Antes de Jeff Bezos, Bill Gates o Mark Zuckerberg –tres de los multimillonarios que están dentro de las primeras cinco posiciones del ránking Forbes–, hubo un hombre que se transformó en el primer multimillonario de Estados Unidos: John D. Rockefeller, el fundador y presidente de Standard Oil.
De acuerdo al historiador Ron Chernow, el éxito del empresario se debió a su estilo de liderazgo. En su libro “Titan: The Life of John D. Rockefeller Sr.”, Chernow recopila los mandamientos que lo llevaron a ser tan exitoso.
- Ser honesto y confiable. Según el autor, para Rockefeller era fundamental la honestidad; nunca falsificaba su número ni se atrasaba en los pagos. Gracias a eso, pudo construir un vínculo que, en muchas ocasiones, lo ayudaron a salvar el negocio ampliar créditos.
- Hacerse tiempo para descansar. A diferencia de lo que se observa en la mayoría de los multimillonarios de ahora, Rockefeller trabajaba a un ritmo diferente: dormía la siesta luego del almuerzo y participaba de la sobremesa después de la cena.
- Programar el día. El empresario petrolero era implacable en la planificación de las tareas diarias: cada hora la destinaba a diferentes temas que iban desde el trabajo, la familia, la religión y el ejercicio.
- Controlar las finanzas de la compañía. Rockefeller tomaba nota a mano de cada gasto para poder tener un control sobre todo lo que ocurría en la empresa a nivel financiero y efectuar proyecciones sensatas.
- Delegar las tareas. Para poder dirigir y pensar en la empresa a largo plazo, delegaba responsabilidades en otros miembros, a los que previamente los entrenaba para que fueran capaces de tomar decisiones.
- Ir en búsqueda de la perfección. Sin importar cuánto tiempo y dedicación le costara, Rockefeller era incapaz de entregar algo en forma desprolija. La búsqueda de la excelencia no era solo una cuestión personal, sino que lo transmitía de tal manera que toda la organización lo entendía como parte de los valores de la firma.
- Crear unidad.
- Tener un sistema de apoyo. Ante conflictos ocasionales entre líderes de la empresa, Rockefeller siempre ponderó el fortalecimiento de los vínculos, generando una suerte de hermandad que permitió que resistieran cruces con la prensa e investigaciones gubernamentales.
- Impulsar la competencia. El empresario inventó comités de especialistas en diferentes áreas que evaluaban la manera de trabajo según determinados estándares. Cada cierto tiempo, los comités hacían públicos los respectivos desempeños, motivando a los miembros de la organización a competir por récords y premios.
- Respetar a tus empleados. Según Chernow, Rockefeller estaba convencido de que su éxito se debía especialmente a la calidad de sus empleados y a su permanencia en la compañía.