La Mariposa Bandera Argentina (Morpho epistrophus argentinus) fue declarada Monumento Natural Provincial por la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, una decisión adoptada el 23 de diciembre de 2025 y celebrada por organizaciones ambientales, comunidades educativas y vecinos del noreste bonaerense. La medida rige en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires y es relevante porque otorga el máximo nivel de protección legal a una especie considerada vulnerable, cuyo destino está estrechamente ligado a la conservación del monte nativo.
La norma, según informó Noticias Ambientales, prohíbe de manera expresa la caza, captura y comercialización del insecto, así como cualquier acción que implique la alteración o degradación de su hábitat. Además, establece la promoción de estudios científicos periódicos, campañas de educación ambiental y el fortalecimiento del trabajo comunitario orientado a preservar los ambientes donde la especie se desarrolla, en especial los bosques de coronillo.
La Mariposa Bandera Argentina habita principalmente en el corredor costero del Río de la Plata y su presencia es emblemática en los partidos de Punta Indio y Magdalena, unidos por la Ruta Provincial 11, reconocida como Santuario y Corredor Biológico de la especie. En esa región, su vuelo celeste y blanco se transformó con los años en un símbolo de identidad local y de compromiso con la conservación.
La declaración como Monumento Natural no surgió de manera aislada. Es el resultado de más de dos décadas de trabajo territorial, impulsado por docentes, estudiantes, guardaparques, fotógrafos de naturaleza y vecinos que promovieron el cuidado del monte nativo mucho antes de que existiera un marco legal provincial. En 2012 y 2013, la especie ya había sido reconocida como Especie Emblemática en Punta Indio y Magdalena, un antecedente clave que allanó el camino hacia la protección actual.
Un rol central en este proceso lo tuvo el Programa Embanderados, considerado único en el país por tratarse de un proyecto ambiental sostenido desde una escuela especial. La iniciativa nació en la Escuela Especial René Favaloro (Escuela 501 de Punta Indio) y logró convertir la educación ambiental en acción concreta, integrando contenidos pedagógicos con prácticas de conservación y participación comunitaria.
A lo largo de los años, el programa articuló el trabajo de la comunidad educativa con actores del territorio, como guardaparques y referentes culturales, y ayudó a instalar la idea de que la conservación no es una consigna abstracta, sino una política pública construida desde abajo. Esa lógica de redes y cooperación fue clave para sostener el reclamo de protección integral de la especie.
Otro hito de este recorrido es la Fiesta de la Mariposa Bandera Argentina, un evento singular que se realiza cada año y que fue reconocido como Fiesta Provincial. Considerada el único festival del mundo dedicado a un insecto, la celebración combina ciencia, arte, educación y memoria colectiva. En febrero próximo tendrá lugar su 11ª edición, nuevamente en Punta Indio y Magdalena, y volverá a poner en agenda la relación entre biodiversidad y comunidad.
Desde el punto de vista legal, la figura de Monumento Natural Provincial implica un estatus de protección superior dentro del sistema bonaerense de áreas y especies protegidas, regulado por la Ley 10.907. Esta norma organiza distintas categorías de conservación —parques provinciales, reservas integrales, reservas de uso múltiple y refugios de vida silvestre—, pero reserva la denominación de monumento natural para aquellos elementos únicos e irremplazables del patrimonio natural.
En ese grupo se inscriben especies y sitios emblemáticos como el delfín franciscana, el venado de las pampas, el cauquén colorado, el Cerro Ventana, el Árbol Cristal o la iguana de cobre. La incorporación de la Mariposa Bandera Argentina a esta lista refuerza el mensaje de que su cuidado es una responsabilidad colectiva y prioritaria.
Especialistas y organizaciones ambientales destacan que la protección de la especie no se limita al insecto en sí, sino que implica preservar los ecosistemas asociados, en particular el monte nativo del noreste bonaerense, uno de los ambientes más amenazados por el avance urbano y productivo. La supervivencia de la mariposa depende de la integridad de estos bosques y de la continuidad de los corredores biológicos.

La sanción de la ley cierra 2025 con una señal positiva en materia de conservación y educación ambiental, pero también abre nuevos desafíos. La implementación efectiva de la norma requerirá monitoreo, recursos y la continuidad del trabajo articulado entre el Estado, las comunidades locales y las instituciones educativas.
Más allá del texto legal, la historia de la Mariposa Bandera Argentina resume una forma de hacer política ambiental basada en la participación, la persistencia y el arraigo territorial. Su declaración como Monumento Natural Provincial no solo protege a una especie vulnerable, sino que reconoce un camino colectivo que demuestra que la conservación se construye en red. Como señalan quienes impulsaron la iniciativa desde el territorio, el mensaje es claro: en la naturaleza —como en la vida— nadie se salva solo.