En 2009, Melissa Domit, abogada corporativa con más de una década de experiencia en grandes estructuras empresariales, decidió abandonar su carrera legal para crear una marca textil propia. Lo hizo en la Argentina, país al que había llegado dos años antes desde Brasil, y en un contexto en el que el giro profesional no era una opción habitual. A más de 15 años de aquella decisión, Melissa Domit Home & Hotel se consolidó como una marca de blanquería de autor de alta gama, con showroom en Olivos, presencia en más de 300 hoteles de todo el país, un ticket promedio de $500.000 en su línea hogar y un plan de expansión mediante franquicias y mercados regionales. La historia resulta relevante porque combina reconversión profesional, emprendimiento, diseño local y crecimiento sostenido, incluso en escenarios económicos adversos.
Según informó iProfesional, Domit llegó a la Argentina en 2007 por motivos personales y continuó ejerciendo como abogada corporativa, tal como lo había hecho en Brasil durante más de diez años. Sin embargo, con el correr del tiempo comenzó a percibir un desajuste entre su desarrollo profesional y sus expectativas personales. “No me sentía completa laboralmente”, reconoció en diálogo con ese medio, al describir el punto de inflexión que la llevó a replantear su carrera.
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El disparador no fue un plan de negocios, sino una necesidad doméstica. Al instalarse en su casa en Buenos Aires, Domit buscó manteles, sábanas e individuales que reflejaran una estética cercana a su idea de hogar, influida por su cultura brasileña. Al no encontrar productos que cumplieran con esas expectativas, decidió diseñarlos para uso propio. Ese primer paso, pensado inicialmente como algo personal, se transformó en el germen de un emprendimiento con proyección nacional.
Mientras seguía ejerciendo la abogacía, entre 2008 y 2009 inició una etapa de investigación intensiva sobre el mercado textil argentino. Recorrió talleres, contactó proveedores, conoció bordadores y aprendió sobre telas, procesos y costos. “Trabajé más de un año investigando cómo funcionaba el mercado textil argentino”, explicó a iProfesional, al describir un proceso que fue gradual y metódico.
A esa exploración se sumó un componente menos evidente pero decisivo: su historia familiar. Con el tiempo, Domit reconoció que en su entorno de origen en Brasil existía una relación previa con la blanquería y el armado de camas, un saber que había incorporado de manera casi inconsciente. Esa combinación de aprendizaje técnico y memoria familiar terminó de definir el rumbo del proyecto.
En 2009 formalizó la creación de la empresa y, lejos de avanzar de manera gradual, decidió apostar por un canal exigente: la hotelería. En 2010 participó por primera vez en ExpoHotelga, la feria más importante del sector, y consiguió su primer cliente, un hotel en Tucumán que estaba en proceso de inauguración y requería el diseño integral de su blanquería.
“Terminé largando hotelería antes que hogar”, explicó Domit a iProfesional. Ese camino implicó años de trabajo físico intenso y construcción comercial desde cero. Durante un largo período recorrió hoteles con una valija de muestras de más de 40 kilos, visitando establecimientos uno por uno, esperando entrevistas y presentando propuestas personalizadas.
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Ese esfuerzo sostenido fue clave para construir uno de los principales activos de la empresa: la reputación. En el segmento hotelero, Melissa Domit Home & Hotel se posicionó como un proveedor capaz de resolver pedidos complejos, adaptarse a necesidades específicas y garantizar calidad constante. Actualmente, la hotelería representa cerca del 60% de la facturación, aunque con márgenes más ajustados y una lógica de volumen.
Hasta 2020, la línea hogar existía, pero tenía un peso limitado dentro del negocio. Según relató Domit a iProfesional, las ventas eran bajas y la prioridad estaba puesta en el canal hotelero. Sin embargo, a comienzos de ese año tomó una decisión estratégica: profesionalizar la imagen de la marca. El 5 de marzo realizó una producción fotográfica con una stylist especializada. Quince días después, el país entró en aislamiento por la pandemia.
El cierre de la actividad hotelera contrastó con un fenómeno inesperado: el crecimiento del consumo vinculado al hogar. Con una tienda online ya activa y una imagen renovada, la marca logró capitalizar ese cambio de hábitos. “La pandemia me encontró preparada”, sostuvo Domit, al explicar cómo el canal digital pasó a representar el 70% de las ventas.
La estrategia digital incluyó una presencia más activa en redes sociales y acciones de visibilidad poco convencionales, como el sponsoreo de clases de baile en vivo por Instagram. Esa combinación permitió ampliar la audiencia y acelerar el crecimiento de la línea hogar, que hoy es el principal motor del negocio.
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En 2018, antes de la pandemia, la empresa había inaugurado un pequeño showroom en Olivos. Con el crecimiento de la demanda, el espacio se amplió hasta alcanzar 40 m² de showroom y 40 m² de depósito, convirtiéndose en un punto clave tanto para clientes particulares como corporativos.
El modelo productivo se apoya en talleres tercerizados, mientras que el equipo interno —comercial y administrativo— está integrado por cuatro personas. Las sábanas son el producto más vendido, seguidas por fundas de edredón y edredones, confeccionados con telas importadas de primera línea. La personalización es uno de los diferenciales: bordados, medidas especiales y piezas a pedido forman parte habitual de la oferta.
El ticket promedio en la línea hogar ronda los $500.000, con un público mayoritariamente de nivel socioeconómico alto. Sin embargo, la estrategia no apunta a la exclusividad extrema, sino a la durabilidad y el valor a largo plazo. “Hay clientes que prefieren comprar una vez algo bueno que dure cinco años”, explicó Domit.
Otro factor central es la gestión de la información. La empresa registra qué compró cada cliente, cuándo y con qué características, lo que permite ofrecer asesoramiento preciso en compras posteriores y reforzar el vínculo a largo plazo.
Con dos verticales consolidadas —hotelería y hogar—, la marca mira ahora hacia una nueva etapa de crecimiento. Según informó iProfesional, la empresa analiza un esquema de franquicias en el interior del país y en mercados regionales como Uruguay y Paraguay. El principal desafío, reconoce Domit, es escalar sin perder el nivel de servicio que construyó la reputación de la marca.
Tras más de 15 años de trayectoria, la fundadora sintetiza su recorrido en una combinación de esfuerzo y planificación. Su formación como abogada y su experiencia en grandes compañías le aportaron herramientas para pensar en estructura, riesgos y largo plazo. Esa lógica empresarial, aplicada al diseño y la producción textil, explica en gran medida la consolidación de un emprendimiento que nació de una búsqueda personal y terminó convirtiéndose en un negocio rentable y en expansión.