose como una pieza estratégica del agro exportador.



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