n reciente estudio publicado por la revista Ciencias Lácteas revela el efecto negativo que produce el estrés en las vacas antes del parto y evidencia las consecuencias nutricionales en el crecimiento de los terneros. La publicación reúne un compilado de cinco experimentos en la cría de rodeo llevados a cabo en el tambo de investigación de la Universidad de Florida.
Las cinco investigaciones citadas en el informe detectan cómo las condiciones y tratamientos que reciben las vacas antes del parto inciden en la salud de los terneros.
El objetivo de los ensayos fue determinar los efectos de la refrigeración en las madres durante las últimas seis semanas de gestación. Para esto, las vacas Holstein multíparas se secaron durante los 45 días previos a la fecha de parto y fueron asignadas a dos grupos: con y sin refrigeración. Se analizaron un total de 146 registros, 72 vaquillonas con refrigeración y 74 sin refrigeración).
Cabe aclarar que las vacas con refrigeración, se alojaron en un establo equipado con aspersores, sombra y estabulación libre. Por el lado de las vacas sin refrigeración, se procuró el acceso a sombra en un establo sin aspersores ni ventiladores.
Los resultados confirmaron que los terneros nacidos de vacas estresadas pesaban menos al momento del nacimiento (39,1 kg frente a los 44,8 kg).
Por otra parte, las vaquillonas nacidas de madres que recibieron refrigeración produjeron más leche (durante las 35 semanas de lactación) en comparación con aquellas que no la recibieron, presentando una diferencia de 5 kilogramos/día (31,9 frente a 26,8 kg/día).