abores con historia. Teentáte, el emprendimiento familiar y artesanal de los Melo triunfa con la elaboración de dulces y alimentos caseros, basados en las tradicionales recetas originales que utilizaban los inmigrantes en nuestro país. Los nuevos desafíos de una pyme obsesionada con la innovación en la calidad de sus productos.
Alberto Melo, creador de la marca, planteó desde el inicio un negocio basado en el “rescate de sabores” que remita a otras generaciones. “Muchísimas personas ni siquiera probaron un dulce de tomate o lo hicieron cuando eran muy pequeñas. Salvo aquellos productos que son de fórmula propia, como el dulce de berenjena con nuez o el dulce de leche blanco, los demás remiten a los sabores que lograban nuestras abuelas”, detalla.
En este sentido, poner a disposición del público sabores que están en los recuerdos los convirtió en un emprendimiento innovador. La incipiente marca se dedica a la fabricación de varios productos, entre ellos: dulces de frutas, dulces de leche, productos salados como berenjenas en escabeche, y licores.
Además, los productos de Teentáte no llevan conservantes ni colorantes artificiales. “Apuntamos a que el cliente que pruebe nuestra propuesta tienda a adquirir menos productos industrializados con mayor carga de químicos”, precisa Alberto.
Por estos días, la cuarentena los encuentra tratando de incorporar fuentes de energía renovables en los procesos productivos y trabajando en la investigación de nuevos mecanismos que permitan optimizar el trabajo. “Estamos mejorando nuestros procesos de forma tal de crecer en volumen sin que nuestros productos pierdan la cualidad de caseros”, concluye.