El presidente de China, Xi Jinping, se propuso revitalizar la situación del sector agropecuario en ese país de manera progresiva: el primer objetivo se cumpliría para 2020, el segundo en 2035 y el tercero en 2050.
El primer propósito es determinar las bases institucionales y la orientación política que va a tener el nuevo sistema productivo a nivel nacional. El segundo es cerrar la distancia que existe entre la población rural y la urbana para 2035, a través de la incrementación del salario de los campesinos en hasta diez veces los valores actuales.
El segundo objetivo se sustenta en las estimaciones de que más de 300 millones de campesinos migrarán a las ciudades entre 2030 y 2035, por lo que la población urbana alcanzaría el 70%.
En tanto, el tercer propósito que se busca alcanzar para 2050 es contar con un sistema productivo de primer nivel, compuesto por grandes corporaciones agroalimentarias.
Además, el presidente chino tiene la meta de eliminar la pobreza extrema para 2020. En los últimos cinco años, más de sesenta millones de personas abandonaron esa condición, sumándose a los setecientos millones de habitantes que fueron extraídos de la pobreza extrema desde 1978.
El programa de revitalización del sector agrícola, que se está llevando a cabo en 300 condados –sumados a los 129 de 2017–, posee una visión integrada de desarrollo rural y urbano, que le brinda a la población rural derechos sobre la tierra considerada como bien común, permitiéndoles vender sus hectáreas de manera inmediata y sin limitaciones cuando se mudan a la ciudad.